Las comunidades elevan de 49 a 76 sus impuestos propios con la crisis
Ante la ca¨ªda de la recaudaci¨®n, las autonom¨ªas trataron de cuadrar sus cuentas creando nuevas figuras impositivas
El tsunami econ¨®mico que asol¨® la mayor¨ªa de las econom¨ªas mundiales a partir de 2008 se llev¨® por delante un buen bocado de la recaudaci¨®n tributaria. Millones de personas perdieron su empleo, con lo que se resinti¨® la recaudaci¨®n por IRPF; baj¨® el consumo y con ¨¦l, los ingresos por IVA o impuestos especiales. Las arcas de las comunidades aut¨®nomas sufrieron esta sangr¨ªa. Para paliar en parte esa ca¨ªda de ingresos, los Gobiernos auton¨®micos echaron mano de su capacidad normativa en materia de impuestos para modificar los tramos de los impuestos estatales sobre los que tienen competencia y, en especial, para crear nuevos tributos. Durante la crisis, el cat¨¢logo de impuestos propios de las comunidades de r¨¦gimen com¨²n ¨CPa¨ªs Vasco y Navarra tienen un r¨¦gimen especial, el foral - creci¨® a?o tras a?o. Pas¨® de 48 figuras en 2008 a 76 en 2015, seg¨²n los recuentos del Ministerio de Hacienda. En 2016 se mantienen 75. Sin embargo, la recaudaci¨®n por estos conceptos de nueva creaci¨®n tuvo efectos limitados en sus cuentas, dado que tan solo suponen alrededor del 2% de sus ingresos tributarios.
La capacidad normativa que la Constituci¨®n concede a las comunidades en materia de impuestos se materializa de dos formas: o modifican los impuestos estatales ¨Celevando o bajando los tipos, creando o eliminando bonificaciones o reducciones sobre la parte de los tributos sobre las que tienen competencia- o sacan de la chistera nuevos tributos por distintas actividades o conductas. A ambas modalidades recurrieron las autonom¨ªas durante los a?os de la crisis, lo que ha ocasionado que la presi¨®n fiscal sea distinta seg¨²n la regi¨®n de residencia.
Se legisla mucho
No en vano, si en 2008 las comunidades hab¨ªan recaudado 82.745,4 millones en impuestos, en 2010, el peor a?o de la crisis, la cifra cay¨® a 65.826 millones. Ya en 2013, al presentar su Panorama de la Fiscalidad Auton¨®mica y Foral que publica anualmente, el Consejo General de Economistas observaba ¡°una tendencia generalizada a suprimir o limitar deducciones y a subir tipos¡± de los impuestos estatales (IRPF, Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y Actos Jur¨ªdicos Documentados y Transmisiones Patrimoniales). Si bien no se refer¨ªa especialmente a los tributos auton¨®micos, dejaba caer que ¡°se legisla mucho¡±.
Efectivamente, se legisl¨® mucho. De los 48 tributos propios con que las autonom¨ªas redondeaban sus cuentas en 2008, se pas¨® a 76 en 2015 (79, seg¨²n las cuentas del Consejo General de Economistas). Catalu?a fue la comunidad que m¨¢s creatividad le puso a eso de los impuestos propios durante la crisis. En 2007, apenas ten¨ªa vigentes cuatro figuras (un gravamen de protecci¨®n civil, el canon del agua, el impuesto sobre grandes centros comerciales y sobre la disposici¨®n controlada de residuos municipales), que aumentaron a seis al a?o siguiente y a 14 en 2015 (13 en 2016), incluyendo grav¨¢menes sobre las casas vac¨ªas, sobre las estancias tur¨ªsticas o sobre ¡°la provisi¨®n de contenidos por parte de prestadores de servicios de comunicaciones electr¨®nicas y de fomento del sector audiovisual y la difusi¨®n cultural digital¡±. Entre 2008 y 2016, Canarias pas¨® de gravar apenas los combustibles derivados del petr¨®leo y los vertidos a fijar seis impuestos propios. Andaluc¨ªa pas¨® de 5 a 8; La Rioja, de 2 a 5; la Comunidad Valenciana, de 2 a 4.
Tributos medioambientales y tasas hasta para el bingo
De los 75 tributos propios que las comunidades aut¨®nomas tienen vigentes en 2016, la gran mayor¨ªa tiene que ver con el medio ambiente. Se trata de impuestos sobre los residuos en vertederos, sobre los vertidos contaminantes en aguas, sobre la emisi¨®n de gases a la atm¨®sfera o sobre el uso de las bolsas de pl¨¢stico de un solo uso, impuesto este ¨²ltimo vigente en Andaluc¨ªa y por el que en 2015 recaud¨® 342.770 euros en 2015. La Rioja obtuvo el a?o pasado 2,38 millones por el ¡°impuesto sobre el impacto visual producido por los elementos de suministro de energ¨ªa el¨¦ctrica y elementos fijos de redes de comunicaciones telef¨®nicas o telem¨¢ticas¡±, que busca el soterramiento del cableado de alta tensi¨®n y de comunicaciones.
Algunos tributos est¨¢n presentes en muchas comunidades, como el canon de saneamiento del agua, mientras que otros son menos habituales. Es el caso del impuesto sobre el juego del bingo, solo vigente ya en Asturias, Baleares y Murcia; el de aprovechamientos cineg¨¦ticos de Extremadura, o el de las bolsas de pl¨¢stico, que solo contempla Andaluc¨ªa.
Durante esos a?os, Madrid y Murcia han sido las ¨²nicas que no han aumentado sus figuras impositivas. La comunidad de Madrid sigue teniendo las cuatro que ten¨ªa en 2008, a?o en que elimin¨® dos tributos relacionados con el juego.
¡°Tiene l¨®gica. Hay que tener en cuenta que durante la crisis cay¨® la recaudaci¨®n y adem¨¢s, el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica hace que no puedan quedarse con todos los ingresos fruto de la subida de los tramos auton¨®micos de otros impuestos. As¨ª que es l¨®gico que intentasen aumentar los ingresos por medio de impuestos cuya recaudaci¨®n se iban a quedar en su totalidad¡±, afirma Luis del Amo, economista autor del Panorama de la Fiscalidad Auton¨®mica y Foral.
Sin embargo, el recurso a estos tributos no sirvi¨® demasiado para aliviar las cuentas de las autonom¨ªas. As¨ª, en 2014, ¨²ltimo a?o del que hay datos, los impuestos propios y los cedidos (Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales y Patrimonio) supusieron 2.069,45 millones de euros (Panorama de la fiscalidad, p¨¢gina 293) para el conjunto de las autonom¨ªas, apenas un 2,4% de los casi 86.000 millones de euros de ingresos tributarios totales de las Comunidades. De hecho, como se?ala el Consejo General de Economistas en su informe de 2016, ¡°la recaudaci¨®n obtenida por ciertos tributos no cubre los costes de gesti¨®n de los mismos, dada la escasa cuant¨ªa percibida¡±.
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