Se acabaron las vacaciones

La recuperaci¨®n que est¨¢ experimentando la econom¨ªa espa?ola no debe ocultar los importantes retos a los que se enfrenta en materia de empleo y de d¨¦ficit p¨²blico. El paro registrado aument¨® en agosto como consecuencia de una importante ca¨ªda en el n¨²mero de afiliaciones a la Seguridad Social. Bien es cierto que, tradicionalmente, el final de la temporada estival coincide con la p¨¦rdida de empleo en sectores como la hosteler¨ªa y el turismo, pero esta vez el deterioro ha sido algo m¨¢s acusado que en a?os anteriores. Del lado positivo, los datos apuntan a una disminuci¨®n en el paro juvenil y a una mejora en la cobertura de la prestaci¨®n por desempleo.

Por otra parte, la evoluci¨®n del d¨¦ficit de las cuentas de las administraciones centrales no est¨¢ facilitando el cumplimiento de los objetivos. El Estado acumul¨® hasta julio, un d¨¦ficit de m¨¢s de 29.000 millones de euros, por encima del registrado durante el mismo periodo del 2015. Este resultado es debido en parte a factores excepcionales ¡ªcomo por ejemplo, una importante transferencia a las CC AA¡ª por lo que cabe esperar una mejora durante la segunda parte del a?o. No obstante, hay que resaltar la ca¨ªda en la recaudaci¨®n en materia de IRPF y, sobre todo, del impuesto de sociedades. Lo l¨®gico hubiera sido un resultado inverso, es decir, un fuerte aumento en la recaudaci¨®n, dado el buen momento que ha atravesado la econom¨ªa estos ¨²ltimos dos a?os. Sin duda, los recortes fiscales decididos el a?o pasado han influido en la recaudaci¨®n.

La reducci¨®n de los desequilibrios laborales y fiscales requiere una pronta atenci¨®n. Primero porque el crecimiento econ¨®mico ¡ªtodav¨ªa intenso¡ª est¨¢ dando se?ales de desaceleraci¨®n, lo que podr¨ªa provocar un menor dinamismo en la creaci¨®n de empleo y un nuevo deterioro en las cuentas p¨²blicas. El contexto externo se ha deteriorado como consecuencia del frenazo experimentado por varias econom¨ªas europeas como Francia e Italia, las dificultades en los pa¨ªses emergentes como Brasil y China, y las incertidumbres generadas por el Brexit; todo lo cual ha provocado que el FMI revise a la baja las perspectivas de crecimiento mundial.

Por otra parte, el d¨¦ficit en materia de empleo es m¨¢s amplio de lo que sugiere la tasa de paro. Cerca del 35 por ciento de la poblaci¨®n del n¨²cleo central del mercado laboral (con edades comprendidas entre 20 y 64 a?os) carecen de empleo, ya sea porque est¨¢n en el paro o en la ¡°inactividad¡±. Si ese d¨¦ficit de empleos se redujera a la mitad, para alcanzar la tasa de empleo conseguida por los pa¨ªses europeos m¨¢s exitosos, desaparecer¨ªa por completo el d¨¦ficit de la Seguridad Social.

Para ello no basta con el crecimiento econ¨®mico. Se necesitan medidas espec¨ªficas como el fortalecimiento de las pol¨ªticas activas del mercado de trabajo, nuevas iniciativas de conciliaci¨®n entre vida familiar y profesional y un mayor apoyo al crecimiento empresarial. Adem¨¢s, con s¨®lo un 7,2% de los contratos firmados de car¨¢cter indefinido, es evidente que persiste la dualidad que caracteriza al mercado laboral y que se requiere de una acci¨®n m¨¢s contundente.

A mediados de octubre, los resultados en materia presupuestaria ser¨¢n examinados por las autoridades europeas a la luz de los objetivos acordados recientemente. Espa?a se expone a una multa, a la congelaci¨®n de fondos estructurales y a una reacci¨®n de los mercados financieros que podr¨ªa reflejarse en la prima de riesgo. Con todo, la contenci¨®n del d¨¦ficit es factible, sobre todo teniendo en cuenta que la buena marcha de la econom¨ªa permite generar m¨¢s ingresos. Pero es urgente ponerse a la labor.

Lo peor del imbroglio?pol¨ªtico actual es que deja poco espacio para un debate sobre el futuro econ¨®mico del pa¨ªs. Por fortuna, la econom¨ªa espa?ola mantiene un tono positivo y crece el doble que el resto de pa¨ªses europeos. Adem¨¢s, dispone de importantes bazas, como unas empresas globalmente desendeudadas, un fuerte atractivo para la inversi¨®n internacional y una sociedad relativamente cohesionada pese a ocho a?os de crisis. La puesta en marcha de una estrategia de reducci¨®n de los desequilibrios sociales y presupuestarios ayudar¨ªa enormemente a convertir esas oportunidades en realidad. Hay que volver al trabajo.

Raymond Torres es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).??