El BCE retrasa a diciembre los cambios en el programa de compras de activos
El supervisor mantiene los tipos de inter¨¦s en el 0% y seguir¨¢ comprando deuda a un ritmo de 80.000 millones al mes
En medio del jaleo (crecimiento fr¨¢gil, inflaci¨®n cero, tipos negativos y un abanico de crisis que van del Brexit a los problemas de seguridad y refugiados), Draghi se fue silbando. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, retras¨® este martes hasta diciembre cualquier cambio en el multimillonario programa de compra de activos, pese a que los precios est¨¢n muy por debajo de su objetivo. ¡°La ausencia de presiones inflacionistas es preocupante¡±, admiti¨®. Pero no fue m¨¢s all¨¢ de esas palabras. El euro gan¨® terreno ¨Cmalas noticias para la exportaci¨®n- y las Bolsas bajaron: una parte de los inversores pensaban que el BCE pod¨ªa apretar el gatillo. Draghi se guard¨® esa bala a la espera de lo que pueda suceder en un curso pol¨ªtico de lo m¨¢s complicado.
Todo ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil en diciembre. La inflaci¨®n est¨¢ ahora cerca del 0%, pero en los pr¨®ximos meses repuntar¨¢ por un puro efecto estad¨ªstico relacionado con los vaivenes del petr¨®leo. Es posible que los ¨ªndices de precios se acerquen al 1% para finales de a?o y que Alemania ponga entonces el grito en el cielo si el BCE se saca de la manga otra ronda de intervenci¨®n monetaria, pero aun as¨ª Draghi no lo vio claro y prefiri¨® esperar. El bazuca monetario sigue intacto: compras de activos de 80.000 millones de euros mensuales al menos hasta marzo de 2017. Draghi, eso s¨ª, anunci¨® que ha puesto a trabajar a los funcionarios del Eurobanco ¡°para redise?ar¡± el programa. Eso ser¨¢ en diciembre.
Hasta entonces los mercados solo pueden especular con el pr¨®ximo paso del italiano. Draghi dej¨® entrever que los tipos de inter¨¦s se han ido demasiado abajo, por lo que los expertos barajan la posibilidad de que mantenga la potencia de fuego total, pero durante m¨¢s tiempo: podr¨ªa rebajar las compras mensuales a cambio de alargar los plazos, y de esa manera dar¨ªa un cierto respiro a los bancos (y a s¨ª mismo, ante la dificultad para encontrar bonos de varios pa¨ªses para comprar en suficiente cantidad). Hay opciones m¨¢s ambiciosas: el BCE podr¨ªa ampliar el alcance del programa, rebajar a¨²n m¨¢s los tipos de inter¨¦s (que ya est¨¢n en el 0% o en terreno negativo, no los toc¨® el BCE este martes) o modificar la clave de reparto de las compras de bonos (en funci¨®n de lo que cada pa¨ªs aporta al BCE). Todas esas opciones presentan dificultades por la negativa de Alemania a ir m¨¢s lejos en la versi¨®n europea del Quantitative Easing (QE).
Alemania: siempre Alemania. Draghi aprovech¨® la rueda de prensa en Fr¨¢ncfort para lanzar un par de dardos envenenados hacia Berl¨ªn. ¡°Los pa¨ªses con margen fiscal deber¨ªan usarlo. Alemania tiene margen fiscal¡±, dijo apenas unos d¨ªas despu¨¦s de que el Gobierno de Angela Merkel haya garantizado super¨¢vits fiscales en los pr¨®ximos cuatro a?os. La otra saeta fue m¨¢s europea. ¡°Para que la pol¨ªtica monetaria funcione a la perfecci¨®n las dem¨¢s pol¨ªticas deber¨ªan contribuir a la recuperaci¨®n, tal como ha dicho el G20¡±, dijo.
A cuenta de una pregunta sobre la lenta subida de los salarios en Alemania, y si una mejora m¨¢s robusta no ayudar¨ªa a mejorar el consumo, el presidente del BCE se?al¨® que era ¡°incuestionable¡±.
Draghi pide, desde hace meses, inversiones y pol¨ªtica fiscal. Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional, la OCDE, el G20, el Banco Mundial y hasta algunos think tanks alemanes critican a Europa ¨Cy en particular a Alemania¡ªpor la falta de inversiones y la austeridad que han alargado innecesariamente la Gran Recesi¨®n en el continente. Berl¨ªn y Bruselas hacen o¨ªdos sordos, pero hasta los m¨¢s ortodoxos entre los ortodoxos ¨Cque suelen sentarse en el consejo del BCE¡ª se han unido a esas cr¨ªticas en los ¨²ltimos meses.
Berl¨ªn lleva meses silbando ante esas cr¨ªticas. Fr¨¢ncfort se apunt¨® a esa pol¨ªtica de pasar silbando por encima de los problemas y decidi¨® posponer el redise?o del programa de compra de activos unos meses, a pesar de que la recuperaci¨®n sigue siendo raqu¨ªtica y de que la inflaci¨®n est¨¢ muy, muy lejos del objetivo ¨²nico del BCE: un nivel de precios cercano al 2%. Draghi se concede una semanas m¨¢s, pero sabe que los mercados esperan que saque un nuevo conejo de su chistera en diciembre. Cada vez hay m¨¢s esc¨¦pticos acerca de la supuesta magia de los bancos centrales: su capacidad para impulsar el crecimiento y la inflaci¨®n. Bajo el hechizo de Draghi, la econom¨ªa europea ha empezado a recuperarse, pero sigue sin apenas aire. Veremos c¨®mo est¨¢n los marcadores de ox¨ªgeno en diciembre.
Previsi¨®n de crecimiento
El presidente del Banco Central Europeo revis¨® ligeramente las previsiones de crecimiento de la zona euro. Para este a?o, prev¨¦ un crecimiento del 1,7%, frente al 1,6% que pronostic¨® en junio. Para 2017 y 2018, en cambio, rebaj¨® una d¨¦cima la estimaci¨®n de junio y la situ¨® en el 1,6%, ante las "incertidumbres" derivadas del Brexit. "Se espera que la recuperaci¨®n econ¨®mica en la zona euro se resienta de una demanda externa a¨²n baja, en parte relacionada con las incertidumbres derivadas del resultado del refer¨¦ndum en Reino Unido y por el perezoso ritmo de implementaci¨®n de reformas estructurales", dijo Draghi.
En cuanto a la inflaci¨®n, el organismo que dirige Draghi mantiene sus previsiones. Un 0,2% para este a?o, un 1,2% para 2017 y un 1,8%. Es decir, la infaci¨®n no se acercar¨¢ al objetivo del BCE, en el entorno del 2%, al menos hasta dentro de dos a?os.
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