15 de septiembre, el d¨ªa maldito que nadie quiere recordar en Wall Street
La quiebra del gigante financiero Lehman Brothers en 2008 incendi¨® los mercados y aceler¨® la crisis mundial
Los aniversarios son una ventana abierta al pasado. Unos son para celebrar, otros para no olvidar, aunque duela. Pero el que este jueves se cumple en Wall Street es de los que la mayor¨ªa en el parqu¨¦ neoyorquino quiere que pase de la manera m¨¢s inadvertida posible pese a que sea un recordatirio de lo que se sigue haciendo mal. El lunes 15 de septiembre de 2008, hace justo hoy ocho a?os, Lehman Brothers, el cuarto banco de inversi¨®n de Estados Unidos, se declar¨® oficialmente en bancarrota tras 158 a?os de actividad. Los efectos de aquel seismo, que cost¨® 22 billones de d¨®lares a la econom¨ªa de Estados Unidos, a¨²n se sienten por toda la econom¨ªa global.
Lehman hab¨ªa perdido el 95% de su valor en Bolsa desde su m¨¢ximo de 2007 cuando se le dej¨® caer. Su apuesta por hacer negocio con las hipotecas basura se le hab¨ªa atragantado. Las negociaciones con las dos entidades que en un principio se perfilaban como posibles compradores para evitar el desastre, Bank of America y el grupo brit¨¢nico Barclays, fracasaron. Con el anuncio de quiebra, esa misma noche los analistas ya advirtieron: "Tendr¨¢ importantes consecuencias para el sistema financiero del pa¨ªs". Las consecuencias no solo se notaron en Estados Unidos: esa quiebra es considerado el punto de inflexi¨®n, de no retorno, en la crisis global.
En el n¨²mero 745 de la S¨¦ptima Avenida se puede visitar el epicentro de la mayor crisis financiera desde la Gran Depresi¨®n. Era la sede de Lehman Brothers. El banco hab¨ªa sobrevivido al crack de 29, pero no pudo resistir la crisis de cr¨¦dito que se cocinaba bajo los cimientos de Wall Street. No fue un hecho aislado: antes de Lehman, otros dos bancos de inversi¨®n estadounidenses ya hab¨ªan hecho aguas y las entidades hipotecarias semip¨²blicas Fannie Mae y Freddie Mac hab¨ªan sido rescatadas. Las primeras alarmas por el exceso de las hipotecas subprime, que sonaron con estruendo un a?o antes por los problemas en las carteras de Bears Stearns, ya hac¨ªan estragos en Bolsa y hab¨ªan minado la credibilidad del sistema financiero.
Pero el derrumbe de Lehman Brothers fue la se?al definitiva que las hipotecas basura y los activos t¨®xicos, ocultos y empaquetados dentro de millones de productos de inversi¨®n y fondos de todo el mundo ¡ªy respaldados por una especie de seguros que se demostraron papel mojado¡ª hab¨ªan infectado todo el sistema. Y todo esto suced¨ªa mientras los m¨¢s expertos de Wall Street ten¨ªa que ponerse al d¨ªa con los nuevos t¨¦rminos que empezaban a dominar la jerga financiera.
Las agencias de calificaci¨®n de riesgo volvieron a reaccionar demasiado tarde. Tras la noticia de la suspensi¨®n de pagos, salieron en avalancha a rebajar la calificaci¨®n de Lehman. Pero hasta el d¨ªa anterior ten¨ªan calificaciones de alta solvencia para la entidad que hab¨ªa presentado la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia. Dos a?os despu¨¦s, la autopsia de la quiebra destap¨® que en en el seno de la entidad hab¨ªa un entramado trabajando desde hac¨ªa tiempo para tapar los desmanes y esconder la deuda fuera del balance oficial.
La imagen de decenas de empleados trajeados abandonando la sede del banco con cajas de cart¨®n con sus objetos personales dio la vuelta al mundo. El banco ten¨ªa 25.935 empleados. La Reserva Federal ¡ªque, seg¨²n se supo despu¨¦s por las actas de sus reuniones de 2007, no ten¨ªa ni idea de lo que se le ven¨ªa encima a la econom¨ªa¡ª anunci¨® medidas de urgencia para frenar el desastre. Pero no fueron capaces de frenar el tsunami financiero: el miedo a los problemas ocultos sacudi¨® primero los mercados de todo el mundo, a los bancos de todos los sistemas (las subprimes afloraron problemas tambi¨¦n en bancos europeos como?Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale, BNP Paribas o Deustche Bank). La crisis acab¨® contagiando a la econom¨ªa real de todo el globo.
La Reserva Federal de Estados Unidos cifr¨® cinco a?os despu¨¦s en 12,6 billones de d¨®lares la cantidad que moviliz¨® para estabilizar el sector financiero, lo que equivale a m¨¢s del 80% del PIB de 2007. Eso sin contar con unos tipos de inter¨¦s estancados en el 0% desde diciembre de 2008. En diciembre de 2015, por primera vez, la Fed se atrevi¨® a subirlos t¨ªmidamente. Y de momento no han encontrado una segunda ocasi¨®n, porque la econom¨ªa no termina de dar muestras definitivas de que puede soportar un alza rotunda del precio del dinero.
En la Uni¨®n Europea, en 2008 lo peor estaba por llegar. La nueva Gran Depresi¨®n, la crisis de la deuda europea y del euro, la explosi¨®n de la burbuja inmobiliaria... La resaca de aquel 15 de septiembre de hace ocho a?os todav¨ªa no ha pasado del todo y los grandes bancos que fueron protagonistas de los excesos que llevaron a la crisis siguen ah¨ª, m¨¢s fuertes aunque con dificultad para generar m¨¢s ingresos porque las reglas de juego son m¨¢s estrictas.? Los bancos centrales, entre tanto, siguen ocho a?os depsu¨¦s con una laxitud extrema de la pol¨ªtica monetaria.
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