?Conf¨ªa usted en sus trabajadores?
La escasa promoci¨®n interna en las empresas espa?olas socava la moral y el potencial de los empleados
La dominicana Mar¨ªa Marte, jefe de cocina de El Club Allard de Madrid, tiene dos estrellas Michelin. Pero ese hito nunca habr¨ªa sido posible si su antiguo jefe, el tambi¨¦n chef Diego Guerrero, no hubiera visto en ella potencial para los fogones y en 2006 no la hubiera sacado de las labores de lavaplatos que llevaba desempe?ando desde que lleg¨® a Espa?a tres a?os antes para ponerla a cocinar junto a ¨¦l. No le import¨® que Mar¨ªa no tuviera ni experiencia previa ni estudios de cocina. Crey¨® en su val¨ªa y le dio la oportunidad de demostrarla. El tiempo y el talento de Marte acabaron d¨¢ndole la raz¨®n. Juntos lograron las estrellas Michelin, y cuando Guerrero se march¨® en 2013 para fundar su propio restaurante, los propietarios le preguntaron a la que entonces era ya su mano derecha si quer¨ªa ocupar su puesto.
La historia de Mar¨ªa Marte es un ejemplo de c¨®mo apostar por el talento de la casa puede ser la mejor soluci¨®n cuando surge la necesidad de abordar un nuevo proyecto o hay que cubrir un puesto de responsabilidad en una empresa. Aunque no a todas les resulta f¨¢cil verlo. David Criado, fundador de la iniciativa Vorpalina, cree que, en general, a las organizaciones les ir¨ªa mejor si dieran m¨¢s oportunidades a sus empleados. "Pero en el mundo corporativo se sigue valorando mucho el talento externo. Esa mirada hacia dentro, en la que acudes a tu gente primero y luego buscas ayuda fuera, sigue siendo un paso a conquistar", lamenta. En la misma l¨ªnea, Fernando Botella, socio director de Think & Action, piensa que es una cuesti¨®n de percepciones. "Tendemos a ver en las personas de nuestro equipo menos talento del que tienen, y, por el contrario, pensamos que lo de fuera siempre va a ser mejor". Detr¨¢s de este fen¨®meno, apunta Criado, puede haber un cierto complejo de inferioridad en las propias empresas y en sus responsables, "que tienden a minusvalorar las capacidades de sus profesionales porque, en el fondo, tambi¨¦n ellos se minusvaloran".
Tambi¨¦n puede suceder que la incapacidad de los directivos para arreglar sus problemas internos los lleve a acudir al mercado en busca de atajos milagrosos. "Nos gusta pensar que hay soluciones sencillas e inmediatas para problemas complejos. Si una empresa afronta retos como la digitalizaci¨®n o una reestructuraci¨®n para adaptarse a los cambios del mercado, tiene dos opciones. Puede buscar a alguien de fuera que, de forma casi m¨¢gica, implemente ese cambio; o todo el mundo puede arremangarse y trabajar codo con codo con el resto de la organizaci¨®n para acometer esa transformaci¨®n", comenta Luis Huete, profesor en IESE Business School. Y en ese esfuerzo conjunto, puntualiza, tambi¨¦n puede haber cabida para contrataciones externas, "siempre que se trate de refuerzos que vengan a sumar al resto del equipo".
Un ejemplo que favorece la ilusi¨®n de la cantera
En los ¨²ltimos cinco a?os, cerca del 80% de las nuevas posiciones directivas y de gerencia de Abertis han sido ocupadas por empleados de promoci¨®n interna. Adem¨¢s, el 40% de los trabajadores que han pasado por programas internos de desarrollo de talento est¨¢n ocupando en la actualidad una posici¨®n directiva en el grupo.
Para Joan Rafael, su director de Recursos Humanos, una pol¨ªtica que prime la promoci¨®n interna no solo es positiva desde el punto de vista de la eficiencia. "Nuestros empleados saben que pueden surgir oportunidades en el futuro, y eso es una fuente de motivaci¨®n para ellos, adem¨¢s de incrementar su grado de fidelizaci¨®n y compromiso", asegura.
Este directivo no cree que apostar por la cantera sea una cuesti¨®n de valent¨ªa; al contrario; se apuesta sobre seguro. "La probabilidad de equivocarse cuando se promociona a personal propio es menor, puesto que ya se conocen sus capacidades, habilidades, potencial, valores y su grado de compromiso con la empresa. Lo normal es que salga bien".
Cualidades invisibles
Seg¨²n estimaciones del Club de Benchmarking de HR de IE Business School, solo entre el 25% y el 30% de las vacantes que se producen se cubren por promoci¨®n interna. Para su directora, Pilar Rojo, el hecho de que se acuda al mercado no obedece, en la mayor¨ªa de los casos, a que las empresas no conf¨ªen en las capacidades de sus empleados, sino a una falta de planificaci¨®n. "Si el talento existe, se suele contar con ¨¦l. El problema es que las compa?¨ªas no se hayan anticipado a sus posibles necesidades y en un momento determinado no dispongan del talento que precisan". Fernando Botella opina que parte de las responsabilidades de un mando est¨¢n en conocer bien el potencial de su equipo. "Hay que dedicar m¨¢s tiempo a hablar con los colaboradores. Si una persona tiene talento pero no le permites usarlo se genera un desapego con el proyecto, con la marca y contigo como l¨ªder; y, por el contrario, si le das una responsabilidad que excede sus capacidades, se frustrar¨¢".
Numerosas organizaciones utilizan mapas de talento para tener localizados esos recursos internos que les puedan resolver la papeleta. Alberto Blanco, director general de Grupo Actual, indica que lo ideal es disponer de antemano de esa foto profesional en la que se han identificado cu¨¢les son las fortalezas, puntos de mejora y expectativas de los miembros de la plantilla. "Cuando se produce la necesidad, se cruzan los requerimientos del puesto con los perfiles de los empleados y se analiza lo lejos o cerca que se encuentran de poder desempe?arlo con ¨¦xito", explica. La clave es que todo el proceso sea "riguroso, medible, objetivo y consensuado por todos los implicados en la decisi¨®n final, que no solo dependa de recursos humanos o del criterio de un directivo que propone un nombre para ocupar esa vacante. Porque a lo mejor no elige al m¨¢s cualificado, sino al que le sobra", advierte.
Existe cierta unanimidad a la hora de enumerar las ventajas de confiar en una persona de la casa. En primer lugar, su coste, ya que siempre resultar¨¢ m¨¢s econ¨®mico que traer a un gran fichaje. Tambi¨¦n conoce la cultura y valores de la compa?¨ªa, est¨¢ familiarizado con los procesos y los clientes y, por tanto, su tiempo de adaptaci¨®n ser¨¢ mucho menor. David Criado destaca, adem¨¢s, que el empleado interno es el ¨²nico capaz de llegar hasta los niveles m¨¢s emocionales y relacionales de la organizaci¨®n. "Conoce el 'comportamiento invisible', esa forma particular de hacer las cosas y de saber a qui¨¦n acudir en cada momento que no est¨¢n recogidos en los procedimientos, pero que son esenciales para desenvolverse en ese entorno".
Pero no siempre ser¨¢ desaconsejable buscar fuera. Contratar a un profesional externo ser¨¢ la mejor opci¨®n "cuando se quiere abrir una nueva l¨ªnea de negocio o necesitamos nuevos ojos que remocen los automatismos de la empresa", se?ala el profesor Luis Huete. En general, siempre ser¨¢n bienvenidas las personas que aporten nuevas ideas, puntos de vista y un soplo de aire fresco a la empresa. Eso s¨ª, en igualdad de condiciones, mejor la soluci¨®n casera.
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