?Quieres trabajar en una multinacional? Claves para lograr un empleo
Adem¨¢s del curr¨ªculo, el talento en las redes sociales y un contacto en la compa?¨ªa facilitan el acceso al puesto de trabajo
Desde hace d¨¦cadas, el trabajo en Espa?a es un bien tan raro como el almizcle. Convertido, por desgracia, un empleo estable, digno y bien pagado en un lugar m¨ªtico, las multinacionales han sido en el imaginario espa?ol una d¨¢rsena frente a las tormentas. Pero igual que entonces, entrar en estos amparos exige una maestr¨ªa de esfuerzo. ¡°El mercado est¨¢ muy competitivo, ahora mismo las empresas tienen la oportunidad de escoger lo mejor de lo mejor¡±, relata Victoria S¨¢nchez, directora senior de Page Personnel, una firma de b¨²squeda de talento.
Sin embargo, pese a la competencia, hay veredas francas para trabajar en una multinacional. Desde la l¨®gica de la ¨¦poca, los candidatos deben ser licenciados (con buen expediente acad¨¦mico), saber idiomas (el ingl¨¦s es imprescindible) y contar con alg¨²n curso de posgrado. Esto, al igual que una partida de cartas, para sentarse a la mesa. La diferencia acude m¨¢s tarde.
Trabajar en una gran corporaci¨®n no es f¨¢cil y supone asumir una alta presi¨®n y orientarse a los resultados
¡°Las grandes corporaciones buscan profesionales j¨®venes con experiencia en el extranjero, con pr¨¢cticas previas en empresas y se valora tambi¨¦n que hayan hecho trabajos de voluntariado¡±, resume Xenia Jarque, directora asociada de corporate development de ?ESADE Careers. Palabras que hablan de personas comprometidas, con iniciativa y capacidad de reinvenci¨®n. Algo que nos lleva de la condici¨®n humana a la singularidad de los tiempos.
¡°El conocimiento se est¨¢ quedando obsoleto a una mayor velocidad de lo que lo hab¨ªa hecho hasta ahora. Una situaci¨®n que exige al profesional estar siempre actualizado, porque lo que sab¨ªa muchas veces solo sirve para un mundo que ya no existe¡±, analiza Eduardo Sicilia, responsable del Executive MBA de la EOI. De ah¨ª que la demanda del mercado est¨¦ ¡°muy centrada en la b¨²squeda de profesionales en big data, data analytics, data scients o hacking ¨¦tico¡±, desgrana Jos¨¦ Luis Risco, director de recursos humanos de la firma de servicios EY.
Personas clave
En esta aldea planetaria, digital e interconectada, la tecnolog¨ªa se ha convertido en una fuerza para reclutar talento. ¡°Los chicos tienen que buscar¡±, recomienda Eduardo Sicilia, ¡°personas clave de la multinacional, conectar con ellas y estudiar y hallar elementos comunes que hagan que despierten su inter¨¦s¡±. Un viaje en el que no est¨¢n solos. ¡°LinkedIn y Twitter, entre otros, son fuentes de enorme valor de donde nacen muchas de las nuevas contrataciones¡±, a?ade Sicilia. Pero tambi¨¦n una conferencia, un evento o la amistad con un profesor son rutas de acceso.
De entre todas, la v¨ªa de las redes sociales es la que ha conducido a Mariana Conte, de 36 a?os, licenciada en Ingenier¨ªa de Sistemas por la Universidad Metropolitana de Caracas (Venezuela), hasta Mutua Madrile?a. Un curr¨ªculo actualizado en LinkedIn hizo que el departamento de recursos humanos de la aseguradora se fijara en ella. Y desde febrero de este a?o es la responsable de la aplicaci¨®n de la compa?¨ªa. Un puesto que mezcla dise?o y tecnolog¨ªa. Dos pilares dentro de la profunda transformaci¨®n digital de la empresa. ¡°Era un reto seductor despu¨¦s de llevar siete a?os especializada en telecos¡±, se?ala Conte.
El salario para un reci¨¦n graduado se sit¨²a en unos 30.000 euros anuales y supera los 70.000 si el perfil es experto
Se viven a?os diferentes e inciertos y entrar en una multinacional contin¨²a siendo dif¨ªcil. ¡°Es un proceso complejo que requiere preparaci¨®n y esfuerzo para afrontarlo con garant¨ªas de ¨¦xito¡±, cuenta Amber Wigmore, directora ejecutiva de carreras profesionales del Instituto de Empresa (IE). Porque estas grandes organizaciones son terrenos que tambi¨¦n producen niebla. ¡°Trabajar en ellas supone asumir siempre una gran presi¨®n y una orientaci¨®n guiada por los resultados, sea cual sea el perfil del puesto¡±, avisa Salvador Sicart, director del headhunter Hays Response Espa?a.
Bendita presi¨®n, pensar¨¢n algunos, cuando el salario para un reci¨¦n graduado puede superar los 30.000 euros brutos al a?o en consultor¨ªa estrat¨¦gica o los 77.000 euros ¨Cprecisan en el IE¨C si ha cursado un MBA (normalmente con experiencia laboral).
Cambio de tercio
Aunque no fue el dinero lo que llev¨® a Martinho Soto, de 40 a?os, bi¨®logo, casado con una periodista y padre de dos ni?os, a la farmac¨¦utica Lilly. Fue un cambio. El que discurre del microscopio y la investigaci¨®n al marketing. Ese que va del posdoctorado en el Instituto Max Planck de Bioqu¨ªmica en M¨²nich (Alemania) a unas oficinas tejidas de cristal en Alcobendas (Madrid). Del microscopio a ser jefe de producto en el ¨¢rea de diabetes. Un cambio profundo que evidencia que las multinacionales quieren flexibilidad y que, desde luego, entrar en estas corporaciones es un corredor angosto. ¡°En tres meses pas¨¦ siete entrevistas¡±, apunta Soto. Pero por tel¨¦fono se le escucha contento. Lleg¨® a la compa?¨ªa a trav¨¦s de la bolsa de trabajo del MBA que cursaba en el Instituto de Empresa y sabe del valor que el mercado da a esa formaci¨®n de ¨¦lite.
Sin embargo, en esos pupitres del privilegio se sientan muy pocos. Por eso hay que encontrar el modo de ser diferente a trav¨¦s de virtudes ajenas al dinero. ¡°Las multinacionales buscan personas que aporten valor y que ofrezcan soluciones; gente con iniciativa¡±, comenta Jos¨¦ Luis Casado, director de desarrollo profesional de ESIC.
Para cumplir esas premisas no son imprescindibles las aulas de las grandes escuelas de negocio. Bruno Lorences, de 25 a?os, es asturiano e ingeniero civil. Sin m¨¢s t¨ªtulos. Pero con infinitas ganas de beberse la vida como un refresco. Desde el pasado 1 de julio es analista de negocio y planificaci¨®n en Coca-Cola. Hasta all¨ª lleg¨® (despu¨¦s de pasar un a?o manejando fondos de inversi¨®n en el banco BNP Paribas) gracias a una oferta en LinkedIn. Su mesa de trabajo, su ordenador y sus papeles son los n¨²meros. ¡°Ah¨ª me siento c¨®modo¡±, asegura Lorences. Con ellos trata de averiguar las tendencias del mercado y los h¨¢bitos de consumo de la bebida m¨¢s popular del planeta.
El saber pierde lugar
Porque el conocimiento es un requisito obligatorio. De hecho, uno de los grandes errores que cometen los chicos cuando buscan trabajo ¨Csostiene Luis D¨ªaz, director de la Escuela de Postgrado de CUNEF¨C ¡°es desconocer la compa?¨ªa en la que quieren entrar¡±. Ignorar los servicios que ofrece, d¨®nde est¨¢ implantada o no estar al corriente de sus ¨²ltimas noticias transmiten que ni interesa la compa?¨ªa ni ¨Clo que es a¨²n peor¨C la realidad. Y, desde luego, tampoco ayuda preguntar por el salario o las vacaciones en los primeros momentos del proceso de selecci¨®n. Ni cerrarse a la movilidad laboral. O sea, volver la espalda a las exigencias de un mercado de trabajo demasiadas veces injusto.
Flexibilidad, capacidad de moverse como pez en el agua en la incertidumbre e iniciativa son habilidades clave
¡°En las entrevistas de selecci¨®n adquiere un nuevo protagonismo la capacidad del candidato para actuar en entornos de incertidumbre, de cambio de regulaci¨®n, de tecnolog¨ªa, de modelo de empresa, de personas, de jerarqu¨ªas y de alianzas. Tiene que estar c¨®modo con lo inc¨®modo¡±, describe Eduardo Sicilia.
Encontrar empleo en esa paradoja revela que entrar en una multinacional es completar un puzle. Piezas que hoy, sin duda, transportan a las finanzas. En ellas, la voz de Beatriz Gonz¨¢lez, responsable de selecci¨®n de Deutsche Bank, habla de la b¨²squeda de ¡°perfiles vers¨¢tiles (con gran capacidad de adaptaci¨®n a entornos diferentes y en constante cambio) que a la vez sean capaces de aportar valor y nuevas ideas¡±. Quiz¨¢ esta experta est¨¦ contando con palabras distintas, algo cercano a lo que relata Mireia Vidal, directora de recursos humanos de L¡¯Or¨¦al Espa?a: ¡°Antes que el curr¨ªculo, la diferencia la marcan las personas¡±. Y tambi¨¦n t¨¦rminos como creatividad e inconformismo.
En las instalaciones madrile?as de Adecco, una multinacional suiza especializada en la b¨²squeda de trabajo, Lola Beato, de 30 a?os, reivindica el valor de rebelarse y de cambiar. Empez¨® trabajando (en diferentes compa?¨ªas) en el ¨¢rea de recursos humanos, despu¨¦s pas¨® a investigaci¨®n de mercado y hoy es la responsable de experiencia de una empresa que gestiona el futuro de miles de personas que buscan empleo.
¡°Lo que me gusta mucho de mi puesto es que influyes en la vida de la gente porque les ayudas a encontrar trabajo¡±, observa Beato, licenciada en Psicolog¨ªa (Universidad Aut¨®noma de Madrid) y con un m¨¢ster en Comportamiento del Consumidor por el IE. Formaci¨®n a trav¨¦s de la cual tamiza la vida. Lola atisb¨® ese cambio a partir de un anuncio en LinkedIn y tras cuatro semanas de pruebas (entrevistas, examen de competencia y presentaci¨®n de un caso pr¨¢ctico) entraba en Adecco para firmar su primer contrato indefinido.
Las vivencias de Lola, Marina, Bruno y Martinho son, en parte, las de la generaci¨®n millennial. El futuro es de los j¨®venes, y el empleo, tambi¨¦n.
Enchufe y motivaci¨®n
La consultora Deloitte ha contratado este a?o a 800 profesionales. De los que el 90% son universitarios. Sobre todo, provienen de las ense?anzas de administraci¨®n de empresas (60%) y de ciencias e ingenier¨ªa (30%). Aunque en la organizaci¨®n hay incluso un mago. Porque los trucos para entrar contin¨²an siendo los de siempre. Cada vez funciona mejor conocer a alguien dentro de la organizaci¨®n. ¡°Buscamos gente motivada por lo que hacemos y con cierta ambici¨®n personal y profesional¡±, sintetiza Luis L¨®pez, director de recursos humanos de la firma. A las puertas espera un sueldo de entre 23.000 y 30.000 euros brutos anuales.
Un error habitual del candidato es desconocer la empresa a la que aspira o preguntar inicialmente por las vacaciones
En esa alborada del cambio, los millennials transforman las organizaciones. Antes de 2020, m¨¢s del 40% de la fuerza de trabajo de la firma de servicios KPMG pertenecer¨¢ a esta generaci¨®n. ¡°Por eso estamos variando la manera en la que hacemos la selecci¨®n¡±, admite Esther Fern¨¢ndez, senior manager de recursos humanos de la compa?¨ªa. ¡°No los evaluamos de manera aislada con respecto a lo que saben, sino de manera grupal con respecto a lo que son capaces de aportar¡±. No persiguen conocimientos t¨¦cnicos o carreras concretas, sino capacidades, inquietudes, competencias; actitud frente al desaf¨ªo de vivir. Enormes cambios para un pa¨ªs donde el trabajo sigue oliendo a almizcle.
Los Macondos del empleo
Hay algo de legendario en las multinacionales que recuerda a tierras imaginadas por Garc¨ªa M¨¢rquez y Juan Rulfo como Macondo o Comala. Espacios inasibles al igual que una esperanza. La consultora estadounidense Great Place to Work, a trav¨¦s de su divisi¨®n espa?ola, lleva desde 2003 revelando los lugares m¨¢s propicios para trabajar. En el informe publicado este a?o, la cartograf¨ªa resulta meridiana. Las tres mejores empresas (con m¨¢s de 1.000 empleados) donde construir una carrera profesional son Brico Dep?t (firma de origen brit¨¢nico dedicada a los arreglos del hogar y el bricolaje), Liberty Seguros y la compa?¨ªa de colocaci¨®n Grupo Adecco. El estudio reconoce a 50 empresas de diferentes tama?os. Pero hay terrenos compartidos. El 95% de las firmas premiadas tiene horarios flexibles, un 86% ofrecen la posibilidad de trabajar a distancia y el 93% cuentan con alg¨²n sistema que garantiza la igualdad de retribuci¨®n entre empleados y empleadas. Esos n¨²meros son una mirada que se refleja en una sociedad diferente. ¡°Nos dirigimos a un modelo m¨¢s humano en el que el trabajo convive con el resto de facetas de la vida¡±, reflexiona Mar¨ªa Eugenia Muguerza, directora de talento de Liberty Seguros. Este entender la carrera profesional como una parte ¨Cy no como el todo¨C de la existencia tambi¨¦n ha encontrado abrigo en el resto de empresas que completan ese podio. De ah¨ª que Lilly, Novartis, BBVA Espa?a, Makro, Kiabi Espa?a, ING, Randstad y Ak¨ª Bricolaje Espa?a sean compa?¨ªas donde muchos querr¨ªan trabajar. Macondos y Comalas del empleo de nuestro tiempo.
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