Deutsche Bank, en duda
El detonante de su situaci¨®n es el expediente abierto por EE UU por malas pr¨¢cticas
El mayor banco de Alemania, y uno de los mayores de Europa por activos, ha desplazado en las ¨²ltimas semanas a sus hom¨®logos italianos y portugueses de la primera l¨ªnea en cuanto a dudas sobre su equilibrio financiero y sostenibilidad de su modelo de negocio. Sus acciones acumulan un descenso del 50% en lo que va de a?o, y los CoCos (instrumentos de deuda convertibles en acciones en caso de insuficiencia de capital), de un 20%, habi¨¦ndose acelerado especialmente la ca¨ªda en ambos en la ¨²ltima semana.
El detonante de esa aceleraci¨®n fue la apertura de un expediente sancionador en Estados Unidos por malas pr¨¢cticas en el aseguramiento y colocaci¨®n de titulizaciones entre 2005 y 2007. La multa solicitada se eleva a 14.000 millones, cifra cuya concreci¨®n final probablemente ser¨¢ menor, como ocurri¨® con otros bancos que han pasado por un proceso similar.
Pero m¨¢s all¨¢ de esa sanci¨®n, y de si finalmente es mayor o menor que los 5.000 millones que el banco provision¨® en 2015 en anticipaci¨®n de la misma, las dudas sobre Deutsche Bank (DB) afectan m¨¢s a su modelo de negocio y estructura financiera, que lo convierten en un claro outlier (valor at¨ªpico), catalogado como el banco con mayor riesgo del mundo.
Con unos activos totales de 1,85 billones de euros (es decir, un 50% mayores que los del primer banco espa?ol), cuenta con unos recursos propios de primera categor¨ªa (CET1) de unos 56.000 millones (poco m¨¢s de la mitad que el primer banco espa?ol), lo que representa una ratio que apenas supera el 3%. Sin embargo, su ratio de solvencia CET1 alcanza niveles en torno al 11%, como consecuencia de unos muy reducidos activos ponderados por riesgo (APR), unos 400.000 millones, es decir, poco m¨¢s del 20% sobre los activos totales.
Esa ratio, conocida como densidad de los APR o perfil de riesgo, es en el caso de DB el m¨¢s reducido entre los bancos sist¨¦micos de la eurozona, y frecuentemente es utilizado como argumento cr¨ªtico en cuanto a la fiabilidad de los modelos internos (IRB) para medir el verdadero perfil de riesgo de las entidades.
Sin menoscabo de esas dudas sobre los APR, lo cierto es que la estructura financiera de DB aparece como muy d¨¦bil, no s¨®lo para afrontar un escenario de sanci¨®n como el que le est¨¢ amenazando, sino cualquier m¨ªnima necesidad de saneamiento sobre unos activos totales que multiplican casi por 40 a sus recursos propios de primera categor¨ªa.
A esa d¨¦bil estructura financiera se une tambi¨¦n una muy exigua capacidad de generar margen, incluso antes de considerar saneamientos, con unos gastos de explotaci¨®n que absorben el 90% de los ingresos brutos. Esa reducida capacidad de generaci¨®n de margen con que reponer unos recursos propios claramente infradotados es lo que provoca que la valoraci¨®n del banco apenas alcance la cuarta parte de su valor contable, haciendo pr¨¢cticamente imposible una apelaci¨®n al mercado de valores, siendo esa la raz¨®n por la que surge el debate sobre una capitalizaci¨®n con fondos p¨²blicos.
?ngel Berges y Fernando Rojas son profesores de AFI-Escuela de Finanzas.
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