Vuelve el amor por las casas sobre ruedas
El sector del ¡®caravaning¡¯ celebra la recuperaci¨®n en su encuentro bianual en Barcelona
Cuarenta y nueve a?os m¨¢s tarde del m¨ªtico 1967, las casas sobre ruedas han vivido en 2016 su particular verano del amor. El sector se recupera de la fuerte ca¨ªda vivida durante la crisis y lo celebra en un 32? congreso con aires de reafirmaci¨®n en el Recinto Gran V¨ªa de la Fira de Barcelona entre los pr¨®ximos 15 y 23 de octubre. Seg¨²n sus propios datos, la imagen del viaje libre y sin ataduras asociada a este consumo se ha multiplicado este a?o por las carreteras espa?olas. O al menos en las matriculaciones de estos veh¨ªculos, concentradas sobre todo en el mes de agosto al calor de ese recuerdo hippie de furgoneta, carretera y manta. Durante los ocho primeros meses se han inscrito 3.778 veh¨ªculos de este tipo, 34% m¨¢s que los 2.829 del id¨¦ntico periodo del a?o anterior. Con las cifras desglosadas, las caravanas han aumentado un 9%, pasando de 998 a 1.089 y las autocaravanas, que desde 2013 superan a las primeras en contra de la tendencia hist¨®rica, un 47%, desde las 1.831 hasta las 2.689. El movimiento caravaning acelera otra vez.
'I am caravaning' es el lema escogido para la cita del sector que busca defender el esp¨ªritu campista e instaurar en el consumidor la idea de que utilizar estas casas rodantes?es mucho m¨¢s que un tipo de turismo. "Es un estilo de vida", defiende el delegado ejecutivo de la Asociaci¨®n Espa?ola de la Industria y Comercio del Caravaning (ASEICAR), Ra¨²l Vaquero. La patronal asegura sentirse satisfecha con las cifras de crecimiento del ¨²ltimo a?o que, seg¨²n el propio Vaquero, se igualan a las de 2007. "Son superiores a las que esper¨¢bamos. Estamos viendo que la tendencia es que es un consumo que est¨¢ en boga, pero durante la crisis hab¨ªa miedo a comprar. Al final no deja de ser un producto de lujo y siempre es lo primero que se recorta cuando vienen dificultades", explica.
Al contrario de lo que parece, no es una manera barata de viajar. Hay opciones para disfrutar de una furgoneta preparada para hasta seis personas con alquileres que var¨ªan seg¨²n la temporada y el modelo, de 130 a 210 euros diarios. Pero a esto hay que a?adir el combustible y otros servicios opcionales como GPS, portabicicletas, entregas fuera de horario, ropa de cama, botellas de gas o productos qu¨ªmicos para el ba?o.
Si la alternativa pasa por comprar, hay que sumar los precios de plaza de garaje, el seguro y, por supuesto, el consumo de combustible (normalmente di¨¦sel), m¨¢s elevado que el de cualquier turismo. La horquilla de precios y servicios es amplia, pero en resumen, un veh¨ªculo nuevo puede costar desde 50.000 hasta 120.000 euros o m¨¢s ¡ªentre 20.000 y 40.000 los usados con m¨¢s o menos seguridad de ofrecer un estado razonable¡ª. El mercado est¨¢ controlado principalmente por dos grupos de fabricantes: el franc¨¦s Trigano, con m¨¢s de 5.000 empleados y una facturaci¨®n de 1.076 millones de euros en todo el continente y los alemanes Hymer, que ganaron el a?o pasado 1.480 millones tras la venta de 26.000 autocaravanas y 10.000 caravanas. Hay, c¨®mo no, otros m¨¢s exclusivos, como la alemana Vario Mobil, que personaliza sus dise?os seg¨²n las disposiciones del cliente y que tiene veh¨ªculos que superan el medio mill¨®n de euros (con capacidad incluso para albergar un turismo en la bodega). No obstante, tambi¨¦n hay la opci¨®n de adaptar una furgoneta industrial, que es una opci¨®n m¨¢s econ¨®mica.
Volver al esp¨ªritu campista
Con todo, existe una gran cantidad de accesorios para las autocaravanas que las convierten en veh¨ªculos muy equipados, con placa solar, navegador, c¨¢maras de visi¨®n de marcha atr¨¢s o antena de televisi¨®n. Tambi¨¦n se pueden montar alarmas, luces LED, neveras y toldos. En definitiva, aqu¨ª el esp¨ªritu campista de improvisaci¨®n, libertad y contacto con la naturaleza se diluye y por eso, el encuentro del sector de este a?o intenta tirar de sentimiento gregario y animar¨¢ a sumarse a la tendencia con la ayuda de caras visibles. En la programaci¨®n hay actividades paralelas con secciones gastron¨®micas ¡ªcon puestos de comida tematizados en caravanas vintage¡ª, eventos para ni?os y el ¨¢rea Travelvaning, un espacio para intercambiar experiencias donde se organizar¨¢n charlas y contactos de networking con blogueros, asociaciones y clubes.
Y es que, si no es un estilo de vida, al menos s¨ª es una afici¨®n para toda la vida. Los caravanistas suelen unirse en clubes de monta?a, excursionistas o simplemente para compartir gustos. La Uni¨® Caravanista de Catalunya es la asociaci¨®n m¨¢s grande de la veintena aproximada de federaciones que hay en Estado. Su papel ser¨¢ por tanto esforzarse en explicar las bondades del caravaning a los curiosos que se acerquen. "Es la sensaci¨®n de poder hacer lo que quiera y cuando quiera. Si te compras una segunda residencia para las vacaciones siempre estar¨¢s atado, pero con esto puedes cambiar del mar a la monta?a cada a?o", explica Carme Capdet, presidenta del citado club.
A ella le pesa que se haya puesto m¨¢s de moda la autocaravana megaequipada y reivindica el esp¨ªritu de comunidad que se vive en los campings m¨¢s humildes, lejos del individualismo del gran veh¨ªculo. Vaquero, de ASEICAR, se mueve en la misma l¨ªnea pero, como representante de la patronal, asume la tendencia. "La crisis de la autocaravana fue coyuntural y la de caravana es estructural. Sabemos que es algo que va a menos, sobre todo por comodidad. Pero no la vamos a dejar morir", defiende. Los fabricantes intentan aplicar ahora las mismas comodidades a los remolques que ya tienen las autocaravanas y como bondad, Vaquero ofrece a los que quieren m¨¢s espacio la puesta en marcha del carnet especial B96, que la DGT sac¨® en 2010 para conjuntos de veh¨ªculo tractor m¨¢s remolque de hasta 4.500 kilos, que libra de tener que sacarse un carnet mayor como s¨ª pasa con ciertos modelos de autocaravanas.
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