El BCE quiere el apoyo ¡°total¡± del FMI al tercer rescate de Grecia
La instituci¨®n que lidera Christine Lagarde reclama un alivio ambicioso de la deuda griega para inyectar fondos
Grecia sigue viviendo en la falda de un volc¨¢n. Europa y el Fondo Monetario Internacional (FMI) protagonizan la en¨¦sima trifulca relacionada con el rescate griego: la pesada losa de la deuda p¨²blica ¡ªque supera el 180% del PIB¡ª ensombrece el horizonte en Atenas, que ha recibido ya dos rescates y medio en forma de cr¨¦ditos baratos y que ni aun as¨ª es capaz de disipar los temores sobre la sostenibilidad de su endeudamiento. El Banco Central Europeo (BCE) terci¨® este mi¨¦rcoles ¡ªsibilinamente¡ª en ese debate: quiere al FMI a bordo, y le quiere con todas las de la ley, aportando dinero contante y sonante al tercer rescate.
?¡°Hay serias preocupaciones sobre la deuda griega¡±, admiti¨® en el Parlamento Europeo Beno?t Coeur¨¦, consejero ejecutivo del BCE, que se mostr¨® partidario de que el FMI se involucre ¡°por completo¡± en el rescate. Ese es el quid de la cuesti¨®n. Para inyectar fondos, la instituci¨®n que lidera Christine Lagarde exige una reestructuraci¨®n ambiciosa de la deuda. Y los socios europeos no est¨¢n por la labor: puede haber cierto maquillaje a corto plazo, pero las medidas importantes no llegar¨¢n hasta 2018, una vez pasen las elecciones alemanas. Alemania, el pa¨ªs m¨¢s interesado en que el FMI se involucre en el programa griego, se opone a la vez a permitir un mayor alivio de deuda ante el ascenso del antieuropeo y xen¨®fobo AfD.
Atenas ha elevado la presi¨®n para conseguir una soluci¨®n r¨¢pida ante la ca¨ªda en las encuestas del primer ministro, Alexis Tsipras. Pero el acuerdo no est¨¢ cerca. Entre los dos extremos ¡ªnada de nada antes de las elecciones alemanas, y todo lo que pide el FMI¡ª hay espacio para un pacto, pero de momento no se detectan signos de acercamiento.
El Eurogrupo ha liberado un nuevo tramo de ayuda de 1.100 millones, pero Berl¨ªn bloquea el pago de 1.700 millones. Todo el mundo va a lo suyo: el BCE presiona, pero a su vez se niega a comprar deuda griega dentro de su programa de adquisici¨®n de activos hasta que vea clara la sostenibilidad de Grecia. Tsipras tiene por delante una dura reforma laboral si quiere que el dinero europeo siga llegando, y teme un nuevo l¨ªo pol¨ªtico si no consigue el ansiado jubileo de la deuda, que depende del tri¨¢ngulo Bruselas-Fr¨¢ncfort-Washington. Los intereses del bono a 10 a?os han ca¨ªdo con fuerza en 2016, pero siguen en el 8,5%. Y mientras no bajen de esas alturas himalayescas, el futuro de Grecia es impredecible.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.