La lluvia de millones que el indiano de la Coronita dej¨® en su pueblo leon¨¦s
El presidente del fabricante de la cerveza mexicana fallecido este verano, Antonino Fern¨¢ndez, se ha desvivido por su peque?o pueblo, que ahora est¨¢ pendiente de la generosidad de su herencia
Un pueblo casi nunca es demasiado peque?o como para no tener bar, pero s¨ª puede sorprender llegar a Cerezales del Condado, provincia de Le¨®n, 29 vecinos en invierno, y encontrarse con que ¨¦ste se llama ¡°Cantina¡± y exhibe un flamante cartel de Coronita, la cerveza mexicana. Si uno sabe el porqu¨¦ no se sorprende, pero la verdad es que se trata de una historia poco conocida: el presidente durante tres d¨¦cadas del fabricante de Coronita, fallecido este verano con 98 a?os, era de este pueblo, un inmigrante leon¨¦s que se fue a M¨¦xico en 1949. Antonino Fern¨¢ndez falleci¨® el pasado 31 de agosto en M¨¦xico DF con su pueblo en el coraz¨®n, y solo hay que pasarse por Cerezales, a media hora de la capital leonesa, para comprobarlo.
No es exagerado decir que Fern¨¢ndez se ha encargado de mantener personalmente su pueblo, aunque estuviera a m¨¢s de 8.000 kil¨®metros dedicado a sus negocios: le ha puesto una red de tuber¨ªas nuevas, con dos dep¨®sitos y captaciones que permitieron abastecer de agua a todos los vecinos, pues en 2006 algunos a¨²n no la ten¨ªan asegurada; ha arreglado el cementerio y su carretera; ha urbanizado la plaza; ha restaurado la iglesia y la ermita¡ Maximino S¨¢nchez, el due?o del bar, o cantina, enumera sus logros y los conoce bien, porque es el presidente de la junta vecinal: ¡°Si no fuera por ¨¦l este pueblo no s¨¦ c¨®mo estar¨ªa, porque no tenemos un duro¡±.
La fortuna y la generosidad de Fern¨¢ndez han vuelto a ser noticia esta semana en Le¨®n, donde es un personaje muy conocido. La prensa local ha aventurado que ha repartido como herencia entre sus numerosos familiares de la provincia cerca de 200 millones de euros, seg¨²n El Diario de Le¨®n. Don Antonino no tuvo hijos, pero era de una familia de trece hermanos y cuenta con multitud de sobrinos. En L¨¦on se ha cotilleado mucho, claro, como si hubiera ca¨ªdo el Gordo. Su familia no quiere comentar el tema.
En todo caso, el amor de este indiano de Cerezales por su tierra habla por s¨ª solo. Esta aldea modesta atesora tambi¨¦n desde 2008 un centro cultural y de arte contempor¨¢neo, la Fundaci¨®n Cerezales, un proyecto de Fern¨¢ndez, y est¨¢n construyendo otra sede todav¨ªa m¨¢s grande, que se inaugurar¨¢ en primavera. Obra de los arquitectos Alejandro Zaera Polo y Maider Llaguno, ser¨¢ una especie de peque?o Guggenheim rural de madera, con forma de granero, entre chopos, nogales y nidos de cig¨¹e?a. Dos matrimonios mayores, vecinos del pueblo que ahora viven fuera, recog¨ªan nueces el mi¨¦rcoles justo enfrente. Llenaron tres cestos, pero de peras y manzanas este a?o, nada. ¡°A Don Antonino lo queremos much¨ªsimo, por supuesto, por todo lo que ha hecho por el pueblo. Muchos tienen dinero y se lo guardan, pero ¨¦l no, era muy buena persona¡±, cuenta Maruja.
La Fundaci¨®n Cerezales, presidida por su sobrina Mar¨ªa Rosa Ju¨¢rez, ha expuesto obras de Serra y Chillida, fotograf¨ªas de Cristina Garc¨ªa Rodero y Chema Madoz, y en total organiz¨® 110 actividades el a?o pasado. Atrajo a este rinc¨®n de Le¨®n a m¨¢s de 10.000 personas. Montan conciertos de jazz en la plaza en verano y de m¨²sica cl¨¢sica en las iglesias de la comarca, talleres para ni?os, conferencias. Un milagro en medio de los p¨¢ramos del r¨ªo Porma y el Curue?o. La raz¨®n hay que buscarla casi un siglo atr¨¢s, cuando Fern¨¢ndez tuvo que dejar el colegio con 14 a?os, contra su voluntad, porque su familia no se lo pod¨ªa permitir y necesitaba que ayudara en el campo. ¡°Por eso, su mayor deseo era reabrir las antiguas escuelas del pueblo, que cerraron en los a?os cincuenta, para poder dar la educaci¨®n que ¨¦l solo pudo disfrutar en parte. El problema es que ahora ya no hay ni?os en el pueblo y entonces tuvo la idea de una fundaci¨®n que realizara actividades culturales¡±, explica Luc¨ªa Alaejos, portavoz de la entidad. Este a?o, otro milagro: ha llegado una familia con dos ni?os, una excepci¨®n en la despoblaci¨®n imparable de la zona. Solo queda gente mayor.
Don Antonino, como se le conoce por aqu¨ª, es un ejemplo de libro de los llamados indianos. Nacido en la pobreza en 1917, hizo fortuna en M¨¦xico al convertir a la empresa Modelo, fabricante de la cerveza Corona, en una de las l¨ªderes mundiales del sector, y nunca se olvid¨® de sus or¨ªgenes. Pero ni se ha levantado una mansi¨®n, ni ha plantado palmeras, ni ha aspirado a ser marqu¨¦s. La casa familiar es la misma, decentemente arreglada, aunque ahora la antigua calle Real lleva su nombre. Trat¨¢ndose de Espa?a, es reconfortante no encontrar ni rastro de envidias o alguien que hable mal de ¨¦l. Es un caso amable de fil¨¢ntropo que quiere a su gente y es querido. ¡°Era una persona excelente, muy tranquila, ven¨ªa todos los veranos. Se tiraba dos meses por aqu¨ª, asist¨ªa a los aluches ¨Clos combates de lucha leonesa¨C, que le gustaban mucho, y hablaba con todos sin darse mayor importancia, intentaba ayudar a la gente¡±, relata Manuel Ferreras, alcalde de Vegas del Condado, cabeza del municipio que engloba a Cerezales y otras doce localidades.
Antonino Fern¨¢ndez sab¨ªa lo que era sufrir. Le toc¨® hacer la mili con 19 a?os justo cuando empez¨® la Guerra Civil, y se la hizo entera. En la batalla de Teruel, de los 900 de su compa?¨ªa quedaron ¨¦l y otros seis. En la posguerra consigui¨® empleo de polic¨ªa municipal en Le¨®n, hasta que se cas¨® con Cinia Gonz¨¢lez, de la m¨¢s famosa familia indiana de la comarca, los llamados mexicanos de Vegaquemada. Su t¨ªo era Pablo D¨ªez, uno de los fundadores de la Modelo en 1922, y se fueron para M¨¦xico a probar suerte en la empresa familiar. Fern¨¢ndez empez¨® desde abajo, y acab¨® de presidente en 1972, cuando muri¨® D¨ªez. Fue el art¨ªfice de la modernizaci¨®n de la compa?¨ªa y su salto al mercado mundial, una aventura en la que lleg¨® a sufrir un secuestro en 1977 durante el que le pegaron un tiro en una pierna. La empresa fue finalmente comprada en 2013 por la multinacional belga InBev Anheuser-Busch, l¨ªder del sector, por 15.400 millones de euros. Por cierto, que la Coronita solo se llamaba as¨ª en Espa?a por un problema de derechos con el nombre, un litigio que se solucion¨® este verano. Ahora es Corona a secas, como en el resto del mundo.
La labor filantr¨®pica de Fern¨¢ndez, profundamente cat¨®lico, tiene otro pueblo de referencia, La Virgen del Camino, muy cerca de L¨¦on, donde se halla el santuario del mismo nombre. Pablo D¨ªez ya financi¨® la construcci¨®n de la moderna bas¨ªlica en 1961, con esculturas de Subirachs, y Fern¨¢ndez ha continuado el mecenazgo. En el antiguo seminario de los dominicos, puso en pie en 2002 la empresa de servicios Soltra, que hoy da trabajo a 300 personas, el 93% discapacitados. ¡°Ha tenido una relaci¨®n especial con ellos, y ellos sent¨ªan esa cercan¨ªa, se ve cuando es aut¨¦ntica. Hasta que estaba ya muy mayor ven¨ªa todos los a?os, y transmit¨ªa una gran cercan¨ªa",?dice Jos¨¦ Antonio Idoeta, gerente de la compa?¨ªa. Soltra tiene divisiones de marketing y gestiones administrativas, servicios de limpieza y jardiner¨ªa, entre otros, y otra industrial de automoci¨®n y energ¨ªa e¨®lica. Idoeta tiene un recuerdo bien grabado de Fern¨¢ndez de sus encuentros: "No se preocupaba de lo material, sino de lo sentimental, sus valores no eran los habituales en un empresario¡±.
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