Empleo prepara una herramienta para clasificar parados seg¨²n su perfil

El Ministerio de Empleo y el laboratorio de ideas Fedea trabajan desde hace tiempo en este embri¨®n para clasificar parados. Seg¨²n explican diversas fuentes del sector, la idea consiste en que haya un diagn¨®stico b¨¢sico y uno detallado. El primero ya est¨¢ ultimado, y con ¨¦l se medir¨¢ la probabilidad de recolocar a un parado seg¨²n par¨¢metros como la edad, g¨¦nero, tiempo en el desempleo, nivel educativo, experiencia, discapacidades, territorio en que reside, rama de actividad, tipo de jornada, prestaci¨®n que recibe o, incluso, factores personales. Una treintena de variables que, de hecho, ya almacenan en sus archivos los servicios p¨²blicos de empleo.

M¨¢s informaci¨®n

La colocaci¨®n p¨²blico-privada de parados, m¨¢s eficiente que las oficinas de empleo

Telef¨®nica paga m¨¢s del 60% de los ingresos de Empleo por prejubilaciones

El 25% de los parados en Espa?a lleva cuatro a?os o m¨¢s sin trabajar

En principio, cuando un desempleado acuda a la oficina del paro se le asignar¨¢ una probabilidad de recolocarse a corto, medio y largo plazo. Es decir: tres, seis o 12 meses. En funci¨®n de esas probabilidades de reincorporarse m¨¢s o menos pronto al mercado laboral, al desocupado se le brindar¨¢ un valor de cero a cien y entrar¨¢ en uno de los cuatro grupos creados: desde el colectivo A que presentar¨ªa m¨¢s opciones al D que tendr¨ªa menos. Este diagn¨®stico se realizar¨¢ a partir de un registro que incluye informaci¨®n an¨®nima sobre todo lo sucedido con los distintos perfiles de parados en los ¨²ltimos a?os. Dicha base de datos se actualizar¨ªa constantemente.

A continuaci¨®n, se estudiar¨¢ qu¨¦ puede hacerse con el parado para mejorar sus posibilidades de encontrar trabajo con las herramientas y pol¨ªticas de las que disponen los servicios de empleo. Como resultado, el desempleado tendr¨¢ un itinerario personalizado y podr¨¢ transitar por hasta cuatro v¨ªas distintas pero complementarias. Una puede radicar en que el parado necesite orientaci¨®n. Bajo ese supuesto, por ejemplo se le podr¨¢ recomendar un cambio de sector al ser muy dif¨ªcil reinsertarlo en el suyo.

La segunda senda consistir¨¢ en la formaci¨®n, es decir, cursos en funci¨®n de las lagunas formativas detectadas. La tercera ser¨¢ la ayuda con la colocaci¨®n. En este caso, aunque haya empleo en el sector demandado quiz¨¢s el parado precise alguna ayuda. Una alternativa ser¨ªa ponerle en contacto con las agencias de colocaci¨®n que m¨¢s se adecuen a su perfil. Por ¨²ltimo, el parado simplemente puede acusar la falta de experiencia. Y ah¨ª se intentar¨ªa dotarlo de ella, en ocasiones con pr¨¢cticas o incluso brindando incentivos a la contrataci¨®n.

¡°Con esta informaci¨®n que ya tiene Empleo, sabemos el 75% de lo que le ocurre al parado¡±, precisa Florentino Felgueroso, uno de los miembros de Fedea que ha trabajado en esta iniciativa. A¨²n as¨ª, se est¨¢ preparando una segunda fase de la herramienta. En ella se ahondar¨ªa todav¨ªa m¨¢s en el diagn¨®stico mediante un cuestionario espec¨ªfico que se desarrollar¨ªa con la ayuda de orientadores. De esta forma, se podr¨¢ recoger la motivaci¨®n, las habilidades sociales o las competencias digitales. En este an¨¢lisis incluso se tendr¨¢ en cuenta el mes en el que se entra en el paro a la hora de calcular las probabilidades de salida.

Una vez implantada, la aspiraci¨®n del ministerio es que se puedan evaluar las medidas adoptadas, comprobar qu¨¦ ha ocurrido en la aplicaci¨®n de una pol¨ªtica concreta o medir cu¨¢nto eleva la empleabilidad una iniciativa y por cu¨¢nto tiempo. ¡°Se trata de un instrumento muy avanzado para que los gestores puedan dise?ar mejor las pol¨ªticas y concentren los recursos all¨¢ donde sean m¨¢s eficientes¡±, indica Felgueroso.