¡®Obamacare¡¯ tropieza con un bache
Las ¨²ltimas noticias sobre el sistema sanitario son malas pero en absoluto son catastr¨®ficas
Para los defensores de la reforma sanitaria, la historia de la?Ley de Asistencia Sanitaria Asequible, tambi¨¦n llamada Obamacare, ha sido una aut¨¦ntica monta?a rusa.
Primero, el drama legislativo, con una reforma al borde del fracaso hasta el mism¨ªsimo momento de su aprobaci¨®n. Luego, el caos inicial de la web, seguido de noticias incre¨ªblemente buenas sobre el n¨²mero de registros y los costes. Ahora, la reforma ha tropezado con un bache: tras varios a?os en los que han estado muy por debajo de las predicciones, las primas de los planes sanitarios cubiertos se han disparado m¨¢s de un 20%.?Hasta qu¨¦ punto es malo el panorama?Quienes se han pasado todo el tiempo diciendo que la reforma no funcionar¨ªa, y se han equivocado una y otra vez, exigen que se les d¨¦ la raz¨®n. Pero se equivocan de nuevo. La mala noticia es real. Pero tambi¨¦n lo son los logros de la reforma, que no desaparecer¨¢n aunque no se haga nada por resolver los problemas que est¨¢n surgiendo. Y, desde un punto de vista t¨¦cnico, e incluso pol¨ªtico, son problemas bastante f¨¢ciles de arreglar.
La reforma sanitaria ten¨ªa dos grandes objetivos: asegurar a quienes no tienen seguro y frenar el aumento generalizado del coste de la asistencia sanitaria (¡°doblar la curva¡±, en la jerga de los expertos). Por supuesto, el porcentaje de estadounidenses sin seguro m¨¦dico se ha reducido hasta ser m¨¢s bajo que nunca, al tiempo que el aumento del coste ha ca¨ªdo en picado: desde que el Congreso aprob¨® la ley, el precio de los seguros privados ha subido a menos de la mitad del ritmo al que subi¨® durante la ¨²ltima d¨¦cada, y los costes de Medicare han subido a menos de un quinto del ritmo anterior.
Pero si los costes sanitarios pintan bien, ?a qu¨¦ se debe el repunte de las primas? Solo afecta a un elemento del sistema sanitario: los ¡°intercambios¡±, los mercados de seguros que cre¨® Obamacare para quienes no est¨¢n cubiertos ni por sus empresas ni por los programas gubernamentales, principalmente Medicare y Medicaid.
Las ¨²ltimas noticias sobre el sistema sanitario son malas pero en absoluto son catastr¨®ficas
En teor¨ªa, el funcionamiento de los intercambios se basa en que tanto las personas sanas como las menos sanas se registren, de modo que las aseguradoras cuenten con una buena combinaci¨®n de riesgo que les permita ofrecer p¨®lizas a precios razonables. Se daba por hecho que la participaci¨®n ser¨ªa amplia porque la ley exige que todo el mundo est¨¦ asegurado ¡ªla ¡°obligaci¨®n¡±¡ª, bajo pena de multa. Supuestamente, contratar un seguro seguir¨ªa siendo asequible porque la ley ofrece subvenciones a las familias con ingresos medios y bajos, lo que garantiza que los costes no suban demasiado en relaci¨®n con los ingresos.
Muchas aseguradoras entraron en el mercado con la creencia de que el sistema funcionar¨ªa seg¨²n lo anunciado. Despu¨¦s de todo, sistemas conceptualmente similares ya funcionan en otros pa¨ªses, como Suiza; Massachusetts tiene un sistema parecido desde 2006 (motivo por el que algunos lo llamamos ObamaRomneycare); e incluso ahora sigue funcionando bien en California, donde el programa se ha gestionado correctamente.
Sin embargo, en muchos Estados no se registr¨® un n¨²mero suficiente de personas, y ahora, las aseguradoras se est¨¢n retirando o est¨¢n subiendo las primas, en respuesta al desequilibrio en cuanto al riesgo. Como hasta ahora las primas eran muy inferiores a lo previsto, con esto solo vuelven al nivel esperado. Pero es evidente que no son buenas noticias.
?A cu¨¢ntas personas les afecta esta subida de las primas? No a tantas como se podr¨ªa pensar.
Si est¨¢n cubiertas por un seguro de su empresa, por Medicare o por Medicaid, no les afecta. Aunque contraten una p¨®liza en los ¡°intercambios¡±, est¨¢n protegidas si sus ingresos son lo bastante bajos ¡ª97.200 d¨®lares para una familia de cuatro miembros¡ª para poder optar a una subvenci¨®n. De modo que hablamos de una fracci¨®n de una fracci¨®n de la poblaci¨®n (que, aun as¨ª, podr¨ªa abarcar a varios millones de personas). Ah, y tengan en cuenta que muchos de los afectados por el repunte de las primas ya ten¨ªan antes problemas de salud, y que sin Obamacare no tendr¨ªan ninguna cobertura en absoluto.
Aunque los efectos directos de la subida de este a?o no sean tan grandes, ?podr¨ªa significar que Obamacare est¨¦ a punto de fracasar? No. La mayor¨ªa de las personas que participan en los intercambios recibe subvenciones, lo que significa que el repunte de las primas no las llevar¨¢ a abandonar el sistema; quienes hablan de una ¡°espiral mortal¡± no han hecho los deberes. De modo que la noticia es mala, pero su malignidad es limitada. Aun as¨ª, los art¨ªfices del Obamacare esperaban crear un sistema que, con el tiempo, cubriese a casi todo el mundo.
?Se pueden resolver los problemas actuales?
Desde el punto de vista t¨¦cnico, no cabe duda de que la respuesta es que s¨ª. Insistir en la obligatoriedad; ampliar las subvenciones; cerrar las lagunas legales que han permitido a algunas aseguradoras saltarse los intercambios; adoptar una actitud m¨¢s activa a la hora de establecer normas y llegar a las familias para que sean conscientes de las opciones que tienen. Algunos Estados lo est¨¢n haciendo mucho mejor que otros, y no resultar¨ªa muy caro extender las pr¨¢cticas m¨¢s efectivas al conjunto de la naci¨®n.
El problema es que el Congreso tendr¨ªa que votar a favor de ese gasto. De modo que, a menos que los dem¨®cratas consigan hacerse con la C¨¢mara de Representantes (algo improbable) o los republicanos est¨¦n dispuestos a cooperar por el bien del inter¨¦s general (a¨²n m¨¢s improbable), esa soluci¨®n sencilla que salta a la vista tendr¨¢ que esperar alg¨²n tiempo.
En resumen, ?son decepcionantes las ¨²ltimas noticias sanitarias? S¨ª. ?Son catastr¨®ficas? En absoluto.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa.
? The New York Times Company, 2016. Traducci¨®n de News Clips.
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