Un exempleado de BBVA, condenado a pagar 7 millones en costas por una demanda ¡°temeraria¡±
Un juzgado de A Coru?a declara que el exasesor jur¨ªdico ¡°litig¨® con temeridad¡± al pedir 140 millones por usar su firma una vez jubilado
El juzgado de primera instancia n¨²mero 12 de A Coru?a ha desestimado la demanda civil millonaria interpuesta por un exempleado de los servicios jur¨ªdicos del BBVA al que reclamaba 140 millones de euros por utilizar, durante dos a?os, su firma electr¨®nica una vez finalizada su relaci¨®n laboral con la entidad, y condena al demandante a pagar las costas del proceso. Dada la enorme cantidad del importe reclamado, las costas son de al menos 7 millones de euros. Las minutas de abogados y procuradores est¨¢n fijadas por los correspondientes colegios profesionales en funci¨®n del importe reclamado.
La sentencia difundida este jueves por el Tribunal Superior de Galicia considera que caducada la acci¨®n ejercitada por el demandante por lo que absuelve al banco. El fallo considera que el exempleado ¡°litig¨® con temeridad¡± y le impone el pago de las costas procesales de cuyas gravosas consecuencias ya hab¨ªa sido advertido por el propio juez al comenzar el juicio: ¡°Es probable que quede hundido econ¨®micamente para toda su vida¡±, le augur¨® el magistrado.
Ahora en su veredicto, el juez concluye que lo que ¡°se le ha solicitado es la declaraci¨®n de haber litigado con temeridad al pedir una indemnizaci¨®n de 140 millones para quien necesitar¨ªa trabajar 2.000 a?os para obtener una cifra semejante¡±.
G. A. C. P., uno de los apoderados para casi 600 sucursales del BBVA en Espa?a que se encargaban de firmar los documentos con los que el banco acreditaba la existencia de una deuda tras el estallido de la crisis, se prejubil¨® en 2008 y dos a?os despu¨¦s descubri¨® que la entidad hab¨ªa seguido usando su firma cuando una mujer de Vigo se puso en contacto con ¨¦l para defenderse de una reclamaci¨®n.
El exempleado recurri¨® a la v¨ªa penal que fue desestimada por lo que interpuso una demanda de protecci¨®n a la propia imagen, imputando al banco una intromisi¨®n ileg¨ªtima por uso indebido de su nombre, cuyo juicio se celebr¨® el 9 de noviembre. ¡°Hasta tal punto de que pudo librarse con su nombre y firma m¨¢s de 140.000 certificaciones de saldo¡±, sostiene la demanda.
Cabe recurso
El demandante, que puede recurrir a la Audiencia Provincial, valor¨® los perjuicios econ¨®micos causados por el BBVA a raz¨®n de 1.000 euros por certificaci¨®n, equipar¨¢ndose a lo que podr¨ªa cobrar un corredor de comercio por cada una. Sin embargo, el fallo concluye ¡°que las pretensiones econ¨®micas de la demanda constituyen un desprop¨®sito dif¨ªcilmente justificable, constitutivo de temeridad, y lo absurdo de la cuant¨ªa reclamada tambi¨¦n lo es a la hora de estimar que los 140 millones sean la verdadera cuant¨ªa del pleito¡±
Tanto en la v¨ªa penal como en la civil, el exempleado present¨® certificaciones acreditativas de que los ingresos brutos anuales que percib¨ªa del BBVA por su trabajo eran de casi 70.000 euros. En base a su salario, solicit¨® en la demanda, con car¨¢cter principal, 140 millones de euros, y de manera subsidiaria 112 millones de euros si las certificaciones alcanzasen las 112.000.
As¨ª fue rebajando hasta los 72.000 euros la indemnizaci¨®n, solicitando siempre subsidiariamente la cifra de certificaciones que llevasen su firma electr¨®nica. Y tambi¨¦n reclam¨® la cantidad alternativa de m¨¢s de 128 millones como equivalente a su salario desde que se libr¨® la primera de las certificaciones hasta la ¨²ltima.
Por su parte, el banco redujo a solo 4.395 el n¨²mero de las certificaciones en las que us¨® indebidamente la firma del demandante. El letrado de la entidad neg¨® en todo momento el perjuicio que denunci¨® su exapoderado, alegando que ninguno de los morosos a los que se certific¨® deuda en su nombre se hubiese querellado contra ¨¦l.
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