¡°La nutrici¨®n terap¨¦utica puede ser el pr¨®ximo Nespresso¡±
Luis Cantarell entr¨® hace 40 a?os en Nestl¨¦. Es vicepresidente ejecutivo y cerca de su jubilaci¨®n repasa la evoluci¨®n de la multinacional
Hace 150 a?os el farmac¨¦utico alem¨¢n Henri Nestl¨¦ dio con la f¨®rmula de su ¡°harina lacteada¡±, un producto creado para salvar de la desnutrici¨®n a los ni?os suizos que pasaban hambre en esos tiempos de miseria. Si hoy nos resulta casi incre¨ªble imaginar ni?os suizos fam¨¦licos, es posible que el se?or Nestl¨¦ tampoco hubiera podido creer que su empresa iba a convertirse con el paso del tiempo en la mayor multinacional de la alimentaci¨®n, con mil millones de productos diarios vendidos.
Esta es la empresa en la que Luis Cantarell entr¨® hace 40 a?os y en la que lleg¨® a vicepresidente ejecutivo y m¨¢ximo responsable para Europa, Medio Oriente y el norte de ?frica. Cuando se jubile a fin de a?o, ser¨¢ el ¨²ltimo espa?ol en la presidencia del coloso suizo. Este economista que so?aba con viajar y trabajar en la Unesco comenz¨® su carrera en el departamento de sistemas de informaci¨®n de Nestl¨¦.
Cantarell inicia la charla afirmando no sentirse inquieto por la situaci¨®n espa?ola, sobre todo a nivel pol¨ªtico, aunque le preocupa el paro juvenil. ¡°Invertimos en toda Espa?a y, por supuesto, seguimos invirtiendo en Catalu?a. Llevamos 150 a?os en todo tipo de escenarios pol¨ªticos incluyendo dos guerras mundiales, pero nos mantenemos donde otras empresas se retiran. Hemos sido nacionalizados en Cuba y en Venezuela, pero ah¨ª seguimos. Aunque lo que m¨¢s me preocupa es Europa. Noto falta de visi¨®n de futuro y carencia de liderazgo¡±.
¡°Estamos sujetos a m¨¢s cr¨ªticas que una pyme perdida por ah¨ª¡±
Entre otros cambios que vive su empresa, uno que no es menor es el del fin de las ¡°carreras para toda la vida¡±, de las que Cantarell es un buen ejemplo. De hecho, el actual consejero delegado Paul Bulcke ser¨¢ reemplazado por Mark Schneider, un ejecutivo alem¨¢n que llega de la multinacional Fresenius y no se ha formado en la casa. Una tendencia que tiende a acentuarse. ¡°Cambiamos porque la sociedad est¨¢ cambiando, y nosotros nos adaptamos a esta nueva realidad. Pero no porque nos parezcan mejores o deseables esos cambios¡±, explica en un exclusivo restaurante a orillas del lago Leman, a tiro de piedra de su cuartel general.
Nestl¨¦ parece tambi¨¦n apostar fuerte en un campo que denomina ¡°nutrici¨®n terap¨¦utica¡±. Algo que suena a mezcla de alimentaci¨®n con ciencia ficci¨®n, y que abre insospechadas posibilidades. ¡°A base de estudios cl¨ªnicos y de invertir en I+D vamos m¨¢s all¨¢ de las fronteras de la nutrici¨®n para llegar a personas que sufren enfermedades cr¨®nicas. Sabemos que la nutrici¨®n tiene que ver con el Alzheimer, e incluso con el autismo. El 70 % de los ni?os autistas tienen problemas gastrointestinales. Por eso buscamos una dieta que pueda ayudarles modificando su micro bioma. Estamos en camino, aunque si llegamos ser¨¢ dentro de 20 a?os¡±.
Pero no todo es rosa para Nestl¨¦. La empresa suiza ha estado a menudo en el ojo del hurac¨¢n y una parte de la opini¨®n p¨²blica tiene de ella una imagen no muy positiva. ¡°Yo acepto las cr¨ªticas. Pero nuestro consejero delegado suele decir: ¡°es evidente que los ¨¢rboles altos cogen m¨¢s viento¡±. Estamos m¨¢s sujetos a cr¨ªticas que si fu¨¦ramos una PYME perdida por ah¨ª. ?Qu¨¦ nos critican? ?Temas relacionados con la nutrici¨®n infantil que vienen de los a?os 70, o la cuesti¨®n del aceite de palma? Hemos tomado muy en serio estos temas, y hoy somos una de las empresas m¨¢s avanzadas del mundo en productos sostenibles¡±.
La multinacional se enfrenta igualmente a unos consumidores cada vez m¨¢s conscientes de su impacto en el medioambiente, en el que tendencias como el veganismo o el consumo de productos org¨¢nicos no cesa de crecer. ¡°La preocupaci¨®n por el medioambiente me parece correcta. Pero en Nestl¨¦ estamos a favor de los OGM (organismos gen¨¦ticamente modificados, los conocidos como transg¨¦nicos) siempre que sean seguros para el consumidor y no afecten al medioambiente. Ahora bien, si notamos que el consumidor europeo no quiere comprar OGM no les vamos a obligar, ya que vivimos de nuestras ventas. Pero que no utilicemos OGM no quiere decir que no tengamos nuestro punto de vista sobre la investigaci¨®n¡±.
¡°Me parece triste que EE?UU apueste por derogar el Pacto del Pac¨ªfico¡±
Cantarell suele decir que no existen los mercados saturados. ¡°El problema es la falta de innovaci¨®n¡±, afirma enf¨¢tico. Y pone el ejemplo de Nespresso, que fue el negocio de mayor crecimiento para Nestl¨¦. ¡°Aunque antes el 50% de nuestro volumen de negocio se hac¨ªa en Europa, y hoy es el 30 % a nivel mundial¡±. Aunque interrogado acerca de si cabe esperar otro ¡°milagro¡± como Nespresso, el directivo catal¨¢n precisa que no ha sido ning¨²n milagro. ¡°Cuando lo lanzamos nadie esperaba tal ¨¦xito, empezando por nosotros mismos. Nespresso naci¨® en 1976 y no funcionaba. La gente se olvida de esto. Pero respondiendo a su pregunta, yo creo que la nutrici¨®n terap¨¦utica puede ser nuestro pr¨®ximo Nespresso, aunque quiz¨¢s el boom no sea tan grande. Pero contamos con ser actores centrales de este mercado¡±.
El mundo pasa por una fase imprevisible. Sorpresas como el Brexit o la elecci¨®n de Donald Trump no son bienvenidas en una empresa global. ¡°Para Nestl¨¦ un mundo vol¨¢til no es bueno, pero si es as¨ª tienes que ser capaz de adaptarte¡±, razona Cantarell. Aunque no parece inquieto: ¡°En la mayor¨ªa de pa¨ªses importantes, los productos que vendemos est¨¢n fabricados localmente. Si Trump deroga el Pacto del Pac¨ªfico, a nosotros no nos afecta en casi nada. Que haga lo que quiera. Nuestros movimientos transatl¨¢nticos de producto son m¨ªnimos. A m¨ª lo que me parece triste es que un pa¨ªs como Estados Unidos se plantee estas soluciones. Esto prueba que la gente ha perdido la confianza en el futuro y se encierra entre sus cuatro paredes¡±.
Confianza es una palabra que Luis Cantarell repite a lo largo de la extensa conversaci¨®n. ¡°Es que dependemos de la confianza de la gente. Nos gusta ver que a¨²n queda mucha gente en Espa?a que cree que Nestl¨¦ es una empresa espa?ola. Incluso la gente mayor le llama ¡°La Nestl¨¦¡±, con acento en la primera e. Sobre todo en Catalu?a. Nosotros vendemos alimentaci¨®n. Y alimentaci¨®n es cultura, que quiere decir tambi¨¦n cercan¨ªa. Estamos presentes en la vida cotidiana de la gente, y debemos seguir estando. Durante a?os en Espa?a nuestro lema fue ¡°Nestl¨¦: calidad y confianza¡±. Y siempre digo a mis colaboradores que el d¨ªa que perdamos una de estas dos cosas, lo habremos perdido todo. Esto es lo ¨²nico que puede hundir a Nestl¨¦. Porque nosotros no somos ¡°too big to fail¡±, como los bancos¡±.
?Y qu¨¦ piensa este ejecutivo de la derecha nacionalista en su pa¨ªs adoptivo, que cada a?o adquiere m¨¢s poder y pide el cierre de fronteras, incluso para trabajadores de la UE? ¡°Estamos en contra de las limitaciones al libre movimiento de trabajadores propiciado por la UDC suiza. A Nestl¨¦ no se le pueden poner l¨ªmites para contratar a los mejores trabajadores. Pero si nos limitan, iremos a otro sitio, y la ¨²nica perdedora ser¨¢ Suiza. Que los j¨®venes puedan trabajar en otro pa¨ªs permite crear una generaci¨®n independiente y tolerante. Necesitamos m¨¢s gente as¨ª. Sobre todo en Espa?a, donde la tolerancia no es la caracter¨ªstica que mejor nos define¡±.
Tras su retiro, Cantarell seguir¨¢ viviendo en Suiza, donde residen dos de sus hijos, mientras que su tercera hija vive cerca de Barcelona. ?Se arrepiente de algo a la hora del balance? ¡°Me hubiera gustado vivir en m¨¢s pa¨ªses¡±, reflexiona. ¡°Mi carrera estuvo muy centrada en Europa. Hubiera querido pasar a?os en India o China. Quiz¨¢s tambi¨¦n hubiera debido escuchar m¨¢s a mi gente. A veces he tomado decisiones sin escuchar a nadie. Pero no me arrepiento. He sabido aceptar mis equivocaciones cuando fue necesario¡±.
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