Finlandia, laboratorio mundial de la renta b¨¢sica universal

¡°Para revolucionar algo tan grande, tan tradicional y tan fundamental como son las retribuciones hay que experimentar primero¡±, se?ala Roope Mokka, cofundador de Demos Helsinki, el primer think tank independiente de los pa¨ªses n¨®rdicos. En un pa¨ªs calvinista en el que la cultura de la responsabilidad se respira en cada esquina, esta remuneraci¨®n adicional es vista por expertos, pol¨ªticos y ciudadanos no como un regalo, sino como una oportunidad para engrasar la econom¨ªa y animar a la poblaci¨®n a iniciar negocios, explica este joven finland¨¦s durante una mesa redonda en Slush, un evento que congrega cada a?o a centenares de sturt-ups, compa?¨ªas e inversores mundiales y que se ha convertido en un acontecimiento clave para la econom¨ªa finlandesa que hoy por hoy contin¨²a luchando por salir de una profunda recesi¨®n.

Pero a¨²n con un horizonte dif¨ªcil ¡ªla Comisi¨®n Europea le augura un crecimiento del 0,9% del PIB para el a?o que viene¡ª, el Gobierno conservador finland¨¦s es pionero mundial en implantar la renta b¨¢sica. Una selecci¨®n de 2.000 ciudadanos recibir¨¢n a partir del pr¨®ximo enero, y durante dos a?os, 560 euros al mes. ¡°Los an¨¢lisis m¨¢s fiables tardar¨¢n en llegar al menos seis a?os m¨¢s¡±, predice el experto. En Oakland (EE UU) ser¨¢n mil familias las que recibir¨¢n 500 euros mensuales y Utretch, en Pa¨ªses Bajos, experimentar¨¢ tambi¨¦n ¨¦sta f¨®rmula en 2017. Eso s¨ª, Finlandia es de los pocos pa¨ªses en la Uni¨®n Europea (UE) que no goza de un salario m¨ªnimo interprofesional, al igual que los pa¨ªses escandinavos. Su PIB per c¨¢pita, en cambio, es de los m¨¢s altos de la Uni¨®n incluso en tiempos convulsos: 38.200 euros en 2015 (a?o en el que el d¨¦ficit alcanz¨® el 2,8% del PIB) frente a los 23.200 de Espa?a, seg¨²n la p¨¢gina web datosmacro.

Empleos m¨¢s caros

Para que la idea de renta b¨¢sica que a muchos les puede parecer ut¨®pica se convierta en realidad lo que se necesita es financiaci¨®n. El experto sostiene que lo primero que las empresas y los Gobiernos deber¨ªan hacer es asegurar que ¡°los trabajos se paguen caro¡±, adem¨¢s de llevar a cabo una reforma en el sistema impositivo que grave a¨²n m¨¢s a las rentas altas. ¡°La propiedad inutilizada, bienes, deficiencia energ¨¦tica, edificios... hay muchas cosas a las que se le pueden aplicar m¨¢s impuestos¡±, enumera Mokka de forma improvisada aunque con un gran conocimiento de lo que habla.

De lo contrario, y como ocurre por ejemplo en Espa?a ¡ªdonde el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) acaba de subir el salario m¨ªnimo a 707,6 euros, la mitad que en Francia, seg¨²n Eurostat¡ª, seguir trabajando y recibir este complemento salarial ¡°no compensar¨ªa¡± y fomentar¨ªa la desocupaci¨®n, un argumento que a Mokka no le convence. S¨ª cree, sin embargo, que ah¨ª se sit¨²a una de las claves para el buen funcionamiento de la renta b¨¢sica universal: ¡°Hay que empezar a asumir que no todo el mundo puede tener un trabajo porque estamos compitiendo contra las m¨¢quinas, y ellas siempre ganar¨¢n¡±. El director de Tekes, la agencia p¨²blica que invierte en innovaci¨®n en este pa¨ªs de poco m¨¢s de cinco millones de personas, Jukka H?yrynen, sostiene que la seguridad en el trabajo es algo que se est¨¢ perdiendo a nivel global, lo que ¨¦l ve con cierto positivismo: "Esto es un ingrediente para emprender", se?ala.

Un?estudio que la Universidad de Oxford elabor¨® en enero de 2016, el 57% de la fuerza de trabajo humana en los pa¨ªses de la OCDE est¨¢ en riesgo de desaparecer por la automatizaci¨®n y los avances tecnol¨®gicos. ¡°Tenemos la necesidad de integrar a toda la gente desocupada en nuestra sociedad y en lugar de subsidios por desempleo, la renta b¨¢sica suena como una buena idea¡±, defiende Juhana Aunesluoma, director de investigaci¨®n de estudios europeos en la Universidad de Helsinki desde una sala en el Ministerio de Exteriores. Algo que no le pareci¨® a Suiza el pasado junio cuando rechaz¨® mediante refer¨¦ndum esta iniciativa.

Pero los Gobiernos ¡ªespecialmente los del sur de Europa¡ª est¨¢n hasta cierto punto ¡°obsesionados¡±, dice Mokka, con llegar al pleno empleo en detrimento de la b¨²squeda de alternativas para que el dinero entre en los hogares (y en el sistema) y para que los desempleados por la automatizaci¨®n del trabajo se mantengan ocupados y reinviertan su tiempo.