El nuevo valor del conejo
El vallisoletano grupo Hermi, el mayor productor cun¨ªcola de Espa?a, apuesta por nuevos formatos
Cada espa?ol consume de media al a?o 1.300 gramos de carne de conejo, el equivalente a algo m¨¢s de un animal por cabeza, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n. Est¨¢ muy lejos de las cifras de antes de la crisis, cuando Espa?a era uno de los l¨ªderes mundiales en la compra de esta carne; a¨²n hoy, es el quinto productor mundial. "En lo que va de a?o, el consumo ha bajado en un 11%", explica Santiago Miguel Casado, consejero delegado del grupo Hermi, el segundo procesador de conejo de Europa y el primero de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Hermi factura alrededor de 61 millones de euros al a?o procesando 14.500 toneladas de carne procedente de unas 200 granjas.
El hecho es que la ca¨ªda del consumo contin¨²a a pesar de la recuperaci¨®n econ¨®mica. Seg¨²n la Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA), entre las causas est¨¢n "la continua banalizaci¨®n de la carne de conejo en los lineales de la gran distribuci¨®n, el desequilibrio en el poder negociador de los productores y la falta de valor del producto; la ausencia de contratos en las relaciones entre suministradores y receptores, as¨ª como la excesiva atomizaci¨®n de los ganaderos". UPA tambi¨¦n denuncia que, en el campo, la carne de conejo se pagaba a 1,49 euros por kilo, mientras que, cuando llega al punto de venta final, el precio se ha triplicado.
"En Francia y en Italia, los productores han compensado la ca¨ªda del consumo bajando la producci¨®n. En Espa?a no hemos sido capaces de hacer lo mismo", considera Miguel. "Hasta ahora hemos equilibrado con la exportaci¨®n, pero ahora el mercado exterior tampoco tira, por lo que nos hemos encontrado con un exceso de oferta y una ca¨ªda de los ingresos". Sin embargo, Hermi no se considera seriamente afectada por la crisis. "La hemos podido sobrellevar bastante bien, puesto que hemos sido capaces de ofrecer precios competitivos", considera Miguel Casado.
El sector, en una reciente reuni¨®n, ha apostado por dos medidas para reactivar el consumo: por un lado, estabilizar y hacer transparentes las relaciones entre productores y procesadores con el fin de recuperar la confianza perdida y que se cumplan los acuerdos; por el otro, fomentar una estrategia de comunicaci¨®n que afiance el consumo de carne de conejo.
Por su parte, Hermi f¨ªa la recuperaci¨®n del sector a un cambio de percepci¨®n por parte del consumidor. "La gente busca, cada vez m¨¢s, tener una alimentaci¨®n saludable", se?ala Miguel. "Los expertos consideran que la nuestra es una de las carnes m¨¢s sanas. Tenemos que dar a conocer todo esto y, tambi¨¦n, ofrecer formatos, como platos precocinados, que se adapten a un consumidor joven que quiere cuidarse pero que tiene poco tiempo. Nosotros, por ejemplo, tenemos una hamburguesa que tan s¨®lo tiene un 1,8% de materia grasa".
Un directivo contempor¨¢neo
Santiago Miguel Casado tiene estudios de Empresariales, adem¨¢s de un MBA y un programa de Direcci¨®n de Empresas Alimentarias (DEA) impartido por el Instituto Internacional San Telmo de Sevilla. Para ¨¦l, mantener un proceso continuo de formaci¨®n es algo b¨¢sico.
Entre sus proyectos est¨¢ trabajar en nuevas presentaciones del producto que faciliten su uso por parte de los consumidores. Tambi¨¦n pretende estar m¨¢s presente en el sector de la restauraci¨®n.
Por su parte, la empresa de La Cist¨¦rniga (Valladolid), con 43 a?os de historia y ahora liderada por la segunda generaci¨®n de la familia Miguel ¡ªsucediendo al fundador Heriberto Miguel, que dio nombre a la empresa, y su esposa Mar¨ªa Casado¡ª quiere seguir manteniendo su liderazgo en el mercado sosteni¨¦ndose en la innovaci¨®n, un proceso llamado cunicultura 4.0. "Siempre hemos apostado por la innovaci¨®n como forma y manera de ser m¨¢s eficaces y competitivos", afirma Santiago Miguel, que comparte el liderazgo de la empresa con sus tres hermanos, Alonso, Isabel y C¨¦sar) "Y creemos que esto debe implicarnos tanto a nosotros mismos, como empresa, como a los productores con los que trabajamos".
?Y c¨®mo funciona? "Como una serie aplicaciones inform¨¢ticas, desarrolladas dentro de la propia compa?¨ªa, que nos permiten controlar todos los datos t¨¦cnicos de las granjas", explica. "Estos datos, que antes se apuntaban a mano o en una hoja de c¨¢lculo, ahora se pueden consultar desde el tel¨¦fono m¨®vil. Toda esta informaci¨®n, que nos permite ver la evoluci¨®n de las explotaciones desde el punto de vista t¨¦cnico, est¨¢ disponible tanto para nuestros operarios como para los granjeros de nuestra red".
Esto no es todo. "Tambi¨¦n innovamos, por ejemplo, para canalizar las comunicaciones entre nuestros cuatro mataderos y nuestros dos centros log¨ªsticos", prosigue. "Incluso, para controlar las condiciones ambientales de las granjas, en cuanto a temperatura, humedad y otros factores".
Pero a pesar de su tama?o, Hermi es consciente de que de nada sirve sin la ayuda del resto de la cadena de producci¨®n. "Tambi¨¦n tratamos de innovar en el modo de relacionarnos con nuestros proveedores", afirma. "Desde hace algunos a?os hemos aplicado un modelo de integraci¨®n en las relaciones que mantenemos con ellos. Han pasado a ser colaboradores, en una interacci¨®n en la que todo el mundo gana. De esta forma, el conocimiento generado, por ejemplo, con alguno de nuestros colaboradores, se traslada, inmediatamente, al modo de trabajar con el resto de la red".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.