China recrudece la guerra comercial con Estados Unidos y Europa
Pek¨ªn amenaza con represalias tras la negativa de varias potencias a otorgar al gigante asi¨¢tico el estatus de econom¨ªa de mercado ante la OMC
El decimoquinto aniversario de China como miembro de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) ocurre en medio de un nuevo episodio de tensi¨®n entre el gigante asi¨¢tico y sus principales socios comerciales: la Uni¨®n Europea, Estados Unidos y Jap¨®n. La decisi¨®n de estas tres potencias de no reconocer oficialmente a la Rep¨²blica Popular como una econom¨ªa de mercado, algo que reducir¨ªa significativamente los aranceles de los productos importados de este pa¨ªs, ha enfurecido a Pek¨ªn, que amaga con represalias que podr¨ªan empeorar la ya de por s¨ª complicada relaci¨®n comercial entre China y el mundo.
Cuando China entr¨® en la OMC en 2001, lo hizo bajo unas condiciones especiales para que el resto de miembros pudieran defenderse mejor de posibles casos de dumping, es decir, cuando el pa¨ªs exportador vende sus productos en otros mercados a un precio inferior al dom¨¦stico. Al protocolo de acceso se le a?adi¨® una cl¨¢usula que, en la pr¨¢ctica, ha permitido durante los ¨²ltimos quince a?os imponer aranceles m¨¢s altos a los productos chinos de lo que se corresponder¨ªa.
Esta provisi¨®n caduc¨® el pasado d¨ªa 11 de diciembre coincidiendo con el decimoquinto aniversario de la entrada de China en la OMC. Y, aunque los protocolos de adhesi¨®n no dicen que tras este momento China deber¨¢ seguir siendo una "no econom¨ªa de mercado", tampoco obligan al resto de miembros a considerar al pa¨ªs lo contrario. Y ah¨ª est¨¢ el roce: Pek¨ªn presiona para que sus productos sean m¨¢s accesibles a los mercados mundiales, mientras que Estados Unidos, Europa y Jap¨®n se resisten a aceptar el cambio por la amenaza que los competidores chinos plantean a sus fabricantes.
"Lo que era una cuesti¨®n simplemente t¨¦cnica que podr¨ªa haberse resuelto por los canales diplom¨¢ticos se ha politizado enormemente", asegura Stephanie No?l, abogada especializada en comercio internacional. Mientras China considera que se la est¨¢ tratando injustamente, el resto de potencias alegan que el pa¨ªs no ha cumplido sus compromisos y no se ha transformado en una econom¨ªa de mercado de pleno derecho.
Las protestas del sector del acero en Occidente contra lo que consideran competencia desleal de los productores chinos y el enorme exceso de capacidad de esta industria en el gigante asi¨¢tico -que empieza a materializarse con cierres de empresas y despidos- no han hecho sino que endurecer a¨²n m¨¢s las posturas de cada parte. Hasta el primer semestre del a?o, 17 pa¨ªses han lanzado 65 investigaciones contra productos chinos, un incremento del 66% interanual, seg¨²n datos del Ministerio de Comercio.
"El problema no es que China sea o no una econom¨ªa de mercado, es que (Estados Unidos, la UE y Jap¨®n) est¨¢n utilizando una obligaci¨®n legal como excusa para imponer barreras proteccionistas y no asumir que muchos de sus sectores est¨¢n perdiendo competitividad frente a los de China", asegura Xue Rongjiu, vicepresidente del Instituto sobre la OMC del Ministerio de Comercio. Pek¨ªn ha dicho que "llegar¨¢ hasta donde haga falta" para que se le reconozca este estatus una vez qued¨® claro que ninguno de sus principales socios comerciales dar¨¢ el paso.
China no tard¨® ni un d¨ªa en solicitar ante la OMC un proceso de consultas con la UE y EEUU por sus m¨¦todos de c¨¢lculo de los aranceles antidumping, pero una resoluci¨®n vinculante sobre el caso podr¨ªa tardar hasta tres a?os, seg¨²n No?l. En este plazo, la UE y EEUU podr¨ªan seguir utilizando el mismo m¨¦todo que hasta ahora o bien cambiar su postura. Pero esto ¨²ltimo se antoja casi imposible a corto plazo: Donald Trump dijo en campa?a electoral que impondr¨ªa aranceles de hasta el 45% sobre los productos chinos, mientras que en la UE el gran partidario de conceder este estatus a China era el Reino Unido, que ya ha iniciado su salida del grupo.
Un estudio reciente de Economic Policy Institute sugiere que designar a China como econom¨ªa de mercado incrementar¨ªa entre un 25% y un 50% las exportaciones del pa¨ªs hacia la UE en comparaci¨®n con los niveles del a?o 2011. Tambi¨¦n que se pondr¨ªan en riesgo entre 1,7 y 3,5 millones de puestos de trabajo principalmente en Italia, Alemania, Espa?a, Francia, Portugal y Polonia. Y el impacto podr¨ªa ser incluso mayor: "si la UE otorga este estatus sin que Estados Unidos haga lo mismo, existe el riesgo de que todos los productos chinos sean desviados hacia all¨ª y abrumen el mercado", dice No?l.
Entretanto, China amenaza con tensar a¨²n m¨¢s las relaciones comerciales: "Si insisten en romper las reglas, podemos tomar posturas m¨¢s agresivas e incluso represalias. Si nos imponen aranceles antidumping, podemos hacer lo mismo con ellos", dice Xue. Y algunos expertos temen que esta particular venganza pueda expandirse hacia las negociaciones en curso del Tratado Bilateral de Inversiones, en el que la UE aspira a que se abran nuevos sectores para sus empresas, o en los t¨ªmidos avances alcanzados en China en materia de protecci¨®n de la propiedad intelectual. "En esta situaci¨®n ser¨¢ dif¨ªcil pedirles que hagan concesiones. Ya no tendr¨¢n ning¨²n complejo", asegura No?l.
Desde la C¨¢mara de Comercio de la UE en China, que denuncia continuamente un trato injusto por parte de Pek¨ªn en comparaci¨®n con las empresas locales, piden que el bloque comunitario "se esmere en alcanzar una relaci¨®n econ¨®mica s¨®lida, justa y equilibrada con China". Tambi¨¦n conf¨ªan en que ambas partes "resuelvan pronto esta cuesti¨®n" en parte gracias al nuevo mecanismo que prepara la UE, una nueva base legal que eliminar¨ªa formalmente a China como una "no econom¨ªa de mercado" pero que conducir¨ªa a los mismos resultados, es decir, un nivel de aranceles a los productos chinos similar al actual.
Esta soluci¨®n dif¨ªcilmente contentar¨¢ a Pek¨ªn. "El desarrollo de las relaciones comerciales en el futuro va a estar ensombrecido por esta decisi¨®n pol¨ªtica. A nadie le beneficia una guerra comercial, pero en China estamos preparados para una larga lucha", concluye Xue.
?Por qu¨¦ el m¨¦todo actual encarece los productos chinos?
Seg¨²n las reglas de la OMC, el dumping se determina mediante la comparaci¨®n entre el precio de exportaci¨®n del producto en cuesti¨®n y el precio de venta del mismo en el interior del pa¨ªs. Si este ¨²ltimo es menor que el primero, entonces se considera que existe dumping y, por lo tanto, competencia desleal. La diferencia entre estos dos precios es clave para calcular el impuesto que el pa¨ªs receptor impondr¨¢ para neutralizar esta ventaja ilegal.
En el caso de China, en 2001 se determin¨® que el pa¨ªs no era una econom¨ªa de mercado, por lo que el precio dom¨¦stico no serv¨ªa para reflejar el valor real del producto. Entonces se habilit¨® una provisi¨®n que permit¨ªa a los miembros de la OMC hacer la comparaci¨®n con los datos de un tercer pa¨ªs "sustituto" que s¨ª era considerado una econom¨ªa de mercado. En el caso de China se han utilizado como referencia los precios de, por ejemplo, M¨¦xico o India. En general estos pa¨ªses tienen unos costes de producci¨®n m¨¢s elevados que China, con lo que esta pr¨¢ctica ha facilitado las denuncias antidumping, ha permitido ampliar los m¨¢rgenes entre ambos precios y, por ende, imponer aranceles m¨¢s altos que si se utilizara la metodolog¨ªa ordinaria.
De acuerdo con un estudio del a?o 2006 de la Oficina Gubernamental de Rendici¨®n de Cuentas de los Estados Unidos (GAO), la tasa media aplicada a las empresas chinas fue 23 puntos porcentuales m¨¢s alta que la impuesta a compa?¨ªas similares procedentes de pa¨ªses catalogados como econom¨ªas de mercado.
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