Un buen impuesto mal puesto
La tributaci¨®n por sociedades mejora pero deben limarse las graves chapuzas
El pol¨¦mico retoque al alza del impuesto de sociedades (IS) que limita desde principio de a?o algunas de sus deducciones va en la buena direcci¨®n.
Tiene sentido presupuestario, para cumplir en 2017 el d¨¦ficit del 3,1% pactado con los socios de la UE: aumentando la recaudaci¨®n por este concepto se evita agravar otros que afectan m¨¢s directamente al contribuyente modesto (IVA, IRPF), o reducir gasto social. Lo tiene para ¡°mitigar las negativas consecuencias que un elevado d¨¦ficit p¨²blico tiene sobre la econom¨ªa espa?ola¡±, sin necesidad de apelar a la UE (RDL 3/2016, BOE 3/12/2016). Y tiene sentido fiscal porque aproxima la recaudaci¨®n a la media europea. Y porque acerca el tipo real del impuesto (el 6,9% en las grandes corporaciones) al nominal (el 28%).
En realidad, acaba con unos de los grandes agujeros que convert¨ªan al IS en un gruy¨¨re, y al sistema impositivo espa?ol, en un esc¨¢ndalo antirredistributivo. Baste una comparaci¨®n. La recaudaci¨®n por IS se desplom¨® de 44.823 millones a 20.649 entre 2007 y 2015: 24.174 millones menos. Solo la deducci¨®n por p¨¦rdidas derivadas del deterioro de inversiones en cartera (compra de filiales) super¨® los 88.000 millones en el cuatrienio 2009-2012: a una media anual de 22.000 millones (EL PAIS, 21/12/16). O sea que sin ella, la recaudaci¨®n se habr¨ªa mantenido.
Adem¨¢s, el retoque tiene sentido de futuro al enmarcarse en la tendencia de armonizar la imposici¨®n empresarial en la UE, con el proyecto de Directiva sobre una Base Fiscal Com¨²n Corporativa de octubre (EL PAIS, 20/10/2016) que tambi¨¦n pretende ampliar las bases imponibles eliminando o limitando la pl¨¦yade de exenciones y deducciones.
Tambi¨¦n exhibe coherencia fiscal cada uno de los retoques practicados. Al limitarse con topes los cr¨¦ditos fiscales por bases negativas (las cuentas pendientes a favor de las empresas por ejercicios anteriores en n¨²meros rojos) se logra que, aunque esas compensaciones permanezcan en buena medida, no anulen la cuota l¨ªquida. Es decir, que siempre resulte una cuota positiva a ingresar.
Al rebajarse los beneficios por p¨¦rdidas de filiales, se evitan algunas inversiones aventureras mantenidas artificiosamente para crear p¨¦rdidas en la matriz y rebajar la factura fiscal, cuando el sentido de una inversi¨®n es generar beneficios. Y tambi¨¦n se equipara el trato, asim¨¦trico, entre las ganancias (dividendos y plusval¨ªas) que no tributaban; y las p¨¦rdidas, que pod¨ªan legalmente deducirse. Ahora, el enfoque ser¨¢ homog¨¦neo: no tributar¨¢n las ganancias de las filiales, tampoco se deducir¨¢n sus p¨¦rdidas.
As¨ª que el IS se convierte en un impuesto mejor, contra la enmienda a la totalidad (a todos sus extremos) subyacente al ¡°An¨¢lisis pr¨¢ctico¡± elaborado por la patronal CEOE. Pero este tiene mucho fundamento en dos aspectos clave. Uno es la extrema retroactividad, sin matices: el retoque se aprueba ¡°cuando ya estaba casi finalizado el ejercicio y la inmensa mayor¨ªa de las empresas ya ten¨ªan preparado el presupuesto de efectivo¡± o flujo de caja proyectado (la tesorer¨ªa), para 2017.
El otro es que muchas empresas pagar¨¢n ahora por unos beneficios que no obtuvieron: pues las que ya estaban en p¨¦rdidas no pod¨ªan beneficiarse de las deducciones por el deterioro de su cartera (p¨¦rdidas de sus filiales). La patronal lo critica con raz¨®n porque ¡°supone el gravamen de una renta inexistente o ficticia¡±. Una mayor flexibilidad (en plazos, en tratamientos espec¨ªficos) deber¨ªa permitir adem¨¢s que ninguna empresa se vea abocada a cerrar por culpa de una aplicaci¨®n precipitada de esta reforma. Su tramitaci¨®n como proyecto de ley es la ocasi¨®n para limar sus graves chapuzas. Porque el IS es ahora un buen impuesto, pero mal puesto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.