Donald, el incompetente

Betsey DeVos, nombrada secretaria de Educaci¨®n por Donald Trump, desconoce t¨¦rminos educativos b¨¢sicos y no sabe cu¨¢les son los estatutos federales que rigen la educaci¨®n especial, pero piensa que los funcionarios de los centros educativos deber¨ªan llevar armas para defenderse de los osos pardos.

Monica Crowley, elegida asesora adjunta de seguridad nacional, ha renunciado tras descubrirse que muchos de los textos que hab¨ªa escrito son un plagio. Muchos otros puestos relacionados con la seguridad nacional siguen vacantes, y no est¨¢ claro cu¨¢ntos de los documentos informativos preparados por el Gobierno saliente se han le¨ªdo siquiera, si es que han le¨ªdo alguno.

Por otro lado, Rex Tillerson, nombrado secretario de Estado, afirm¨® con toda tranquilidad que Estados Unidos impedir¨¢ a China acceder a las bases del Mar de China Meridional, al parecer sin darse cuenta de que, de hecho, estaba amenazando con declarar una guerra si China aceptaba su reto.

?Ven un patr¨®n en todo esto?

Para cualquiera que estuviese atento, resultaba evidente que el Gobierno entrante iba a ser descaradamente corrupto. Pero, por lo menos, ser¨ªa eficaz dentro de su corrupci¨®n, ?no?

Sin duda, muchos de los que votaron a Trump creyeron que estaban eligiendo a un empresario inteligente que har¨ªa algo. Y hasta los m¨¢s sensatos posiblemente esperasen que el presidente electo, con su ego por fin saciado, se calmase y se pusiese a gobernar el pa¨ªs (o al menos delegase la aburrida tarea de gobernar Estados Unidos en gente que s¨ª fuese capaz de hacerlo).

El presidente de EE UU no ha madurado. Sigue siendo el eg¨®latra inseguro y poco capaz de mantener la atenci¨®n

Pero no es as¨ª. Trump no ha cambiado ni madurado, como prefieran decirlo. Sigue siendo el eg¨®latra inseguro y poco capaz de mantener la atenci¨®n que siempre ha sido. Y, lo que es peor, se est¨¢ rodeando de personas que comparten muchos de sus defectos (quiz¨¢s porque son la clase de gente con la que se siente c¨®modo).

As¨ª que el prototipo de colaborador de Trump en cualquier terreno, desde la econom¨ªa hasta la diplomacia, pasando por la seguridad nacional, es ¨¦ticamente cuestionable, desconoce el ¨¢mbito pol¨ªtico que supuestamente debe gestionar y muestra una profunda falta de curiosidad. Algunos, como Michael Flynn, elegido asesor de seguridad nacional por Trump, son incluso tan adictos a las teor¨ªas conspiratorias de Internet como su jefe. Este equipo no va a contrarrestar los puntos flacos del comandante en jefe; al contrario, es un equipo que los amplificar¨¢.

?Qu¨¦ importancia tiene esto? Si quieren un ejemplo sobre el modo en que probablemente funcione (o no funcione) el Gobierno de Trump-Putin, resulta ¨²til recordar lo que pas¨® durante los a?os de Bush-Cheney.

La gente tiende a olvidar hasta qu¨¦ punto el ¨²ltimo Gobierno republicano tambi¨¦n se caracteriz¨® por el amiguismo, el nombramiento de personas poco cualificadas pero bien conectadas para ocupar cargos clave. No fue tan exagerado como lo que sucede ahora, pero result¨® sorprendente en aquel momento. ?Recuerdan lo de ¡°Brownie, est¨¢s haciendo un trabajo magn¨ªfico¡±? Y caus¨® da?os muy reales.

En concreto, si quieren hacerse una idea de a qu¨¦ podr¨ªa parecerse el mandato de Trump, piensen en la chapucera ocupaci¨®n de Irak. No se quiso contar con gente que sab¨ªa algo sobre c¨®mo reconstruir un pa¨ªs; los leales al partido ¡ªy los especuladores empresariales¡ª ocuparon su lugar. Existe hasta un v¨ªnculo poco conocido: el hermano de Betsy DeVos, Erik Prince, fund¨® Blackwater, el equipo de mercenarios que, entre otras cosas, contribuy¨® a desestabilizar Irak al disparar a una multitud de civiles.

Ahora, las condiciones que imperaban en Irak ¡ªideolog¨ªa ciega, desd¨¦n por la experiencia profesional, total ausencia de respeto a las normas ¨¦ticas¡ª han llegado a Estados Unidos, pero de una forma mucho m¨¢s acusada.

?Y qu¨¦ pasar¨¢ cuando nos enfrentemos a una crisis? Recuerden, el Katrina fue el acontecimiento que, al final, expuso a la vista de todos el amiguismo de la ¨¦poca de Bush.

Ah¨ª lo tienen: un Gobierno cuya corrupci¨®n no tiene precedentes y adem¨¢s sin ninguna preparaci¨®n. Va a ser tremendo

Las crisis, de la clase que sean, acaban lleg¨¢ndoles a todos los presidentes. Y parece especialmente probable que se produzcan, teniendo en cuenta el equipo entrante y sus aliados en el Congreso: dadas las prioridades manifiestas de las personas que est¨¢n a punto de asumir el poder, es muy probable que seamos testigos del hundimiento de la asistencia sanitaria, de una guerra comercial y de un pulso militar con China, durante el pr¨®ximo a?o sin ir m¨¢s lejos.

Pero incluso si, de alg¨²n modo, esquiv¨¢semos esos peligros, siempre pasan cosas. Tal vez haya una nueva crisis econ¨®mica, propiciada por las prisas por suprimir la regulaci¨®n financiera. Podr¨ªa producirse una crisis en el extranjero, por ejemplo por una imprudencia de Vladimir, el gran amigo de Trump, en los pa¨ªses b¨¢lticos. Quiz¨¢s sea algo que ni siquiera imaginamos. ?Qu¨¦ pasar¨¢ entonces?

Las crisis reales requieren soluciones reales. No se pueden resolver con un tuit ingenioso, ni haciendo que nuestros amigos del FBI o del Kremlin filtren a los medios de comunicaci¨®n historias que desv¨ªen la atenci¨®n de nuestros problemas. Lo que exige la situaci¨®n es gente experta y sensata en puestos de autoridad.

Pero, por lo que sabemos, en el nuevo Gobierno no habr¨¢ casi nadie que encaje en esa descripci¨®n, puede que a excepci¨®n del reci¨¦n nombrado secretario de Defensa (cuyo apodo casualmente es ¡°Perro Loco¡±).

As¨ª que ah¨ª lo tienen: un Gobierno cuya corrupci¨®n no tiene precedentes, y adem¨¢s sin ninguna preparaci¨®n para gobernar. Va a ser tremendo, perm¨ªtanme que les diga.

Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa.

? The New York Times Company, 2016

Traducci¨®n de News Clips.