Sin educaci¨®n emocional, no sirve saber resolver ecuaciones

Se trata de ense?ar a los futuros maestros a entender y regular sus propias emociones para que sean capaces de dirigir a los ni?os y adolescentes en esa misma tarea. ¡°Mis alumnos me cuentan que nadie les ha ense?ado a regularse emocionalmente y que desde peque?os cuando se enfrentaban a un problema se encerraban en su habitaci¨®n a llorar, era su forma de calmarse¡±, cuenta el docente. Inseguridad, baja autoestima y comportamientos compulsivos son algunas de las consecuencias de la falta de herramientas para gestionar las emociones. ¡°Cuando llegan a la vida adulta, tienen dificultades para adaptarse al entorno, tanto laboral como de relaciones personales. Tenemos que empezar a formar a profesores con la capacidad de entrenar a los ni?os en el dominio de sus pensamientos¡±.

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La inteligencia emocional es la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados an¨ªmicos propios y ajenos, seg¨²n la definici¨®n de quienes acu?aron el t¨¦rmino a principios de los noventa, los psic¨®logos de la?Universidad de Yale Peter Salovey y John Mayer. La inteligencia emocional se traduce en competencias pr¨¢cticas como la destreza para saber qu¨¦ pasa en el propio cuerpo y qu¨¦ sentimos, el control emocional y el talento de motivarse, adem¨¢s de la empat¨ªa y las habilidades sociales.

Tras revisar los programas acad¨¦micos de los grados en Magisterio, Pedagog¨ªa, Psicolog¨ªa y Psicopedagog¨ªa de las univerisdades p¨²blicas espa?olas en 2016, el Grup de Recerca en Orientaci¨® Psicopedag¨°gica (GROP) de la Universidad de Barcelona (UB) concluy¨® que en Espa?a solo hay una universidad p¨²blica que ofrece desde 2012 la asignatura Educaci¨®n Emocional en el grado de Magisterio, la Universidad de La Laguna, en Tenerife. ¡°Cuando pensamos en el sistema educativo, por tradici¨®n creemos que lo importante es la transmisi¨®n de conocimientos de profesor a alumno, a eso se dedica el 90% del tiempo. ?Qu¨¦ pasa con el equilibrio emocional? ?Qui¨¦n habla de eso en la escuela?¡±, se?ala Rafael Bisquerra, director del Posgrado en Educaci¨®n Emocional de la UB e investigador del GROP.

Los j¨®venes con un mayor dominio de sus emociones presentan un mejor rendimiento acad¨¦mico, mayor capacidad para cuidar de s¨ª mismos y de los dem¨¢s, predisposici¨®n para superar adversidades y menor probabilidad de implicarse en comportamientos de riesgo -como el consumo de drogas-, seg¨²n los resultados de varios estudios publicados por el GROP. ¡°La educaci¨®n emocional es una innovaci¨®n educativa que responde a necesidades que las materias acad¨¦micas ordinarias no cubren. El desarrollo de las competencias emocionales puede ser m¨¢s necesario que saber resolver ecuaciones de segundo grado¡±, apunta Bisquerra.

Los elevados ¨ªndices de fracaso escolar -el 20% de los j¨®venes espa?oles de entre 18 y 24 a?os abandona el sistema educativo sin haber finalizado la Secundaria, seg¨²n datos de Eurostat-, las dificultades de aprendizaje o el estr¨¦s ante los ex¨¢menes provocan estados emocionales negativos, como la apat¨ªa o la depresi¨®n, y todo ello est¨¢ relacionado, seg¨²n Bisquerra, con deficiencias en el equilibrio emocional. ¡°Focalizar las clases en las capacidades ling¨¹¨ªsticas y l¨®gicas exclusivamente se puede considerar una estafa del sistema educativo¡±, critica el docente, que ha publicado m¨¢s de 15 libros sobre la materia.

Bisquerra es uno de los precursores en Espa?a de la aplicaci¨®n de la educaci¨®n emocional al ¨¢mbito acad¨¦mico. Cuando empez¨® a investigar en 1993, a¨²n no exist¨ªa ese t¨¦rmino, que a finales de los noventa us¨® como t¨ªtulo en una de sus publicaciones. Lo que est¨¢ fallando, seg¨²n el experto, para que los diferentes niveles educativos no contemplen esos contenidos es la falta de sensibilizaci¨®n, tanto por parte de la administraci¨®n p¨²blica como del profesorado. ¡°La regulaci¨®n de las emociones consigue que los est¨ªmulos que nos rodean nos influyan lo m¨ªnimo posible. Nuestro comportamiento depende, en gran medida, de c¨®mo nos sentimos, y ni los profesores ni las autoridades se lo toman en serio¡±.

En su opini¨®n, el cambio tiene que arrancar con la formaci¨®n del profesorado, con la transformaci¨®n del grado de Magisterio. ¡°En la UB no hemos convencido al n¨²mero de profesores necesario como para modificar el plan de estudios. Lamentablemente, los procesos de cambio educativo son muy lentos¡±, a?ade Bisquerra, que en 2005 public¨® La educaci¨®n emocional en la formaci¨®n del profesorado, donde propone un modelo de asignatura para los profesores de educaci¨®n Infantil, Primaria y Secundaria con teor¨ªa y actividades pr¨¢cticas.

Los objetivos de la educaci¨®n emocional, seg¨²n las gu¨ªas de Bisquerra, son adquirir un mejor conocimiento de las emociones propias y de las de los dem¨¢s, prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas -que pueden derivar en problemas de ansiedad y depresi¨®n-, y desarrollar la habilidad para generar emociones positivas y de automotivarse. En el a?o 2002 la UB lanz¨® su primer posgrado en Educaci¨®n Emocional, que hoy tambi¨¦n ofrecen otras universidades p¨²blicas como la de M¨¢laga, Cantabria o la UNED, entre otras.

Una de las experiencias piloto en formaci¨®n del profesorado en educaci¨®n emocional la lider¨® en Espa?a la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa que, entre 2006 y 2010, form¨® a m¨¢s de 1.500 docentes de colegios e institutos p¨²blicos de la provincia. Bisquerra fue uno de los encargados de coordinar los cursos, as¨ª como de elaborar 14 manuales que est¨¢n disponibles para cualquier docente con decenas de actividades para aplicar en el aula. La Universidad del Pa¨ªs Vasco se encarg¨® de evaluar los resultados. ¡°La comprensi¨®n y regulaci¨®n de las emociones por parte de los profesores redujo los niveles de ansiedad y de burnout (en espa?ol, s¨ªndrome del trabajador quemado)¡±, indica Aitor Aritzeta, profesor de la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. En los alumnos, se redujo la conflictividad en el aula.

En un estudio paralelo liderado por Aritzeta, en el que se form¨® a un grupo de 200 universitarios en t¨¦cnicas de inteligencia emocional, se demostr¨® que tras dos a?os de instrucci¨®n los alumnos que hab¨ªan recibido la ense?anza mejoraban sus resultados en los ex¨¢menes una media de 1,5 puntos respecto al resto de estudiantes. ¡°Aprendieron a manejar el estr¨¦s y los niveles de ansiedad se redujeron un 18%¡±, asegura el docente.

Ense?ar a los docentes a mirar, escuchar y entender las necesidades de un alumno es el objetivo principal de Rafael Guerrero, profesor de la Complutense con el que arrancaba esta historia. "Puede parecer obvio, pensar que todos los maestros tratan as¨ª a los chicos, pero no todos lo hacen. Nadie est¨¢ dispuesto a reconocer el abandono emocional", se?ala. Ense?ar a los j¨®venes a afrontar problemas desde el principio y a desarrollar tolerancia a la frustraci¨®n. Acabar con la frase "eso son tonter¨ªas, ponte a hacer la tarea" es la m¨¢xima que Guerrero quiere para sus alumnos y futuros maestros.