El ¨²ltimo retiro de un zahor¨ª
El expresidente de Asland fue uno de los m¨¢s extraordinarios empresarios de su ¨¦poca
Joaqu¨ªn Bertr¨¢n Caralt ha sido uno de los m¨¢s brillantes empresarios de su tiempo. Naci¨® en Barcelona, en 1928, en el seno de una prestigiosa familia catalana: su abuelo paterno, Jos¨¦ Bertr¨¢n y Musitu, ilustre abogado, particip¨® en la fundaci¨®n de la Lliga Regionalista de Camb¨®, y fue ef¨ªmero ministro de Justicia en 1922; la familia de su abuela paterna, Mar¨ªa Cristina G¨¹ell y L¨®pez, patrocin¨® la construcci¨®n de la Sagrada Familia de Gaud¨ª, y edific¨® el Palacio de Comillas y el Palacio de Pedralbes, que fue su residencia hasta que lo regalaron a Alfonso XIII. Su hermano mayor, Jos¨¦ Felipe Bertr¨¢n, ha ejercido siempre ejemplarmente, ante sus hermanos y la sociedad, los privilegios que comportaba su condici¨®n de hereu de una significativa fortuna. Para Joaqu¨ªn, muy especialmente, ha sido la figura de referencia m¨¢s cercana y respetada; su otra referencia personal fue su mejor amigo, Jorge Villavecchia, tambi¨¦n el principal colaborador que tuvo en sus empe?os empresariales.
Joaqu¨ªn se incorpor¨® a ASLAND muy joven, a mediados de los a?os 50, asumiendo enseguida la presidencia ejecutiva del Grupo. Comprendi¨® que los nuevos tiempos, que marcaban el inicio del desarrollo del pa¨ªs, exig¨ªan empresas productivas con moderna tecnolog¨ªa y que tambi¨¦n contaran un personal formado para realizar los cambios que se avecinaban. Con este fin promovi¨® la asociaci¨®n de ASLAND con la mayor empresa mundial del sector cementero, lo que culmin¨® en la inauguraci¨®n de las instalaciones de la f¨¢brica de Villaluenga en 1963, que supuso un verdadero acontecimiento industrial, y le hizo acreedor de la Gran Cruz del M¨¦rito Civil.
Es significativo el anuncio de la Junta General que ASLAND celebr¨® en 1974, bajo su presidencia, cuando ten¨ªa 46 a?os. Se destacaban como decisivas para el futuro de la compa?¨ªa dos propuestas: una ambiciosa pol¨ªtica de dividendos para los accionistas y una invitaci¨®n al di¨¢logo para los trabajadores con el fin de establecer ¡°cauces de participaci¨®n, cogesti¨®n y una direcci¨®n participativa¡±.
Joaqu¨ªn estuvo casado tres veces. Primero con Elisabeth Hohenlohe-Langenburg; a la muerte de esta, con Vera Spezia; y, fallecida Vera, con Mar¨ªa D¨ªaz, quien le ha acompa?ado hasta el final de su vida. De su primer matrimonio naci¨® su hija Elisabeth, y del segundo sus hijas Fosca y Fiona. Las tres han estado siempre muy unidas a su padre, con la independencia que caracteriza la vida de todos ellos.
En los a?os 70 Joaqu¨ªn descubri¨® la isla de Ibiza, promoviendo la urbanizaci¨®n de Roca Llisa, que ha sido siempre, como todo cuanto hac¨ªa, un ejemplo de excelencia, de respeto a su entorno y de buen gusto. Porque si algo distingui¨® en lo personal a Joaqu¨ªn, fue, adem¨¢s de su fuerza emprendedora, su elegancia. En las yermas tierras ibicencas descubri¨® sus poderes de zahor¨ª, transformando Roca Llisa en un frondoso jard¨ªn. Tambi¨¦n visit¨® nuestro Cigarral de Menores durante una de esas intermitentes sequ¨ªas que asolan la Meseta, alumbrando un pozo de gran caudal que a¨²n hoy sigue regando sus tierras. Pero, como en casi todo lo que acometi¨® en su vida, quiso ir m¨¢s all¨¢, y pretendi¨® ¡ªentre bromas y veras¡ª utilizar sus poderes de zahor¨ª para descubrir petr¨®leo. Como con humor se?al¨® Vera, su mayor infortunio fue que lo encontr¨® en la primera exploraci¨®n que hizo en EE UU, aunque no fuera econ¨®micamente explotable. Animado por este sorprendente ¨¦xito, se embarc¨® en una aventura propia de su faceta de visionario, en la que se estrell¨® contra la realidad perdiendo el importante capital invertido que, en gran parte, proven¨ªa de su propio patrimonio.
Este rev¨¦s, unido a su progresivo alejamiento del mundo empresarial tras la opa que Lafarge hizo sobre ASLAND, y a una grave enfermedad, le llevaron a ir retir¨¢ndose poco a poco a su casa madrile?a acompa?ado por Mar¨ªa, su mujer, y no queriendo ver m¨¢s que a sus hijas, ocasionalmente a sus hermanos, sobre todo a Juan Antonio con el que ten¨ªa una especial relaci¨®n, y a su amigo del alma Jorge Villavecchia, sin perder nunca la lucidez ni el gobierno de su vida.
As¨ª fue prepar¨¢ndose para entrar, el 6 de enero de 2017, en paz consigo mismo y con el mundo de los suyos, en su ¨²ltimo y definitivo retiro. Se apagaron entonces sus ojos azules de penetrante mirada que iluminaron su viaje durante casi 90 a?os.
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