La banca de Italia y Portugal, focos de inestabilidad pese a las ventas y rescates
Sus sectores financieros no reconocieron las p¨¦rdidas en la crisis y ahora el BCE teme por su estabilidad. La alta morosidad y su falta de cr¨¦dito paralizan sus econom¨ªas
En septiembre pr¨®ximo se cumplir¨¢n nueve a?os de la quiebra de Lehman Brothers. Desde entonces, los Gobiernos de grandes pa¨ªses han gastado cientos de miles de millones para socorrer a bancos quebrados que han sido nacionalizados, vendidos a terceros o han desaparecido.
Sin embargo, en Italia no se tomaron estas medidas de choque y Portugal no pas¨® de realizar insuficientes parches. La consecuencia es que se ha cumplido el axioma de que ¡°retrasar la soluci¨®n de los problemas de los bancos siempre los hace m¨¢s grandes¡±. El diagn¨®stico es similar en los dos pa¨ªses, aunque la magnitud de Italia, la tercera econom¨ªa m¨¢s grande de la UE, la convierte en un grave problema.
¡°El reconocimiento de los problemas bancarios en Europa se hizo en 2010 y en Espa?a en 2012. Italia y Portugal eran sistemas enfermos antes de la crisis y, probablemente, no tuvieron supervisores excesivamente estrictos. Los bancos de estos pa¨ªses tienen escasa capacidad de vender negocios, lo que dificulta m¨¢s su salida. Adem¨¢s, carecen de grandes entidades sanas que pudieran absorber a los bancos d¨¦biles. La banca de Italia y Portugal es una preocupaci¨®n para el BCE¡±, apunta el analista bancario ??igo Vega, de Nau-Securities.
La mayor parte de los principales bancos de estos dos pa¨ªses sufren por la elevada cantidad de activos improductivos que tienen en sus balances. Esta morosidad oculta no genera ingresos, pero s¨ª produce gastos y consume capital, por lo que paraliza la actividad prestadora de estos bancos, que no quieren asumir m¨¢s riesgos. Como no prestan, frenan la econom¨ªa. Adem¨¢s, mantienen altos gastos generales y bajos ingresos por la situaci¨®n de los tipos de inter¨¦s, lo que hunde su rentabilidad (y su solvencia). Otra dificultad: Lisboa y Roma no han creado un banco malo donde aparcar los cr¨¦ditos t¨®xicos, en ambos casos no provenientes del ladrillo, sino de la morosidad empresarial.
Fusiones
Este panorama deber¨ªa conducir a fusiones, pero no hay candidatos solventes. En Portugal, los bancos m¨¢s sanos son espa?oles: las filiales del Santander, de CaixaBank (tras la opa cerrada esta semana sobre BPI) y de Barclays. Esto a?ade un problema nacionalista a la soluci¨®n.
La deuda p¨²blica de Italia y Portugal es muy elevada, por lo que sus Gobiernos tratan de evitar las inyecciones de capital p¨²blico. Adem¨¢s, tras la entrada en vigor de la Uni¨®n Bancaria, en noviembre de 2016, los Estados no pueden ayudar a sus bancos si antes no lo han hecho sus accionistas o bonistas, algunos de ellos, peque?os clientes.
El mejor ejemplo de esta crisis se conoci¨® el jueves pasado: el mayor banco de Italia, UniCredit, perdi¨® 11.790 millones en 2016, tras reconocer los activos morosos reales. Negocia el recorte de 14.000 puestos de trabajo, mientras ha lanzado una incierta ampliaci¨®n de capital de 13.000 millones y estudia vender 17.000 millones de cr¨¦ditos morosos.
Demasiados paralelismos con Bankia, que hizo algo parecido a UniCredit, pero hace casi cinco a?os, cuando Europa forz¨® a Espa?a a sacar a la luz los problemas bancarios. Mario Draghi, presidente del BCE y exgobernador del Banco de Italia, no oblig¨® a su pa¨ªs a ese streeptease financiero. El FMI ha recordado que las entidades transalpinas acaparan un tercio de todos los cr¨¦ditos morosos de la zona euro, 360.000 millones o el equivalente al 22% del PIB italiano. El Fondo cree que puede llegar un ¡°contagio regional y global significativo dado el peso sist¨¦mico de Italia¡±.
Si UniCredit consigue el capital de los inversores, quitar¨¢ presi¨®n a la olla. ¡°Es un paso importante para mejorar la percepci¨®n del sector, pero las entidades italianas tendr¨¢n que reforzar m¨¢s su capital¡± afirma Itziar Sola, experta de AFI.
Fragilidad bancaria
En Portugal, el aviso no llega del FMI, sino de la OCDE: ¡°La fragilidad de los bancos tiene que ser resuelta lo m¨¢s r¨¢pido posible para reducir los riesgos presupuestarios y recuperar el crecimiento del cr¨¦dito. Es crucial reducir el cr¨¦dito malo de los balances¡±.
En las pr¨®ximas semanas, Caixa Geral de Dep¨®sitos (CGD), propiedad del Estado, aflorar¨¢ m¨¢s de 3.000 millones de morosidad. Ser¨¢ el pen¨²ltimo eslab¨®n de una cadena de intervenciones del Estado en la banca, iniciadas en 2008 con peque?as entidades, el BPP y BPN. El banco p¨²blico, con una quinta parte del mercado, acarrea varias inyecciones de dinero p¨²blico, cinco a?os de p¨¦rdidas y tres directores en un a?o.
Desde 2008 y hasta finales de 2017, las ayudas p¨²blicas al sector superar¨¢n los 14.000 millones de euros, el 8% del PIB. El plan de la troika en 2011 destin¨® 12.000 millones de ayudas a la banca, pero apenas se utiliz¨® la mitad. El otro l¨ªo estatal es Banif, vendido al Santander por 150 millones, pero con un agujero de 3.200. Ahora falta vender Novo Banco, en el que han inyectado 4.900 millones y la mejor oferta es del fondo norteamericano Lone Star, que ofrece 750 millones, con garant¨ªas del Estado de 2.000 millones.
El privado BCP se ha solucionado pero vendi¨¦ndolo al fondo chino Fosun (24%), la angole?a Sonangol de Isabel Dos Santos (15%) y el fondo norteamericano Blackrock (3%). Demasiado retrasos y las bombas se van calentando.
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