El carnaval de C¨¢diz: una industria que da dinero y alegr¨ªas
La fiesta gaditana es un modelo que genera m¨¢s rentabilidad en cada edici¨®n
En la oscuridad, el p¨²blico bulle en comentarios, gritos espont¨¢neos y palmas acompasadas. El tel¨®n a¨²n est¨¢ abajo. Todo est¨¢ por decir y el Gran Teatro Falla de C¨¢diz espera con impaciencia a la pr¨®xima agrupaci¨®n que se disputa el primer premio en el concurso oficial del Carnaval. M¨¢s gritos y aplausos, el cortinaje rojo se alza: comienza el espect¨¢culo. Coros, chirigotas, comparsas o cuartetos tienen la dif¨ªcil tarea de hacer re¨ªr o llorar, de emocionar. Llevan medio a?o trabajando en ello y tienen algo m¨¢s de 20 minutos para conseguirlo. Dise?adores, escen¨®grafos, maquilladores, costureros y artistas en nuevos materiales hacen reales a suegras mal¨¦volas con perros gru?ones, simios vestidos de hombres o chucher¨ªas parlantes. Es la industria oculta tras la careta del Carnaval, la que crece edici¨®n tras edici¨®n y lucha por vivir todo el a?o de su oficio.
Este a?o, ?ngel Subiela y su comparsa han apostado por recrear un ambiente circense del ayer con Los equilibristas. No ha sido f¨¢cil ni barato. El director reconoce que han invertido en tipos (como se conoce en el Carnaval al disfraz), escenograf¨ªa y maquillaje ¡°unos 15.000 euros¡±. Pilar Arjona, gerente de Piarl¨¦, ha sido la encargada de maquillar a la comparsa. Es una veterana en la fiesta, este concurso trabaja para 16 agrupaciones y lleva 25 a?os de trayectoria. ¡°Hay de todo, una agrupaci¨®n con presupuesto puede gastar hasta 20.000 euros. El que tenga menos recursos, puede invertir unos 1.000 euros¡±, reconoce la maquilladora. Este 2017, han sido 152 los grupos que se han presentado al Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval (COAC). A una media de 6.000 euros de inversi¨®n, los grupos han invertido en total casi un mill¨®n de euros en los artesanos del Carnaval.
Pero no siempre fue as¨ª. Arjona recuerda concursos de hace dos d¨¦cadas en los que las agrupaciones se conformaban con dos coloretes y una escenograf¨ªa neutra. La llegada de la televisi¨®n, primero, y del inter¨¦s de las redes sociales, despu¨¦s, hizo al Carnaval preocuparse mucho m¨¢s por su imagen proyectada. ¡°Hoy el concurso tiene mucha repercusi¨®n fuera de C¨¢diz. Es un trampol¨ªn muy importante¡±, reconoce Queco Trinidad, uno de los due?os de la empresa de escenograf¨ªa Quattros Producci¨®n.
El trabajo empieza meses atr¨¢s, como explica Trinidad: ¡°La agrupaci¨®n da la idea y nosotros elaboramos todo el dise?o de atrezo y vestuario¡±. Con el visto bueno del grupo, comienza el trabajo de pintores, carpinteros o costureros que dise?an forillos, grandes estructuras corp¨®reas y disfraces. De sus manos saldr¨¢n marcianos con nave espacial incluida, vistosos coros, castillos o barcos pirata. Es un proceso que Antonio Quintana, de Ras Escenograf¨ªas, lo conoce bien. Junto a Rafael Lores, comenz¨® realizando dise?os para su grupo hace 20 a?os. Vieron la posibilidad de convertir la afici¨®n en profesi¨®n y se lanzaron. ¡°En el Carnaval se hacen miniobras de teatro, trabajamos para compa?¨ªas que no llegan ni a la mitad de lo que hacen las agrupaciones¡±, explica Quintana.
Aunque Quattros o RAS est¨¢n capacitados para desarrollar todo el trabajo, es habitual que en el proceso intervengan otras empresas, en estrecha colaboraci¨®n con el dise?o planteado. Es el caso de Ale Mari?o, dise?ador de tipos y atrezos, que comenz¨® en el Carnaval ¡°de forma autodidacta¡± en 2007. Su arte con la gomaespuma y el l¨¢tex ha cautivado a carnavaleros como Antonio Pedro Serrano, El Canijo, a cuya chirigota No valemos un duro ha realizado unos disfraces de chucher¨ªas gigantes. ¡°El secreto de este trabajo est¨¢ en la constancia, en dar lo mejor de ti mismo¡±.
Pilar Arjona es la ¨²ltima fase de la caracterizaci¨®n y est¨¢ acostumbrada a ese nivel de exigencia: ¡°No es como en televisi¨®n o el cine. Tenemos que maquillar en poco tiempo a personas que tienen que cantar durante 20 minutos a pulm¨®n en un escenario. Es algo que tenemos en cuenta para hacer las pr¨®tesis, por ejemplo¡±. Arjona entrena ¡°diariamente¡± sus manos. Con un equipo de seis maquilladores es capaz de caracterizar a una persona en 15 minutos. Lo demuestra sobradamente con la comparsa de Subiela, a los que convierte en equilibristas con espectaculares colores y aerograf¨ªas en sus rostros.
Sobre las tablas del Falla no solo compite la comparsa; es ¡°un escaparate indudable¡± para su trabajo, como reconoce Arjona. ¡°Gracias al Carnaval y su proyecci¨®n nacional me han salido trabajos para pel¨ªculas o televisi¨®n¡±, reconoce la empresaria. No es la ¨²nica: en Quattros trabajan en obras de teatro, decorando casetas en la Feria de Abril de Sevilla o en negocios. En Ras est¨¢n acostumbrados a trabajar con t¨®tems publicitarios o decoraci¨®n de espacios para multinacionales y en escenograf¨ªas para artistas como Sara Baras, Alejandro Sanz o Pasi¨®n Vega.
Un negocio en desarrollo
Parad¨®jicamente, esos trabajos asociados les hacen viables empresarialmente, ante la fuerte estacionalidad de su trabajo. En Quattros llegan a tener contratadas a m¨¢s de 10 personas en estos d¨ªas; el resto del a?o, la cifra baja. Para Piarl¨¦, el Carnaval ya supone solo el 20% de su facturaci¨®n y encargos. En Ras, la fiesta gaditana solo es el 10% de su faena. ¡°No me gusta hablar de industrias del Carnaval porque me parece pretencioso. Con cuatro o cinco meses al a?o no puedes vivir de esto. Este negocio a¨²n est¨¢ por desarrollar¡±, reconoce Quintana.
Como males, cita la falta de apoyo institucional y la competencia desleal originada por la econom¨ªa sumergida. ¡°Comprendo que si no tienes nada y te ofrecen coser un tipo o maquillar a alguien lo hagas y que no te des de alta porque no es rentable¡±, denuncia. Por ello, pide impulsar centros de innovaci¨®n y viveros empresariales y ¡°una mayor presencia del Carnaval en la ciudad durante todo el a?o¡±.
Cuando el viernes, 24 de febrero, se celebre la final del concurso, la fiesta saldr¨¢ a la calle. Para los artistas quedar¨¢ a¨²n m¨¢s trabajo: la escenograf¨ªa del preg¨®n, las carrozas de la cabalgata, el maquillaje de las agrupaciones¡ Luego, Don Carnal enmudecer¨¢ y no encontrar¨¢ refugio ni en el museo que lleva a?os esperando ver la luz. Cuando se construya, los artesanos del Carnaval saben que tendr¨¢n mucho que decir. Todo un cosmos se esconde ya en sus talleres: animales parlantes, calles de C¨¢diz, paisajes on¨ªricos o disfraces imposibles. Y lo que queda por venir.
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