La industria de las noches en vela
Un lucrativo sector de disruptivas empresas emergentes y aplicaciones ha surgido para combatir la privaci¨®n del sue?o
Cuando cae la noche, el mundo se acuesta con sus problemas, su futuro y sus cuentas. Si su vida llega a los 85 a?os, habr¨¢ dedicado 250.000 horas, m¨¢s de 10.000 d¨ªas enteros, a dormir. Habr¨¢ so?ado y habr¨¢ olvidado. Porque un ensayo reciente de la revista Science revela que dormimos para olvidar algunas de las cosas que aprendemos durante el d¨ªa. Quiz¨¢ sea una defensa biol¨®gica contra la fatiga de vivir. Sin embargo, el sue?o, y su falta, tambi¨¦n es un negocio. Por lo que se pierde y lo que se gana. Un trabajo del think tank Rand Europe ha analizado la relaci¨®n entre el dios Morfeo y la econom¨ªa de Jap¨®n, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Canad¨¢.
El resultado relata que ese dormir insuficiente supone la p¨¦rdida de m¨¢s de dos millones de d¨ªas de trabajo al a?o. Un insomnio que cuesta 680.000 millones de d¨®lares en productividad a esas cinco naciones. Solo en EE UU, la falta de sue?o desbarata 1,2 millones de horas. ?En dinero? 411.000 millones de d¨®lares. ?En riqueza? El 2,3% del PIB. ?Y en Europa? Alemania y Reino Unido pierden 56.000 y 47.000 millones de euros, respectivamente, y Espa?a camina entre esos n¨²meros.
En Alemania y Reino Unido se pierden m¨¢s de 100.000 millones de euros por esta causa
Pero el dinero es un quebranto menor frente al verdadero: la salud. Murali Doraiswamy, profesor de Psiquiatr¨ªa y Medicina del Instituto Duke de Ciencias del Cerebro, en Carolina del Norte, alerta de esa factura. ¡°La privaci¨®n del sue?o conduce a menos inmunidad, peor memoria, una capacidad de concentraci¨®n m¨¢s reducida, aumento de los accidentes, incremento de la presi¨®n arterial y un mayor riesgo de sufrir ictus, infartos y diabetes¡±, enumera. Espacio franco en la duermevela de la noche para las infecciones, la irritabilidad y, en el extremo, la muerte. La ciencia explica que un ser humano puede pasar dos meses sin comer, pero solo 11 jornadas falto del sue?o.
Un reto importante
Las empresas han entendido que el insomnio como mantra del ¨¦xito profesional es un falso mito. El banco de inversi¨®n Goldman ?Sachs ha prohibido a sus interinos trabajar por las noches. El reto resulta serio. Se escucha a grandes voces del milenio reivindicar el valor que tiene en la empresa y en la cuenta de resultados cuidar el sue?o. ?Jeff Bezos (Amazon), Eric Schmidt (Google), Satya Nadella (Microsoft) y Mark Bertolini (Aetna) han entendido que hay que proteger ese descanso. Y su ejemplo se expande. PwC, Google, Capital One Labs, Zappos y Ben & Jerry¡¯s ya tienen habitaciones y mobiliario especial para dormir en sus oficinas. Un cambio profundo. ¡°Muchas compa?¨ªas grandes est¨¢n incorporando expertos en sue?o para que expliquen a sus empleados su importancia¡±, comenta el doctor Neil Kline, miembro de la Asociaci¨®n Americana del Sue?o (ASA).
Esta econom¨ªa de Morfeo tiene poderosos e inesperados efectos. Un ensayo reciente de la Universidad de California en San Diego, que cita The Washing?ton Post, sostiene que el tiempo adicional de sue?o se puede convertir en cientos de euros m¨¢s en las n¨®minas. Han calculado que un aumento de una hora en el sue?o semanal incrementa los salarios en casi la mitad de lo que lo har¨ªa un a?o extra de educaci¨®n.
No se trata ¡ªaclara el peri¨®dico¡ª de ganar dinero por dormir. Sino de c¨®mo la gente organiza su vida, de cu¨¢nto tiempo dispone para descansar y de qu¨¦ manera afecta a su rendimiento en el trabajo y, por extensi¨®n, a sus ingresos. Una reacci¨®n en cadena que sucede entre el d¨ªa y la noche. ¡°Quienes de media duermen menos de siete horas diarias [la recomendaci¨®n m¨¦dica anda entre siete y nueve] tienen m¨¢s propensi¨®n a faltar al trabajo o, si acuden, son menos productivos¡±, aclara Marco Hafner, responsable del estudio de Rand Europe. Adem¨¢s, la falta de sue?o tambi¨¦n estar¨ªa ligada con peores notas en el colegio. Y esto puede afectar a los ingresos de esa persona durante su vida.
Tecnolog¨ªa para colchones, salones para dormir o monitores de sue?o ganan clientes
Esa es la imparable l¨®gica de vivir en una sociedad cada vez m¨¢s somnolienta. Hace 50 a?os ¡ªrecuerda la Universidad de Harvard¡ª dorm¨ªamos de media en un d¨ªa laborable 8,5 horas; hoy ha ca¨ªdo a menos de 7. El impacto de esa divergencia lo rastrea un estudio de Jane F. Gaultney, profesora de Psicolog¨ªa de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte. Ha investigado el sue?o de 379 primeros espadas de los negocios y ha analizado c¨®mo duermen los d¨ªas laborables en comparaci¨®n con los fines de semana. Descubri¨® que aquellos que ten¨ªan una variaci¨®n mayor entre las horas que dorm¨ªan las jornadas de diario frente al s¨¢bado y el domingo eran bastante peor valorados en t¨¦rminos de eficacia de su gesti¨®n por sus colegas y compa?eros.
Mercado novedoso
Todos estos casos descubren una industria (m¨¢s all¨¢ de la farmac¨¦utica) que gana miles de millones de euros con nuestras noches en vela. Los centros del sue?o (tratan des¨®rdenes de esta conducta) est¨¢n de moda en Estados Unidos. En 2010 hab¨ªa 2.280, seg¨²n la consultora IBISWorld; estos d¨ªas superan los 2.800. Dentro de tres a?os ya habr¨¢n construido un mercado de 10.000 millones de d¨®lares (9.400 millones de euros). Es el inicio de un ecosistema del descanso donde conviven infinidad de start-ups que hacen negocio en esas madrugadas en las que el sue?o parece una quimera. ?Eight es una de ellas. Neoyorquina, emprendedora, disruptiva, creada en 2014, su nombre remite al n¨²mero de horas que se aconseja dormir: ocho. Propone sensores en los colchones que monitorizan el sue?o. De ellos recibe la temperatura de la habitaci¨®n, el ruido o el ritmo cardiaco, y lo transmite al smartphone. ¡°Es una industria que nunca desaparecer¨¢ porque siempre habr¨¢ necesidad de productos relacionados con dormir¡±, reflexiona Alexandra Zatarain, de 27 a?os, cofundadora de Eight.
La tecnolog¨ªa del sue?o es el patio de recreo de muchas start-ups que reinventan d¨®nde, c¨®mo y cu¨¢ndo dormimos. El cat¨¢logo resulta profuso. Casper (tecnolog¨ªa disruptiva para colchones), YeloSpa (salones donde dormir) o Sense (monitorizaci¨®n del sue?o) atraen la atenci¨®n de los inversores. La campa?a de Sense en la plataforma Kickstarter en 2014 recaud¨® 2,4 millones de d¨®lares, cuando su objetivo eran solo 10.000.
A esta Arcadia emprendedora se suman infinidad de aplicaciones (Sleep Cycle, SleepBot, MotionX, Pillow, Sleep Better) que conectan duermevela y negocio. Aunque tambi¨¦n transmiten dudas. ¡°Los sensores de sue?o est¨¢n enviando informaci¨®n incorrecta¡±, apunta en The New York Times Hawley Montgomery-Downs, experta en esta disciplina y profesora asociada de Psicolog¨ªa en la Universidad de Virginia Occidental (Estados Unidos). ¡°Le est¨¢n contando a la gente que duermen mejor de lo que de verdad lo hacen¡±.
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