Dos municipios unidos por el motor
Figueruelas y Vigo, separadas por casi 800 kil¨®metros, unen sus destinos. Ambas localidades viven al calor del trabajo que dan Opel y Citro?n, que ahora se fusionan

La f¨¢brica de Opel, en Figueruelas (Zaragoza), solo en puestos de trabajo quintuplica los habitantes del municipio. Marca la vida de esta localidad de apenas 1.200 habitantes. Desde hace 35 a?os, casi el 100% de la localidad vive directa o indirectamente de su actividad. Y gracias a ella cuentan con unos servicios ins¨®litos para un pueblo: desde ludoteca hasta un pabell¨®n con piscina y campo de f¨²tbol o residencia para ancianos. Pero desde que la semana pasada se anunci¨® que General Motors vende Opel al Grupo PSA, propietario de Peugeot y Citro?n, los vecinos tienen un run run. Pese a no causar la angustia que provoc¨® la quiebra y el rescate de su matriz General Motors en 2009, en Figueruelas hay inquietud, por los interrogantes que abre la compra. La eficiencia de su factor¨ªa, dicen, es su mejor defensa.
Figueruelas une su destino al de otro municipio situado a casi 800 kil¨®metros: Vigo. La ciudad, aunque con m¨¢s opciones laborales y una poblaci¨®n muy superior, tambi¨¦n vive al calor de una f¨¢brica de coches, la de Citro?n. La planta gallega de PSA, fundada en 1958, es una pieza fundamental de la econom¨ªa de la comunidad (15% del PIB) y el sustento de miles de familias a trav¨¦s tambi¨¦n de 106 industrias auxiliares que dan empleo a m¨¢s de 13.000 personas. Aunque las plantillas gallegas han sufrido ajustes y reconversiones en las ¨²ltimas d¨¦cadas ¡ªen parte por el avance de la robotizaci¨®n¡ª en Vigo son m¨¢s optimistas. La compra demuestra el poder¨ªo de su matriz, PSA (que tiene tambi¨¦n f¨¢brica en Villaverde, Madrid) y esperan que la uni¨®n les haga m¨¢s fuertes.

Opel, el sustento de 35.000 familias preocupadas por la venta
A la una del mediod¨ªa apenas hay un alma en la calle Mayor de Figueruelas (Zaragoza). ¡°Ahora todo el mundo est¨¢ en casa a punto de comer, porque a las dos empieza el segundo turno de la Opel¡±, cuenta Marisol, una vecina. El aterrizaje en 1982 de los americanos de General Motors, propietarios hasta ahora de Opel, supuso una revoluci¨®n en la comarca, que sigue volcada en la planta.
Lo recuerda, en el bar de Figueruelas, Luis P¨¦rez. ¡°Antes de la Opel aqu¨ª los mozos iban cada d¨ªa al campo, los miraban y eleg¨ªan a los que m¨¢s val¨ªan. Esos trabajaban, el resto no¡±. Su padre, sentado a su lado, asiente. ?l dej¨® la ganader¨ªa para ir a trabajar en la construcci¨®n de la f¨¢brica. P¨¦rez, que vive en la localidad vecina de Alag¨®n, trabaj¨® tambi¨¦n gracias a la f¨¢brica como transportista. Llevaba los coches desde Figueruelas hasta Alemania o Portugal. Se hac¨ªa ¡°m¨¢s de un mill¨®n de kil¨®metros cada cuatro a?os¡± hasta que se jubil¨® hace 13 a?os. ¡°Y mi hijo, mi hija y mi yerno tienen trabajo por esta f¨¢brica¡±, a?ade.
Armando Zaragozano es de los que dan por hecho que se producir¨¢ ¡°alg¨²n recorte¡±. ?l entr¨® a trabajar cuando se abri¨® la planta en 1982 y solo hace tres a?os que se jubil¨®. ¡°Me volv¨ª al pueblo para ir a la Opel. Y no me arrepiento. ?Qui¨¦n me iba a decir que iba a tener un mes de vacaciones al a?o!¡±, exclama. En la f¨¢brica las vio de todos colores. Vio c¨®mo llegaba a los 11.000 empleados y luego c¨®mo se iban robotizando los procesos. Pero tambi¨¦n vivi¨® algunas huelgas y la angustia del rescate de General Motors en 2009 y el amago de venta a Magna. Y entonces s¨ª temieron por la factor¨ªa. Hoy la preocupaci¨®n no llega ni mucho menos a ese l¨ªmite, pero s¨ª hay inquietud. ¡°Hasta ahora hab¨ªa expectaci¨®n, pero el nivel de preocupaci¨®n va elev¨¢ndose. El hecho de que el Corsa se retrase un a?o no es la mejor noticia en este momento¡±, dice Ana S¨¢nchez, secretaria del comit¨¦ de empresa.
Casi 35.000 empleos
La f¨¢brica de Opel que ha comprado el grupo PSA emplea a 5.800 personas y a otras 1.000 de empresas subcontratadas que operan dentro de la factor¨ªa. Y hay otros 28.000 puestos de trabajo en las firmas auxiliares que opena incluso m¨¢s all¨¢ de la comarca. Y a Figueruelas, Opel no solo le da empleo, sino el 70% de un generoso presupuesto que permite dar a los vecinos servicios y ayudas que querr¨ªan muchas ciudades. No es de extra?ar que el alcalde, Luis Bertol (PP), s¨ª est¨¦ preocupado, sobre todo despu¨¦s de haber recibido la noticia de que Opel ha decidido demorar otro a?o la fabricaci¨®n del Corsa en Figueruelas. ¡°Esta f¨¢brica es muy productiva y eficiente. Si se toman decisiones con criterios econ¨®micos y t¨¦cnicos no estoy nada preocupado. Me dan miedo que se adopten con criterios pol¨ªticos¡±, afirma. Con diez f¨¢bricas m¨¢s en su mochila, en el pueblo temen que PSA pueda apretar las tuercas.
Armando Zaragozano es de los que dan por hecho que se producir¨¢ ¡°alg¨²n recorte¡±. ?l entr¨® a trabajar cuando se abri¨® la planta en 1982 y hace tres a?os que se jubil¨®. ¡°Me volv¨ª al pueblo para ir a la Opel. Y no me arrepiento. ?Qui¨¦n me iba a decir que iba a tener un mes de vacaciones al a?o!¡±, exclama.

Citr?en, un milagro contra la emigraci¨®n de los sesenta
Cuando Citro?n aterriz¨® en Vigo (Pontevedra) hace casi 60 a?os, Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Maza envi¨® una carta a la empresa, con un aviso de que estaba disponible para trabajar. No le contestaron y se march¨® a Alemania, a trabajar en la factor¨ªa de Dunlop, en Fr¨¢ncfort. En su ausencia, su mujer acudi¨® a las oficinas de la factor¨ªa y consigui¨® convencer a sus responsables. Y un d¨ªa lleg¨® la carta de empleo. Jos¨¦ Luis regres¨® a Vigo. Con el n¨²mero de carn¨¦ 9982, comenz¨® a trabajar en el montaje de asientos, en el control de pintura y de ah¨ª al almac¨¦n donde los camiones procedentes de Francia descargaban material para la factor¨ªa.
¡°?ramos el doble de trabajadores que ahora porque todo se hac¨ªa manual. Despu¨¦s los robots empezaron a sustituirnos¡±, recuerda este hombre a punto de cumplir 80 a?os. La incorporaci¨®n de su hija Yolanda Gonz¨¢lez Garrido a la plantilla de la f¨¢brica forma parte de un sistema de trabajo ya del pasado. Ella ocup¨® el hueco que dejaba su padre cuando la empresa lo prejubil¨® en julio de 1998 junto a un nutrido grupo de compa?eros de la primera promoci¨®n de operarios en Vigo.
De padres a hijos
Del dinero que Jos¨¦ Luis ten¨ªa que recibir de la indemnizaci¨®n, la empresa le descont¨® dos millones y medio de pesetas (15.000 euros) a cambio de contratar a su hija. Era algo habitual. ¡°As¨ª ocurri¨® con otros trabajadores, pero un sindicato present¨® una reclamaci¨®n ante la direcci¨®n de la empresa en Francia. Nunca nos devolvieron el dinero, pero esta pr¨¢ctica se cort¨® de ra¨ªz¡±, recuerda. Jos¨¦ Luis considera bien empleado aquel dinero. ¡°La empresa lo ha sido todo para nosotros y para miles de familias de Vigo que no tuvieron que emigrar¡±, cuenta Jos¨¦ Luis.
La planta lleg¨® a contar en 2007 con 10.000 trabajadores. Una d¨¦cada despu¨¦s la cifra ha bajado a 5.700, la m¨¢s baja de los ¨²ltimos 40 a?os, tras suprimir todos los contratos eventuales.
Yolanda ha sobrevivido a los reajustes de la crisis y las nuevas tecnolog¨ªas. Despu¨¦s de 19 a?os trabajando all¨ª dice que se siente ¡°una privilegiada¡±.
Cree que la compra de Opel a la americana General Motors abre m¨¢s expectativas para Vigo. Su hija tiene todav¨ªa 16 a?os, pero ya barrunta sobre su futuro empleo. ¡°Ojal¨¢ pueda tener la oportunidad que yo tuve¡±, dice.
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