¡°Hay que reorientar las estrategias para ganar afiliaci¨®n¡±
El candidato a suceder a Toxo al frente de CC OO cree que hay que flexibilizar los sindicatos
Unai Sordo (1972) naci¨® en tierra de sindicalistas, en el hospital de Cruces, en Barakaldo, en la margen izquierda vizca¨ªna. Sigui¨® la tradici¨®n, pero a medias: No es nacionalista, la cumple; no es de UGT, no la cumple. Su pertenencia a CC OO se nota en el lenguaje, en el vocabulario ¡ªdice ¡°las Comisiones Obreras¡±, con el art¨ªculo femenino plural, algo dif¨ªcil de o¨ªr fuera de la organizaci¨®n¡ª, en los argumentos, en la forma del discurso. Ha sido responsable de juventud del sindicato en el Pa¨ªs Vasco y secretario general en Bizkaia y ahora lo es en todo Euskadi. El s¨¢bado recibi¨® un apoyo casi un¨¢nime del Consejo confederal para suceder a Ignacio Fern¨¢ndez Toxo al frente del sindicato.
Nada m¨¢s recibir ese respaldo, sali¨® hacia Bilbao. Est¨¢ a punto de ser t¨ªo y quiere estar con su hermana en ese momento. Responde al tel¨¦fono nada m¨¢s aparcar tras volver de Madrid. Est¨¢ ¡°orgulloso¡± por el respaldo. No tuvo dudas cuando vio que su nombre generaba adhesi¨®n: ¡°Es un cambio de vida importante, pero el compromiso con este proyecto hace que tenga una autonom¨ªa relativa para decidir. Si mi decisi¨®n serv¨ªa para fraguar un consenso, ten¨ªa pocas opciones para decir no¡±.
Pregunta. ?Espera alternativas?
Respuesta. El Consejo ha marcado un nivel de cohesi¨®n muy importante. Pero tengo un respeto enorme al congreso y en esta organizaci¨®n con un 10% de los avales se puede obtener una candidatura. La posibilidad de participaci¨®n democr¨¢tica es inmensa.
P. ?Ha sobrado o ha faltado algo en los ¨²ltimos a?os Toxo?
R. Hemos atravesado la ¨¦poca una ¨¦poca compleja. No la m¨¢s dura, este sindicato ha luchado contra una dictadura, pero s¨ª la m¨¢s compleja por la profundidad de la crisis sist¨¦mica del pa¨ªs y por c¨®mo ha afectado al aparato representativo del pa¨ªs. Y el sindicato, entre otras cosas, es una organizaci¨®n representativa de trabajadoras y trabajadores.
P. Hablaba de la corrupci¨®n o los despidos en el sindicato.
R. Me siento coparticipe. No estaba en la ejecutiva pero s¨ª en el consejo confederal. El sindicato ha actuado de forma r¨¢pida y contundente cuando ha habido casos de corrupci¨®n. Los despidos obedecen a otros planteamientos que merecer¨ªan otro an¨¢lisis: muchos de los recursos vinculados a la gesti¨®n del sindicato han desaparecido. Ahora toca aprender de lo que ha pasado. Renovar legitimidades es absolutamente clave.
P. ?Se ha descuidado el trabajo de afiliaci¨®n?
R. El sistema espa?ol no es muy proafiliativo. La negociaci¨®n colectiva es de representaci¨®n general. Esto da al sindicato gran capacidad de representaci¨®n y menos de afiliaci¨®n. Ahora la afiliaci¨®n debe ocupar la centralidad. Eso fortalecer¨¢ esa legitimidad y ah¨ª s¨ª que hay que hacer una reorientaci¨®n de las estrategias. Este es un trabajo que debemos que mejorar cuantitativa y cualitativamente.
P. ?Tienen los sindicatos un problema de encaje en la sociedad?
R. Los sindicatos son fundamentales, pero tienen que adaptarse al nuevo paradigma. En una empresa o en una cadena de valor pueden convivir trabajadores de muchas empresas a los que se les aplica un mont¨®n de convenios. La aproximaci¨®n del sindicato a estos trabajadores, que est¨¢n en situaciones muy distintas, mayor o menor precariedad, no puede ser igual a la ¨¦poca de la gran empresa industrial. El sindicato ha hecho un proceso de adaptaci¨®n pero tiene que profundizar.
P. ?C¨®mo?
R. Debe ser mucho m¨¢s flexible en sus estructuras, tener f¨®rmulas mucho m¨¢s imaginativas para organizar a los trabajadores y formas nuevas de representar intereses diversos.
P. ?No se han dejado a los precarios y a los j¨®venes?
R. Ese es uno de los elementos a incorporar al sindicato. No se han dejado voluntariamente, cuando un pa¨ªs tiene m¨¢s del 40% de paro juvenil, es dif¨ªcil incorporar masivamente a los j¨®venes, pero la acci¨®n sindical debe orientarse de forma importante a incorporar a j¨®venes, mujeres, trabajadores de subcontratas y externalizados de empresas, becarios¡
P. ?Cree que el di¨¢logo social ha servido para legitimar al sindicato frente a la acci¨®n en los centros de trabajo o en la calle?
R. Si ha sucedido algo de esto, creo que nos hemos equivocado.
P. Pero, ?ha sucedido?
R. Soy secretario general de Euskadi donde los espacios de di¨¢logo social no han existido. Si el sindicato busca elementos de legitimidad en un di¨¢logo social que no de resultados, tiene un problema. No podemos abandonar el di¨¢logo social como escenario del poder contractual del sindicato, pero las fuentes de legitimidad ahora vendr¨¢ de c¨®mo seamos capaces de implantarnos en los centros de trabajo. Ese es el itinerario. No es el di¨¢logo social el que te va a dar legitimidad para entrar en la empresa, sino la presencia en la empresa la que dar¨¢ legitimidad para afrontar mejor la concertaci¨®n social o la negociaci¨®n colectiva con patronales.
¡°Ser¨ªa imprudente romper la unidad de acci¨®n¡±
nai Sordo, candidato principal y, de momento, ¨²nico a suceder a Ignacio Fern¨¢ndez Toxo al frente de CC OO en junio, valora la unidad de acci¨®n con UGT. ¡°En Euskadi no hay unidad de acci¨®n. Al contrario, hay una confrontaci¨®n sindical abierta y esto perjudica al conjunto de los trabajadores¡±, apunta subrayando su experiencia en el Pa¨ªs Vasco, donde los dos sindicatos confederales estatales, est¨¢n enfrentados a los nacionalistas.
Sobre los momentos de fricci¨®n que ha habido entre UGT y CC OO en los ¨²ltimos meses en Espa?a dice: ¡°No he estado en la direcci¨®n confederal. Me falta perspectiva. Pero creo que es importante que no se rompan espacios de unidad de acci¨®n. Y no me parece que corran riesgos. Ser¨ªa imprudente. S¨¦ de lo que hablo. Creo en la unidad de acci¨®n, con sus matices, que somos organizaciones distintas¡±.
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