¡°La renta b¨¢sica universal ser¨ªa el mayor logro del capitalismo¡±
El pensador holand¨¦s propone repartir dinero gratis y la jornada laboral de 15 horas para acabar con la desigualdad
El historiador Rutger Bregman (Westerschouwen, Holanda, 1988) irrumpi¨® en el debate ideol¨®gico de su pa¨ªs hace ya tres a?os con la publicaci¨®n de su ensayo Utop¨ªa para realistas. El texto se divulg¨® primero en Internet, en la web The correspondent. La industria editorial se sum¨® m¨¢s tarde al fen¨®meno, que llega ahora a Espa?a de la mano de Salamandra. Colaborador en medios como The Washington Post o The Guardian, Bregman cree viable sacudir el capitalismo con propuestas como la renta b¨¢sica universal, reducir las jornadas laborales a 15 horas semanales o abrir fronteras para acabar con la desigualdad.
Pregunta. En el sur de Europa el debate ahora se centra en c¨®mo seguir financiando el Estado del bienestar. ?Ve viable a?adir al sistema una renta b¨¢sica universal?
Respuesta. La renta b¨¢sica es un complemento de las partes fundamentales de la sociedad del bienestar que deber¨ªa a?adirse a la salud y la educaci¨®n p¨²blica. Pero hay cosas que esta renta podr¨ªa reemplazar, en especial a subsidios como el de paro, que se ha convertido en un sistema incre¨ªblemente burocr¨¢tico y paternalista y que no funciona.
"Quiero una sociedad en los que todos decidan en qu¨¦ trabajar"
Pregunta. ?Cu¨¢ntas horas trabaja a la semana?
Respuesta. ?Qu¨¦ es trabajo? [r¨ªe]. Trabajo en The Correspondent, un colectivo de periodistas de investigaci¨®n y eso me da un salario b¨¢sico. Y lo hago porque creo que en ¨¦l y no por el dinero.
P. ?Pero cu¨¢ntas horas? ?Le puede dedicar solo 15 a la semana?
R. Igual incluso trabajo cero horas , porque no lo considero trabajo realmente. Nadie me obliga a hacerlo. Pero me gustar¨ªa ver una sociedad en la que cada persona decida qu¨¦ quiere hacer con su trabajo libremente. Me considero afortunado, pero me gustar¨ªa vivir en una sociedad en la que todo el mundo se sintiera as¨ª.
P. ?Entonces los ciudadanos dejar¨ªan de cobrar cuando estuvieran desempleados?
R. La renta b¨¢sica es la planta cero de la distribuci¨®n y es incondicional. La obtendr¨ªan todos: ricos y pobres.
P. ?Y c¨®mo se financiar¨ªa?
R. Como he dicho, reemplazar¨ªa algunas partes de la sociedad del bienestar. Pero la renta b¨¢sica es una inversi¨®n. Hay muchas pruebas cient¨ªficas que demuestran de que la pobreza es enormemente cara: genera m¨¢s delincuencia, peores resultados acad¨¦micos, enfermedades mentales¡ Ser¨ªa mucho m¨¢s econ¨®mico erradicar la pobreza que combatir los s¨ªntomas que provoca.
P. Critica al Estado por ¡°supervisor¡± o ¡°paternalista¡±, ?pero no cree que debe controlarse de alg¨²n modo c¨®mo se emplean los recursos p¨²blicos?
R. Los pobres son los aut¨¦nticos expertos en sus propias vidas. Creo en la libertad individual y la gente sabe qu¨¦ debe hacer con su vida, pero ahora vivimos de lleno en una sociedad de bur¨®cratas y paternalistas. Las investigaciones demuestran que lo mejor es dar directamente el dinero directamente a quien lo necesita en lugar de destinarlo a inspectores y burocracia. A mucha gente le preocupa que la renta b¨¢sica se derroche en drogas o alcohol, pero en el pasado ha habido experiencias que concluyen que ha funcionado sobradamente bien.
P. ?Esa no es la actitud que esta semana ha mostrado el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, cuando en referencia a los pa¨ªses del sur de Europa dec¨ªa que uno no pod¨ªa gastarse dinero en mujeres y alcohol y luego pedir dinero?
R. Me gustar¨ªa disculparme en nombre de mi pa¨ªs por ello. La buena noticia es que probablemente ¨¦l pronto ya no trabajar¨¢ en ese sitio. S¨ª, es un gran ejemplo de la falta de confianza que las grandes instituciones tienen en la gente normal. Todo ese dinero, en realidad, no fue a los bolsillos ni de los basureros ni de los limpiadores ni de los profesores, sino de los banqueros. En el libro trato de expresar una idea m¨¢s optimista de lo que podemos conseguir como sociedad. Mi generaci¨®n est¨¢ harta de pol¨ªticos como Dijsselbloem, que ponen a los ciudadanos en contra de otros ciudadanos.
P. En el libro es muy cr¨ªtico con la izquierda socialdem¨®crata por su discurso "perdedor". ?C¨®mo debe renovarlo?
Vivimos en una sociedad de bur¨®cratas y paternalistas
R. Los socialdem¨®cratas han sido completamente aplastados en las ¨²ltimas elecciones generales en Holanda. Han perdido el rumbo y no tienen ideas para aportar. Dijsselbloem es el mejor ejemplo del tecn¨®crata y de esa percepci¨®n de que los hombres con traje saben mejor lo que nos conviene. Y esa idea ha desembocado en la irrupci¨®n del populismo de derechas. La tecnocracia y el populismo est¨¢n convencidos que solo hay una receta que va a funcionar, y lo que nos conviene es el pluralismo. El problema de la izquierda hoy es que solo sabe a qu¨¦ se opone. Se ha quedado en una noci¨®n muy paternalista, de ayudar a quien lo necesita. Debemos darle la vuelta a ese discurso por completo. Por ejemplo, reivindicar la meritocracia. Si nos la tomamos en serio, muchos maestros deber¨ªan cobrar m¨¢s y muchos banqueros tener incluso un sueldo negativo por destruir riqueza. Ese es el discurso que necesitamos para combatir la desigualdad.
P. Pero en el libro su cr¨ªtica es general, se queja de que su generaci¨®n carece de nuevas ideas¡
R. Pero ya hay algunos s¨ªntomas para la esperanza. Yo escrib¨ª el libro por primera vez en holand¨¦s en 2014 y por aquel entonces nadie ten¨ªa ni la m¨¢s remota idea de qu¨¦ era la renta b¨¢sica. Ahora solo en Holanda hay 20 ciudades que han implantado un plan para implementarla, se est¨¢ experimentando en Finlandia y est¨¢ a punto de hacerse tambi¨¦n en Canad¨¢. Eso demuestra que es una idea que va conquistando el mundo.
P. Aboga por una jornada laboral de 15 horas semanales. Esa idea ya la puso sobre la mesa John Maynard Keynes y no parece que nos hayamos acercado mucho. ?Por qu¨¦ cree que ahora es posible?
Mi generaci¨®n est¨¢ harta de pol¨ªticos que enfrentan a ciudadanos como Dijsselbloem
R. Durante d¨¦cadas mucha y mucha gente pens¨® que tendr¨ªamos jornadas m¨¢s cortas. Keynes no fue el ¨²nico. En los a?os setenta la mayor¨ªa de los economistas y soci¨®logos estaban convencidos de ello. Pero en los ochenta eso cambi¨® y empezamos a trabajar mucho m¨¢s. Hoy estamos sobrepasados por el trabajo. Hay dos razones. El primero es el consumismo: compramos cosas que no nos hacen falta para impresionar a gente que no nos gusta. El problema de esa explicaci¨®n est¨¢ en que la mayor parte de las cosas que compramos y no necesitamos est¨¢n producidos por robots y en el Tercer Mundo, lo que ha hecho que la mayor¨ªa trabajamos en el sector servicios. Eso nos hace buscar otro motivo, y es que en los ¨²ltimos 30 a?os hemos asistido a un crecimiento disparatado del nivel de trabajos basura.
P. ?En qu¨¦ sentido son basura?
R. Un trabajo basura es un empleo que es calificado como in¨²til por la persona que lo desempe?a. A menudo son trabajos muy bien pagados, pero pueden consistir en mandar correos electr¨®nicos o escribir informes que nadie va a leer. No estoy hablando ni de basureros, ni profesores ni enfermeras. Y hay trabajo incre¨ªblemente ¨²til que no se paga, como el cuidado de los ni?os o ancianos o el voluntariado. Si todos ellos dejaran de trabajar, s¨ª tendremos problemas de verdad.
P. ?Y qu¨¦ mecanismo usar¨ªa para asignar los salarios?
R. La renta b¨¢sica ser¨ªa fundamental, porque por primera vez en la historia permitir¨ªa a la gente que pudiera decir no a trabajos que realmente no quiere hacer. Hoy ese es un privilegio solo al alcance de los m¨¢s ricos, pero en el caso de que se implantara la renta b¨¢sica ser¨ªa un derecho al alcance de todo el mundo. A los ni?os se les dice que deben estudiar algo que les d¨¦ dinero. Con la renta b¨¢sica, podr¨¢n hacer lo que quieran en la vida.
P. Habla de que habr¨¢ menos empleo por la tecnolog¨ªa. ?No puede ser que en lugar de eso se creen nuevas categor¨ªas de empleo?
El problema de la izquierda es que solo sabe a lo que se opone
R. Hemos subestimado la extraordinaria capacidad del capitalismo para generar nuevos trabajos in¨²tiles. Hoy tal vez el 30% de los empleos son in¨²tiles, pero el capitalismo puede convertir esa cifra en el 40%, 50% o 60%. A menos que introduzcamos la renta b¨¢sica o redefinamos el concepto de trabajo.
P. Uno podr¨ªa encasillarlo como antisistema, pero en el libro defiende el capitalismo al afirmar que es un ¡°motor de prosperidad¡±¡
R. La renta b¨¢sica universal ser¨ªa el logro m¨¢s importante del capitalismo. No es una idea absurda, es una plataforma sobre la que arrancar y le conceder¨¢ a todo el mundo una herramienta para arriesgarse y emprender. Y en eso consiste el capitalismo.
P. Los cr¨ªticos con la renta b¨¢sica dicen que esos ingresos desincentivar¨ªan el trabajo. ?Qu¨¦ opina?
R. Invierto tres cap¨ªtulos en hablar de experiencias que se han llevado a cabo para demostrar que cuando la gente recibe dinero gratis ni lo malgasta ni se lo bebe. Las investigaciones demuestran que todos queremos conseguir nuestro sue?o. Y el gran desperdicio de nuestros d¨ªas son los millones de personas que est¨¢n atrapados en la pobreza o en un trabajo in¨²til.
P. Usted propone la apertura de fronteras en un contexto en el que el mundo parece ir en direcci¨®n contraria. ?Es la parte m¨¢s ut¨®pica de su argumento?
R. Sin duda, es la m¨¢s radical. Pero tenemos pruebas de que la inmigraci¨®n es un arma contundente contra la pobreza. Un pa¨ªs con un patriotismo fuerte deber¨ªa estar orgulloso de abrir sus puertas a emigrantes y refugiados, porque todo gran pa¨ªs en la historia de la humanidad se ha fundado sobre ellos.
P. Esa propuesta requiere de un consenso internacional. Viendo el papel de la Uni¨®n Europea en la crisis de los refugiados, ?le parece viable conseguirlo?
R. Todo empieza por contar una historia distinta. Lo mismo sucede con la renta b¨¢sica. A menudo me dicen que la gente est¨¢ en contra, pero en el siglo XVII la mayor¨ªa tambi¨¦n estaba en contra de la democracia.
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