El euro es el eslab¨®n d¨¦bil
El continente dispone de dos a?os para corregir los vicios de construcci¨®n de la moneda ¨²nica
La euforia que se ha desatado en los mercados europeos no deber¨ªa ocultar las deficiencias estructurales que padece la zona euro, y que amenazan con descarrilar la recuperaci¨®n. Los analistas han revisado al alza las previsiones. Ahora se anticipa que la econom¨ªa europea crecer¨¢ a tasas cercanas al 2% en 2017, varias d¨¦cimas m¨¢s que lo que vaticinaban los anteriores pron¨®sticos. Y la econom¨ªa espa?ola lo har¨ªa a un ritmo superior, rondando el 3% seg¨²n el informe del Banco de Espa?a publicado esta semana, avalado por los buenos resultados en materia de afiliaci¨®n y reducci¨®n del paro registrados desde el inicio del a?o. Los indicadores de coyuntura en Alemania, Francia y Portugal apuntan en direcci¨®n a un mayor dinamismo. Entre las grandes econom¨ªas, tan solo Italia parece no despertar de su letargo.
Sin duda, las heridas de la crisis europea no se han cerrado. La morosidad ha bajado, pero sigue en niveles elevados sobre todo en los pa¨ªses m¨¢s castigados. La tasa de desempleo no ha recuperado los valores pre-crisis, mientras que las desigualdades y la pobreza laboral se han intensificado.
Adem¨¢s, pese a la recuperaci¨®n, la Eurozona crece menos que los pa¨ªses europeos que no participan en la moneda ¨²nica. La Eurozona produce apenas 3% m¨¢s que antes de la crisis, frente a un aumento total del 9% en Dinamarca, Reino Unido y Suecia.
Pero en principal escollo est¨¢ en la arquitectura que sustenta la moneda ¨²nica, a la vez incompleta y defectuosa. La mayor¨ªa de los bancos est¨¢n sobreexpuestos a la deuda p¨²blica de su propio pa¨ªs, lo que les hace vulnerables a una elevaci¨®n de los tipos de inter¨¦s. Un incremento significativo de la prima de riesgo tiende a empeorar los balances de los bancos, dificultando la concesi¨®n de cr¨¦ditos a la econom¨ªa. Algo que naturalmente repercute sobre la actividad y el d¨¦ficit p¨²blico. Y provoca recortes dolorosos en presupuestos y salarios.
Este v¨ªnculo pernicioso entre deuda p¨²blica y restricciones de cr¨¦dito bancario es el principal responsable de la recesi¨®n del 2010. Las econom¨ªas m¨¢s atenazadas han salido de esta situaci¨®n gracias a las intervenciones del BCE, que no se podr¨¢n prolongar en el tiempo.
De forma que resulta esencial consolidar la moneda ¨²nica con medidas estructurales. Esto solo se puede conseguir reduciendo la sobreexposici¨®n de las entidades a la deuda nacional, lo que requiere un marco regulatorio que les lleve a diversificar sus carteras de valores.
Por otra parte, una garant¨ªa europea de dep¨®sitos aportar¨ªa mayor seguridad a los ahorradores y contendr¨ªa los movimientos especulativos de capital. Grecia ha perdido un ingente volumen de dep¨®sitos, lo que lastra la recuperaci¨®n y sin duda encarece la factura del pr¨®ximo rescate.
Estas medidas, junto con el fortalecimiento de los mecanismos de supervisi¨®n que ya han empezado a operar, mejorar¨ªa la asignaci¨®n de recursos y las perspectivas de inversi¨®n en la Eurozona. Adem¨¢s, se trata de iniciativas regulatorias, que no requieren de financiaci¨®n p¨²blica directa (aunque s¨ª de garant¨ªas estatales). Y son indispensables para el buen funcionamiento de la pol¨ªtica fiscal europea.
Consciente de la necesidad acuciante de una uni¨®n bancaria, el BCE ha manifestado estos ¨²ltimos d¨ªas su preocupaci¨®n ante esta situaci¨®n. Sin embargo, ni los gobiernos ni las otras instituciones europeas parecen reaccionar. Despu¨¦s de meses de deliberaci¨®n, el Parlamento Europeo se mantiene al margen de este debate y acaba de adoptar una serie de medidas que pretenden ¡°impulsar el crecimiento¡±, por un importe que no llega al 0,04% de la riqueza de la UE y que por tanto no est¨¢ a la altura de los desaf¨ªos. Por su parte, el Eurogrupo, que re¨²ne a los ministros de econom¨ªa y en la pr¨¢ctica act¨²a como ¨®rgano informal de decisi¨®n en materia econ¨®mica, ha centrado su actividad fundamentalmente en Grecia y en la exigencia de nuevas reformas estructurales para cada pa¨ªs. De las tres ¨²ltimas reuniones, s¨®lo en una se ha hablado, junto con otros temas, de la arquitectura de la Eurozona.
Es hora de que los responsables europeos muestren liderazgo. El euro-escepticismo se nutre de la frustraci¨®n ante una Europa que no se centra en las prioridades y pierde de vista sus valores fundacionales.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas, @RaymondTorres_
Balanza externa de la eurozona
La balanza por cuenta corriente de la Eurozona arroj¨® en 2016 un super¨¢vit de cerca de 360.000 millones de Euros, es decir el 3,3% del PIB, una d¨¦cima m¨¢s que en 2015. Este resultado es fruto principalmente de un excedente de 375.100 millones de euros de la balanza comercial. La Eurozona mantiene un importante excedente comercial con EE UU y Reino Unido (en ambos casos por encima de 120.000 millones de Euros). Por el contrario, la balanza comercial con respecto a China es deficitaria (rondando los 77.000 millones de Euros). Los resultados de la balanza por cuenta corriente apuntan a un exceso de ahorro con respecto a la inversi¨®n en la uni¨®n monetaria.
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