Draghi ve menos riesgos pero mantiene el tono agresivo de la pol¨ªtica monetaria
El presidente del BCE y los suyos creen que hay que mantener el pie en el acelerador por las incertidumbres pol¨ªticas europeas y del exterior
?Mejora realmente la situaci¨®n de la eurozona? La respuesta del BCE es sencillamente genial: s¨ª, no, quiz¨¢. Los mercados escrutan cada palabra de Mario Draghi, el jefe del Banco Central Europeo, como si se tratara del mism¨ªsimo or¨¢culo de Delfos. Y Draghi se cuid¨® mucho este jueves de mostrar nada m¨¢s que un optimismo muy precavido para justificar que prefiere dejar su activismo tal y como est¨¢. ¡°Las cosas est¨¢n mejor¡±, dijo el italiano, consciente de que pisa terreno pantanoso porque la recuperaci¨®n se asienta ¡ªy los halcones de su consejo est¨¢n cada vez m¨¢s inc¨®modos con sus medidas extraordinarias¡ª, pero necesita mantener el tono agresivo de la pol¨ªtica monetaria por las incertidumbres pol¨ªticas europeas y del exterior. En Fr¨¢ncfort hay dos escuelas de pensamiento: Draghi y los suyos creen que hay que mantener el pie en el acelerador de la pol¨ªtica monetaria; el alem¨¢n Jens Weidmann y los m¨¢s ortodoxos piensan que ser¨ªa mejor ir pensando en frenar. De momento, se impone Draghi. De momento
El jefe del BCE empieza a preparar un cambio de discurso, pero ese momento a¨²n no ha llegado. Draghi hizo un primer gui?o al optimismo, pero con tanta finezza que el giro ret¨®rico no tuvo ning¨²n efecto en lo que esperan los mercados. ¡°La recuperaci¨®n c¨ªclica de la eurozona gana solidez y los riesgos a la baja han disminuido¡±, afirm¨®, lo que podr¨ªa interpretarse como una puerta entreabierta para retirar gradualmente las medidas extraordinarias. ¡°No hay presiones para la inflaci¨®n¡±, subray¨® para cerrar esa puerta de golpe. ¡°Los riesgos est¨¢n m¨¢s equilibrados, pero a¨²n son a la baja por factores globales¡±, a?adi¨®. S¨ª, no, quiz¨¢: ¡°Si usted cree que ha entendido lo que he dicho es que debo haberme expresado mal¡±, dijo una vez un influyente banquero central estadounidense.
El BCE, en fin, no quiere l¨ªos. Draghi pas¨® de puntillas por las m¨²ltiples referencias en las preguntas de la rueda de prensa a la segunda ronda de las elecciones presidenciales francesas, y destac¨® que el consejo de gobierno ni siquiera ha empezado a discutir las subidas de tipos de inter¨¦s o la retirada de las compras de activos, el quantitative easing (QE, por sus siglas en ingl¨¦s) europeo. La inflaci¨®n se acerca al 2%, pero por razones coyunturales: los precios del petr¨®leo y los alimentos. ¡°No parece que la tasa de inflaci¨®n pueda mantenerse cercana al 2% por s¨ª sola, sin la pol¨ªtica monetaria, y de forma duradera¡±. Traducci¨®n b¨ªblica: todo sigue igual, y no hay raz¨®n para cambiar la pol¨ªtica ni la secuencia de medidas que esperan los inversores. El QE no terminar¨¢ al menos hasta finales de este a?o, y las subidas de tipos no llegar¨¢n al menos hasta esa misma fecha. Los analistas esperan que a lo largo del oto?o el Eurobanco empiece a se?alizar un incremento del tipo de inter¨¦s de dep¨®sitos (que est¨¢ en niveles negativos), a lo sumo, y que el presidente acabe modificando su discurso para hacerlo menos expansivo.
Pero ese cambio a¨²n tardar¨¢. Draghi explic¨® que para que aumente la inflaci¨®n deber¨ªa haber subidas de sueldos, y las previsiones sobre los salarios son a¨²n ¡°muy inciertas¡±, especialmente en Alemania. Por cierto que el ministro alem¨¢n, Wolfgang Scha¨¹ble, aprovech¨® hace unos d¨ªas las reuniones de primavera del FMI para criticar al BCE. ¡°Es ir¨®nico que alguien como Sch?uble que defiende la independencia del banco central nos ataque por la pol¨ªtica monetaria¡±, contraatac¨®.
La posici¨®n del BCE no es nada f¨¢cil. En los ¨²ltimos a?os ha entrado en pol¨ªtica, b¨¢sicamente por su pertenencia a la troika y su exigencia de reformas a pa¨ªses como Grecia, Irlanda, Italia o Espa?a. En 2011, el Eurobanco cometi¨® un grav¨ªsimo error con subidas de los tipos de inter¨¦s a destiempo, que provocaron una reca¨ªda en la recesi¨®n. De nuevo ahora hay cierta mejor¨ªa, pero son tantos los riesgos ¡ªLe Pen en casa, Corea del Norte, el proteccionismo y la pol¨ªtica fiscal de Estados Unidos, por citar solo tres¡ª que Draghi prefiri¨® este jueves pasar de largo, silbando, hasta la pr¨®xima reuni¨®n.
Fin de la convergencia
El FMI y la Comisi¨®n Europea alertan en sus ¨²ltimos informes del riesgo derivado del final de la convergencia en Europa: la brecha entre los pa¨ªses ricos y pobres de la eurozona (y entre regiones ricas y pobres del mismo pa¨ªs) ya no se reduce, como en los primeros a?os del euro, sino que se agranda. ?Teme el BCE que eso provoque una p¨¦rdida de apoyo a la moneda ¨²nica en la periferia, en los pa¨ªses que sufren esa divergencia? Draghi ha asegurado que el apoyo al euro "sigue siendo elevado" en toda la eurozona: "No hay un solo pa¨ªs en el que el apoyo baje del 50%". Y aun as¨ª, la opini¨®n favorable se reduce a ojos vista en pa¨ªses como Italia, que llevan 15 a?os de estancamiento, o Francia, con una de las candidatas a presidir el pa¨ªs a favor de un refer¨¦ndum sobre el euro. "Ignorar las desigualdades o las consecuencias negativas de la globalizaci¨®n es un error: la Comisi¨®n Europea hace bien en estar alerta. La globalizaci¨®n ha sido un proceso extraordinariamente positivo, pero ha generado perdedores y hay que tenerlos en cuenta", ha dicho.
El italiano se desmarc¨® hace unas semanas de la ortodoxia econ¨®mica al reclamar fuertes subidas de sueldos, principalmente en Alemania. Lleva dos a?os criticando que en algunos pa¨ªses los salarios est¨¢n "al nivel de los a?os ochenta". Este jueves ha a?adido a ese discurso una advertencia sobre "las desigualdades sociales" y los efectos de dejar de lado a "los perdedores de la globalizaci¨®n", solo un d¨ªa despu¨¦s de que Bruselas rescatara la pol¨ªtica social. ?La raz¨®n? "Los riesgos son ahora eminentemente pol¨ªticos", resumi¨® hace unos meses en una entrevista con este diario.
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