¡°Cada a?o se invierte la mitad de lo necesario en mercados emergentes¡±
Philippe Le Houerou, m¨¢ximo responsable del brazo privado del Banco Mundial, ve crecientes oportunidades en Am¨¦rica Latina
Los asesores de Philippe Le Houerou han colocado varios libritos informativos en la sala en la que se celebra la entrevista. El presidente ejecutivo del International Finance Corporation, el brazo privado del Banco Mundial, agarra uno sobre los proyectos del IFC en Am¨¦rica Latina y con un bol¨ªgrafo corrige, entre risas, el t¨ªtulo para pasarlo del singular al plural. ¡°Creando oportunidades¡±, reza ahora. Bromas aparte, el gesto simboliza las ambiciones de la organizaci¨®n en la regi¨®n y en el conjunto de mercado emergentes.
El m¨¢ximo responsable del IFC ¡ªque concede cr¨¦ditos a precio de mercado a empresas privadas, a diferencia del Banco Mundial, que solo presta a gobiernos y a tasas m¨¢s bajas¡ª hace bueno el principio de que cada problema puede ser una oportunidad: sostiene que el escaso margen presupuestario de muchos pa¨ªses latinoamericanos, el retroceso del crecimiento econ¨®mico y la acuciante necesidad de inversi¨®n en obra p¨²blica generan enormes posibilidades.
¡°Cada a?o necesitamos en los mercados emergentes tres trillones de d¨®lares de inversi¨®n en infraestructura. Cada a?o solo se gasta la mitad de eso¡±, dice Le Houerou, franc¨¦s de 59 a?os, en una entrevista en la sede del IFC en Washington. ¡°Solo un 20% est¨¢ financiado de forma privada, as¨ª que el resto termina en la contabilidad de deuda p¨²blica del gobierno. Imagine que pas¨¢ramos del 20% al 30%¡±, agrega el jefe de la organizaci¨®n, cuya inversi¨®n global es de 18.000 millones de d¨®lares al a?o.
El patr¨®n se repite en Am¨¦rica Latina, donde asegura se gasta entre el 2,5% y el 3% del PIB en obra p¨²blica, la mitad de lo que considera necesario. Le Houerou sostiene que ¡°por supuesto¡± el viraje a la derecha en el color pol¨ªtico de pa¨ªses como Argentina y Brasil hacia pol¨ªticas m¨¢s proempresariales expande las posibilidades de negocio de la rama privada del Banco Mundial. Pero lanza una advertencia: ¡°Estos gobiernos tienen que continuar con las reformas¡±.
El ejecutivo del IFC advierte, por ejemplo, de que la concesi¨®n de cr¨¦ditos bancarios apenas ha variado en Argentina desde 1960. El ratio de pr¨¦stamos sigue situ¨¢ndose alrededor del 14% del PIB, un nivel muy bajo en comparaci¨®n con los pa¨ªses desarrollados. ¡°Demuestra que los mercados de capital necesitan buenas pol¨ªticas macroecon¨®micas, la hiperinflaci¨®n es el mejor destructor de cualquier mercado de capital¡±, se?ala.
El entusiasmo de Le Houerou por la b¨²squeda de nuevos negocios exhibe la filosof¨ªa que ha tratado de trasladar al IFC desde que asumi¨® la presidencia en marzo de 2016. Su mantra es que la organizaci¨®n tiene que ser ¡°m¨¢s proactiva¡± en tratar de crear mercados y depender menos del inter¨¦s de empresas en solicitarle cr¨¦ditos. Esa estrategia m¨¢s agresiva se visualiz¨® a finales del a?o pasado con la creaci¨®n de una plataforma prestamista en proyectos de infraestructura en la que entr¨® la aseguradora Allianz como inversora, y en la que el IFC y la agencia de desarrollo sueca asumen las primeras p¨¦rdidas de cualquier proyecto.
La ret¨®rica de promoci¨®n de la iniciativa privada se escuch¨® hace unos d¨ªas en las reuniones de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y casa bien con la doctrina del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, que recela de las instituciones multilaterales. Le Houerou asegura que nada ha cambiado en la estrategia del IFC desde el desembarco de Trump en la Casa Blanca a finales de enero y sostiene que el foco sigue siendo llevar al Banco Mundial a ¡°hacer m¨¢s inversiones en el desarrollo del sector privado¡±.
El directivo ¡ªque en el pasado trabaj¨® en el Banco Mundial y el Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo¡ª sustituy¨® al chino Jin-Yong Cai, que dej¨® su puesto en el IFC un a?o antes de lo previsto. Lo hizo en medio de la tensi¨®n con algunos de los principales pa¨ªses de la junta directiva, como EE UU y Jap¨®n, por algunas inversiones en China, especialmente la entrada en el capital del banco Postal Savings, que fue cuestionada por su relaci¨®n con el objetivo oficial del IFC de promover el desarrollo privado.
Elogios a China
Le Houerou lanza gui?os a Pek¨ªn, que busca ganar relevancia en las organizaciones impulsadas por Washington tras la Segunda Guerra Mundial. Preguntado por si la inversi¨®n en el Postal Savings Bank of China puede ser un modelo en otros pa¨ªses, replica que el IFC continuar¨¢ con su ¡°empuje de inclusi¨®n financiera¡±. Y elogia al Banco Asi¨¢tico de Inversi¨®n en Infraestructuras, creado por China en 2015 para competir con el Banco Mundial y que EE UU ha criticado pese a que se han sumado a ¨¦l sus principales aliados. ¡°Por ahora, todo lo que hemos visto es positivo. De hecho, tienen una inversi¨®n con nosotros en Myanmar¡±, dice, describiendolo m¨¢s como aliado que como amenaza.
Sin embargo, la estrategia expansiva del IFC en pa¨ªses m¨¢s inestables tambi¨¦n entra?a mayores peligros, como el vivido en los ¨²ltimos a?os en Honduras. Un grupo de granjeros hondure?os interpuso el pasado marzo una demanda en un juzgado de Washington en que acusa a la organizaci¨®n de ignorar deliberadamente el asesinato desde 2009 de m¨¢s de 100 campesinos que atribuye a una campa?a instigada por Dinant, un productor de aceite de palma que recibi¨® financiaci¨®n del IFC.
Los pr¨¦stamos a la empresa fueron objeto de una investigaci¨®n interna del Banco Mundial. Le Houerou esgrime que el IFC ¡°ha hecho mucho para mejorar¡± ante situaciones as¨ª, pero a la vez la atribuye a un ¡°problema de riesgo sist¨¦mico¡± que puede repetirse en otras naciones. ¡°No hay nada como cero riesgo. Es verdad que lo m¨¢s que vayamos a pa¨ªses pobres, que tienen instituciones m¨¢s d¨¦biles, m¨¢s corrupci¨®n y menos gobernanza, tenemos que tomar el riesgo. Lo mitigaremos lo mejor que podamos pero tomaremos el riesgo¡±, asegura.
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