La biblioteca de Alejandr¨ªa en la nube
Odilo, se coloca a la cabeza de la distribuci¨®n de libros digitales para colegios
Los jueves en las oficinas centrales de Odilo se comparten opiniones en el club de lectura. Esta semana toca Purple Cow, un libro con claves para que una empresa tenga ¨¦xito. El espacio donde se re¨²nen, sin embargo, no es la oficina. Es una biblioteca virtual, un cat¨¢logo digital, que es b¨¢sicamente a lo que se dedica esta start-up, nacida en 2011, y que maneja 1,2 millones de contenidos digitales en 42 idiomas. Tiene presencia en 35 pa¨ªses y oficinas en Espa?a, Reino Unido, Latinoam¨¦rica y Estados Unidos. Su plan para 2017 es ir a los pa¨ªses n¨®rdicos, Australia y Brasil. Cerr¨® 2016 sin beneficios, pero con una facturaci¨®n de dos millones de euros, el 60% de Espa?a. Son l¨ªderes de su sector en castellano.
Rodrigo Rodr¨ªguez (Murcia, 1982) es la cabeza del proyecto. Este extrabajador del ¨¢rea de tecnolog¨ªa en la nube de British Telecom vio una oportunidad de negocio al pensar que, ¡°al igual que todos los libros en tienda pueden estar en formato electr¨®nico¡±, las bibliotecas podr¨ªan necesitar este mismo servicio. De ah¨ª, pas¨® a incluir en su propuesta a los colegios, y todas las lecturas obligatorias que demanda el Ministerio de Cultura cada curso. Y empresas e instituciones p¨²blicas. ¡°Porque todas ellas manejan bibliograf¨ªa, libros de gesti¨®n, manuales diversos¡±, explica Rodr¨ªguez. Odilo empez¨® a trabajar por proyectos, resolviendo problemas concretos, pero un viaje a Silicon Valley, de la mano del ICEX, les dio la idea de nacer como empresa: ganaron un concurso para digitalizar la biblioteca estatal de Colorado y abrieron oficina en EE UU. Desde ah¨ª, empezaron a trabajar para instituciones y colegios, a los que facilitan un servicio de biblioteca virtual personalizable.
Su trabajo consiste en comprar derechos de libros ya digitalizados, catalogarlos y subirlos a una plataforma, en forma de marca blanca: su logo no aparece, sino que trabajan bajo las siglas del proveedor. Asimismo, tambi¨¦n trabajan con audiolibros y manuales acad¨¦micos. Su modelo de negocio es escalable y est¨¢ basado en el pago por el uso del servicio, ¡°se contrata anualmente por el n¨²mero de lecturas¡±, explica el joven. ¡°El cliente nos paga cada vez que alguien pide un libro prestado¡±. Al contrario que su principal competidor, Overdrive (comprada por los asi¨¢ticos Rakuten hace un a?o), que son especialistas en venta online, Odilo trabaja con un sistema parecido ¡°a la tarjeta prepago de los m¨®viles¡±, es decir, que se contrata un cr¨¦dito de lectura. Para comprar y tramitar sus m¨¢s de 2.000 proveedores de contenido se acogen al llamado derecho de pr¨¦stamo digital: ¡°Lo que permite que yo compre derechos y se los pueda vender a un intermediario que llega al cliente final¡±. Adquirir t¨ªtulos cl¨¢sicos, libres ya de derechos, no supone coste alguno.
Vocaci¨®n internacional
Lo que hab¨ªa empezado con ¡°siete personas que hac¨ªan consultor¨ªa¡±, relata el directivo, se convirti¨® ¡ªdespu¨¦s de cerrar acuerdos en Latinoam¨¦rica y Estados Unidos¡ª ¡°en un proyecto con vocaci¨®n internacional, pues pronto nos llamaron tambi¨¦n de Chile, nuestro primer gran proyecto, para hacer toda la red de bibliotecas estatales¡±. Hasta ese punto hab¨ªan conseguido 50.000 euros de una ronda de financiaci¨®n entre la familia y los amigos. Un cr¨¦dito Avanza les garantiza 250.000 euros en 2014 y, despu¨¦s, levantan su primera ronda de financiaci¨®n con Venture Capital, de 2,2 millones de euros. En enero de 2016 recibieron otra inyecci¨®n de 1,3 millones de euros de otro fondo de capital riesgo junto con el Banco Europeo de Inversiones. Pero ha sido este a?o, el pasado mes de marzo, cuando consiguieron, v¨ªa ronda de financiaci¨®n, la mayor inversi¨®n: seis millones de euros. Ahora son 62 personas en plantilla y tienen oficinas en Madrid, Cartagena, Ciudad de M¨¦xico, Nueva York y Denver. Y sus perfiles son en un 65% ingenieros y documentalistas, y tambi¨¦n equipo comercial, de contenidos y administraci¨®n.
Estos peculiares bibliotecarios basan su ¨¦xito en dos pilares. De un lado: apostaron por contratar perfiles s¨¦niores, con contactos y bagaje en el sector. ¡°Soy joven, tengo la experiencia que tengo, y esta gente puede aportar un valor enorme¡±, explica Rodr¨ªguez. ¡°Hubo que convencerles para sacarles de empresas muy grandes y estables donde ten¨ªan grandes puestos, pero es la forma m¨¢s eficiente y r¨¢pida de crecer de forma segura¡±. Y del otro lado tienen en su haber todo el trabajo de gesti¨®n de materiales que sirven para el siguiente proyecto.
La inversi¨®n en cada cliente, que pasa por establecer la infraestructura digital y comprar derechos, son libros que les sirven para los siguientes usuarios. Y aunque es quiz¨¢ menos rentable, su apuesta por los colegios es grande, pues tienen la garant¨ªa, adem¨¢s, de que comparten t¨ªtulos con otros centros. Entre sus mejores clientes est¨¢n los colegios de los jesuitas. ¡°Resolvemos el problema que hay con el precio y los ejemplares disponibles de la bibliograf¨ªa obligatoria¡±, explica, ¡°con lo que vale un libro f¨ªsico, hasta 20 alumnos leen uno de Odilo¡±. A un centro educativo le puede costar este servicio unos 500 euros al mes. Dependiendo del volumen, esta cifra puede llegar a los 6.000 euros mensuales. Adem¨¢s de generar una biblioteca virtual, Odilo prepara materiales adicionales, vinculados a estos, como actividades de comprensi¨®n lectora en el caso de los colegios.
Entre sus previsiones para 2017, est¨¢ superar los seis millones de euros de facturaci¨®n, que supone multiplicar por tres los ingresos de 2016. ¡°Tal como vamos¡±, confiesa Rodr¨ªguez, ¡°llegar¨ªamos a tener beneficios este a?o¡±. Pretenden seguir una estrategia ¡°agresiva¡± con la expansi¨®n internacional. ¡°Este es un mercado donde hay que entrar pronto¡±, apunta el directivo, ¡°en los pa¨ªses donde estamos, sin incluir Estados Unidos, tenemos el 95% de la cuota de mercado¡±. Prev¨¦n crecer en el ¨¢rea de educaci¨®n y de empresas y seguir en la l¨ªnea que les diferencia de su competencia: ¡°un modelo de uso sin inversi¨®n inicial, con m¨®dulos personalizados¡±. ?Un sue?o? ¡°Hacer realidad ser el est¨¢ndar del sector¡, que todo pase por Odilo¡±, responde Rodrigo Rodr¨ªguez.
Penetraci¨®n en Espa?a
Son l¨ªderes del sector en castellano, solo superados por el gigante asi¨¢tico Rakuten, que compr¨® recientemente ?OverDrive. ¡°Ellos lideran el mercado en ingl¨¦s y nosotros el espa?ol¡±, apunta el director de Odilo. ¡°La principal diferencia es que el espa?ol es un mercado incipiente, dado que aqu¨ª no tenemos una cultura de lectura digital tan grande¡±. A pesar de este dato, en Espa?a se han instalado ya en las bibliotecas p¨²blicas de todas las comunidades aut¨®nomas, menos Pa¨ªs Vasco. Algunas cifras: en Madrid est¨¢n disponibles m¨¢s de 3.000 libros en el portal eBiblio y 50 audiolibros. En Catalu?a, 5.400, y en las que a¨²n est¨¢n en fase inicial, como es el caso de Castilla y Le¨®n, en torno a 1.800.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.