Cu¨¢ndo responde el due?o del establecimiento en caso de altercado
La omisi¨®n de las funciones de vigilancia y control determina la obligaci¨®n de reparar los da?os y perjuicios causados
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Discusiones, peleas, hurtos, tr¨¢fico de estupefacientes, tocamientos lascivos y hasta agresiones sexuales se cometen cada d¨ªa en establecimientos y lugares de ocio, donde los clientes se convierten a menudo en involuntarias v¨ªctimas de delitos.
Penalmente ser¨¢n responsables del acto il¨ªcito el autor del mismo, sus c¨®mplices y part¨ªcipes, que ser¨¢n castigados con la pena que la ley establezca. Tambi¨¦n deber¨¢n responder con una indemnizaci¨®n econ¨®mica si del hecho se derivan da?os o perjuicios; es la responsabilidad civil derivada del delito que se contempla en los art¨ªculos 109 y siguientes del C¨®digo Penal, que generalmente se ventila en el mismo procedimiento penal.
?Qu¨¦ es la responsabilidad subsidiaria locativa?
El C¨®digo Penal prev¨¦ adem¨¢s la responsabilidad civil subsidiaria, en defecto del responsable criminal, en determinados casos. As¨ª, la de los padres o tutores por los da?os y perjuicios causados por los delitos cometidos por sus hijos; los peri¨®dicos, revistas o medios de difusi¨®n por los delitos cometidos utilizando los medios de los que sean titulares, las empresas por los delitos que hayan cometido sus empleados y, finalmente, la responsabilidad que nos ocupa, de los titulares de los establecimientos en donde se cometan los delitos o faltas, regulada en el art¨ªculo 120.3 del C¨®digo Penal.
Esta norma dispone su responsabilidad cuando por parte de los que dirijan o administren su establecimiento, o de sus dependientes o empleados, se hayan infringido los reglamentos de polic¨ªa o las disposiciones de la autoridad que est¨¦n relacionados con el hecho punible cometido, de modo que ¨¦ste no se hubiera producido sin dicha infracci¨®n.
Esta modalidad de responsabilidad se justifica por dos notas: una positiva y otra negativa. Por un lado por el escenario donde se comete el hecho delictivo. Y por otro la ausencia de v¨ªnculo entre el titular del establecimiento y el autor del delito, aunque s¨ª se exige relaci¨®n con quien haya infringido las funciones de vigilancia y control. La conexi¨®n con el delito se circunscribe a que el responsable civil subsidiario es el titular del lugar en el que se cometi¨®.
La tendencia de la jurisprudencia ha sido objetivar en la medida de lo posible esta responsabilidad marcando dos ejes en su interpretaci¨®n: el lugar de comisi¨®n de las infracciones penales (en tanto su control es mayor por producirse precisamente tales il¨ªcitos en espacios f¨ªsicos de su titularidad) y la infracci¨®n de normas o disposiciones de autoridad que est¨¢n relacionados causalmente con su condici¨®n de due?o del establecimiento.
Respecto a los bares, locales e instalaciones donde se celebran conciertos y eventos de ocio, la base para su responsabilidad suele ser la infracci¨®n de la normativa sobre admisi¨®n de personas y reglamentos de polic¨ªa en establecimientos de espect¨¢culos p¨²blicos y actividades recreativas, as¨ª como la legislaci¨®n sobre personal de seguridad privada. Pero el precepto tambi¨¦n puede ser aplicado a delitos cometidos en otro tipo de establecimientos en sentido amplio (centros penitenciarios, de menores, residencias de ancianos...) por los que responder¨ªan sus titulares ¨CInstituciones Penitenciarias, Servicio de Salud, Servicios Sociales etc-.
Una reciente sentencia dictada por el Tribunal Supremo de marzo de 2017 ha eximido de responsabilidad a la discoteca ?Mae West? de Almer¨ªa en la que se produjo un intento de homicidio con un vaso de cristal. Tras una primera discusi¨®n en la sala, por la que ambos clientes ¨Cagresor y agredido- fueron expulsados por los vigilantes de seguridad, se les volvi¨® a permitir acceder al local. Una vez dentro, en el mismo hall de entrada el acusado, de forma sorpresiva y con un r¨¢pido movimiento, propin¨® un golpe en la zona del cuello de la v¨ªctima caus¨¢ndole lesiones que afectaron a la vena yugular y comprometieron gravemente su vida. Seg¨²n el Tribunal hay una ausencia de prueba sobre el nexo causal y no puede imputarse a los vigilantes un incumplimiento de la normativa sobre derecho de admisi¨®n, limitaciones de acceso, permanencia en establecimientos p¨²blicos ni falta de profesionalidad o titulaci¨®n que propicien la agresi¨®n producida. La actuaci¨®n del acusado fue sorpresiva, r¨¢pida y repentina por lo que no pod¨ªa haber sido evitada por aqu¨¦llos ni aun desplegando toda la diligencia que les era exigible, atendida la din¨¢mica de la agresi¨®n.
Requisitos para apreciar la responsabilidad subsidiaria
En el supuesto anterior no se cumplieron los requisitos exigidos por el art¨ªculo 120.3 del C¨®digo penal para estimar la responsabilidad subsidiaria, que son:
1) que se haya cometido un delito o falta;
2) que aqu¨¦llos se hayan cometido en un establecimiento dirigido por el sujeto pasivo de dicha pretensi¨®n indemnizatoria;
3) que se haya infringido un reglamento de polic¨ªa o alguna disposici¨®n de la autoridad, entendidos estos reglamentos como normas de actuaci¨®n profesional en el ramo de que se trate, abarcando cualquier violaci¨®n de un deber impuesto por ley o por cualquier norma positiva de rango inferior, incluso el deber objetivo de cuidado que afecta a toda actividad para no causar da?os a terceros;
4) que dicha infracci¨®n sea imputable no solamente a quienes dirijan o administren el establecimiento, sino a sus dependientes o empleados;
5) que tal infracci¨®n est¨¦ relacionada con el delito o falta cometido de modo que ¨¦stos no se hubieran cometido sin dicha infracci¨®n ¨Cnexo causal-.
Supuestos de condena: altercados en una boda, en el metro y en un estadio de f¨²tbol
No obstante, existen numerosos pronunciamientos de condena dictados por nuestros tribunales. As¨ª, una sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia de septiembre 2014 declar¨® la responsabilidad del titular de la discoteca Joy por la agresi¨®n de un cliente a otro en su interior, oblig¨¢ndole subsidiariamente a indemnizar con 6.000 euros por las secuelas de la rotura de la nariz. El tribunal apreci¨® culpa en la vigilancia ante la escasez de controladores y miembros del personal de seguridad, conoci¨¦ndose el alto grado de probabilidad de que se produzcan altercados en estos espacios como consecuencia del consumo de alcohol y drogas. El d¨ªa de autos hab¨ªa en la sala un ¨²nico vigilante uniformado y unos seis porteros no uniformados para un aforo de mil personas, entre ellas un grupo que celebraba una boda. El acusado, tras recibir un pisot¨®n involuntario en la pista de baile, reaccion¨® violentamente con pu?etazos y golpes lesionando a varios clientes. El tribunal declara que se infringi¨® el art¨ªculo 51 del Reglamento de Polic¨ªa de Espect¨¢culos P¨²blicos y Actividades Recreativas y explica que "Concurriendo aqu¨¦l riesgo, la vigilancia en el interior de cualquier discoteca no s¨®lo ha de existir, sino que ha de ser eficaz para prevenir esos posibles enfrentamientos o para abortarlos tan pronto como se manifiesten". Por lo que deduce que el delito podr¨ªa haberse evitado si se hubiera llevado a cabo una correcta aplicaci¨®n de las normas reglamentarias vigentes respecto de la actividad del establecimiento.
Por su parte, una sentencia del Supremo de mayo 2012 declar¨® la responsabilidad de Ferrocarril Metropolitano de Barcelona y de su aseguradora en unos 200.000 euros, por delitos de homicidio y lesiones derivados de la agresi¨®n con un arma blanca, tras un altercado en grupo en una estaci¨®n de metro. El Tribunal consider¨® que se hab¨ªan vulnerado las normas de polic¨ªa y buen orden que deben aplicar quienes gestionan y velan por la seguridad de los viajeros, atendiendo al alto ¨ªndice de conflictividad de la estaci¨®n por su proximidad a una zona de ocio con varias discotecas.
Tambi¨¦n existen sentencias condenatorias de clubs deportivos por incidentes en campos de f¨²tbol. Es el caso de una sentencia del Juzgado de lo Penal de Barcelona que declar¨® la responsabilidad del Real Club Deportivo Espa?ol de Barcelona S.A.D por no haber realizado el control de seguridad oportuno y permitir la entrada de un espectador con unas bengalas, cuyo lanzamiento caus¨® varios heridos, uno de los cuales falleci¨®. Si se hubiera impedido la entrada de las bengalas mort¨ªferas al acusado, ¨¦ste no las habr¨ªa podido lanzar evit¨¢ndose con ello el resultado acontecido. La ley del Deporte, dispone en su art¨ªculo 67.4 la prohibici¨®n de introducir fuegos de artificio en las instalaciones en que se celebren espect¨¢culos deportivos. Asimismo, el art¨ªculo 51 del Reglamento General de Polic¨ªa de Espect¨¢culos P¨²blicos establece la obligaci¨®n de la empresa o entidad de responder por los da?os que se produzcan por imprevisi¨®n, negligencia o incumplimiento de lo reglamentado. Tambi¨¦n el Convenio Europeo sobre la violencia e irrupciones de espectadores con motivo de manifestaciones deportivas, ratificado por Espa?a recoge diversas medidas para prevenir y sofocar la violencia en eventos deportivos disponiendo que los clubs y los propietarios de estadios adoptar¨¢n las medidas para impedir que los espectadores introduzcan en los estadios objetos que puedan servir para actos de violencia, petardos u otros an¨¢logos.
Condenas a Ayuntamientos: caso Madrid Arena y el "chupinazo"
Quiz¨¢ uno de los sucesos m¨¢s lamentables y medi¨¢ticos de los ¨²ltimos a?os haya sido el Caso Madrid Arena, donde tras una avalancha incontrolada de personas durante la celebraci¨®n de una macro-fiesta de Halloween fallecieron 5 j¨®venes por aplastamiento. El evento, celebrado en un recinto municipal, hab¨ªa sido organizado con graves irregularidades por una sociedad privada de ocio y espect¨¢culos infringiendo las normas sobre aforo e incumplimiento las medidas de vigilancia y seguridad de las instalaciones para conseguir el mayor beneficio econ¨®mico posible. Fueron condenados como autores los responsables de la empresa organizadora y de las empresas que gestionaban el recinto y el control del acceso por delitos de homicidio y lesiones por imprudencia grave, y subsidiariamente las empresas Diviertt S.L., Madrid Destino, Cultura, Turismo y Negocio S.A., Seguriber S.L.U., Kontrol 34 S.L., y el Ayuntamiento de Madrid, a una cuant¨ªa millonaria.
La Audiencia Provincial Navarra, en una sentencia de febrero 2012 declar¨® la responsabilidad subsidiaria del ayuntamiento de Pamplona por las lesiones causadas por un ?botellazo? lanzado sobre el tumulto de personas presentes en el chupinazo de los Sanfermines, que impact¨® en la cabeza de una v¨ªctima, caus¨¢ndole secuelas muy importantes. Para la Audiencia existi¨® una falta de vigilancia por parte de los empleados del ayuntamiento, el cual adem¨¢s hizo posible la comisi¨®n del delito de lesiones, al infringir el art¨ªculo 22 de la Ordenanza sobre Promoci¨®n de Conductas C¨ªvicas ¨Cque prohib¨ªa depositar o abandonar cualquier objeto de vidrio, ¨ªntegro o roto, en cualquier espacio de uso p¨²blico- y el Bando de San Ferm¨ªn que sancionaba a quien ensuciara la v¨ªa y espacios p¨²blicos. Se argument¨® que si no se hubiera permitido depositar las botellas en el suelo de la plaza Consistorial, por afectar a la seguridad en un evento que congregaba a muchas personas en un espacio reducido, el acusado no habr¨ªa tenido oportunidad de realizar su lanzamiento. Esta sentencia fue revocada por el Tribunal Supremo que no detect¨® la existencia de infracci¨®n reglamentaria ni falta de control atribuible ni la organizaci¨®n del acto ni a los polic¨ªas locales.
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