¡°Los colegios no son lugares para probar nuevas metodolog¨ªas¡±
Connie Yowell cree que la innovaci¨®n requiere prueba y error y que los profesores no pueden jugar con el futuro de los ni?os
Connie Yowell tiene una opini¨®n poco com¨²n sobre la innovaci¨®n educativa. A diferencia de otros gur¨²s, ella cree que los colegios no son los lugares para probar nuevas metodolog¨ªas de ense?anza porque la innovaci¨®n implica prueba y error, y no se puede experimentar con los ni?os. La de Yowell es una voz autorizada. Especializada en Psicolog¨ªa y Educaci¨®n por la Universidad de Stanford, Yowell trabaj¨® como analista en el departamento de Educaci¨®n del Gobierno de Estados Unidos -durante el mandato de Clinton- y gestion¨® un programa sobre aprendizaje de 150 millones de d¨®lares en la Fundaci¨®n MacArthur. Despu¨¦s de dedicar m¨¢s de 30 a?os al estudio de los procesos de aprendizaje de los j¨®venes, Yowell defiende que la innovaci¨®n tiene que nacer en espacios menos r¨ªgidos, en talleres organizados por museos, bibliotecas o plataformas ciudadanas.
Despu¨¦s de conocer a Will Wright, el creador del exitoso videojuego de construcci¨®n de ciudades SimCity, Yowell es partidaria de sustituir las pedagog¨ªas basadas en la memorizaci¨®n por las din¨¢micas de juego que requieren la participaci¨®n de los estudiantes. Su principal cr¨ªtica al sistema educativo actual, tanto en Espa?a como en Estados Unidos, es el paralelismo entre el funcionamiento de las f¨¢bricas y las escuelas, donde se prepara a ¡°ciudadanos obedientes que sepan seguir ¨®rdenes¡±.
Yowell es la impulsora de LRNG, una empresa social que est¨¢ redise?ando el aprendizaje del siglo XXI junto a escuelas, ayuntamientos, asociaciones y empresas como IBM en 10 ciudades de Estados Unidos, como Chicago. La semana pasada visit¨® Madrid para participar en las charlas Tech & Society organizadas por la Fundaci¨®n Telef¨®nica y el think tank Aspen Institute.
Pregunta. Despu¨¦s de haber dedicado tantos a?os a analizar la forma en la que aprenden los j¨®venes durante su etapa como investigadora en la Universidad de Illinois, ?cree que la clave est¨¢ en cambiar los contenidos de los programas acad¨¦micos?
Respuesta. El sistema educativo no est¨¢ fallando, sigue cumpliendo el objetivo para el que fue dise?ado: la producci¨®n masiva de estudiantes. Tanto en Espa?a, como en Estados Unidos o China se entrenan ciertos tipos de comportamiento como la obediencia, muy ligados a conseguir ciudadanos eficientes en las f¨¢bricas. A los ni?os de hoy les resulta complicado encajar en ese modelo. Al principio de mi carrera pensaba en c¨®mo hacer el aprendizaje m¨¢s atractivo o c¨®mo asegurar la igualdad de oportunidades independientemente de la clase social. Con el tiempo me di cuenta del error. Hab¨ªa que salir de la academia y dedicar muchas horas a entender qu¨¦ estaba pasando en internet y qu¨¦ era lo que ten¨ªa a los j¨®venes tan enganchados. Ah¨ª descubrimos un nuevo concepto: el aprendizaje conectado.
P. ?Cu¨¢l es la diferencia fundamental con el aprendizaje tradicional?
R. Los j¨®venes de hoy aprenden de forma efectiva cuando coinciden tres elementos. Les interesa un tema, encuentran a un grupo de personas que comparten esa inquietud y ese aprendizaje les sirve para algo en su d¨ªa a d¨ªa. Eso es el aprendizaje conectado. La tecnolog¨ªa y las herramientas online permiten que esos tres factores coincidan y por eso son cr¨ªticas para transformar la manera en la que aprendemos. Seg¨²n uno de los estudios que realizamos en el que participaron m¨¢s de 1.000 j¨®venes, el 95% de ellos se comunican con sus amigos a trav¨¦s de redes sociales y entre el 10 y el 15% son activos en comunidades online de videojuegos, moda... El intercambio de contenidos y el aprendizaje que se da en esas plataformas es extraordinario.
La evaluaci¨®n est¨¢ totalmente separada del aprendizaje, se dedica mucho tiempo a preparar ex¨¢menes. Es un error
P. ?Deber¨ªan las escuelas sustituir los libros por plataformas online de donde extraer el conocimiento?
R. Los recursos que se utilizan hoy, como los libros, los l¨¢pices o el papel, tienen que cambiar de forma dr¨¢stica. Pero el foco no est¨¢ en lo material, sino en un cambio de mentalidad. La innovaci¨®n no tiene que nacer en las escuelas, que son muy resistentes al cambio. Tenemos que empezar a innovar fuera de las aulas. La sociedad se tiene que volcar en crear nuevas iniciativas que luego se puedan replicar en las escuelas. Los lugares donde se organizan actividades extra escolares, como los museos o las bibliotecas, tienen que inventar nuevas experiencias de aprendizaje. Los colegios no son laboratorios donde probar nuevas metodolog¨ªas porque la innovaci¨®n conlleva prueba y error, y por lo tanto, fracasos. Son espacios de mucha relevancia donde nos jugamos mucho. Los profesores est¨¢n ense?ando al hijo de otra persona y esos conocimientos influir¨¢n en su futuro. No podemos esperar que sean las escuelas las que lideren el cambio.?
P. M¨¢s a all¨¢ de las pedagog¨ªas, ?cree que hay alg¨²n elemento que ya se puede modificar en los colegios?
R. La evaluaci¨®n est¨¢ totalmente separada del aprendizaje, se dedica mucho tiempo a preparar los ex¨¢menes y eso es un error. Hay que introducir la evaluaci¨®n en el proceso de aprendizaje y para eso es muy ¨²til la tecnolog¨ªa. Los videojuegos son un buen ejemplo; al tiempo que juegas sabes en todo momento c¨®mo lo est¨¢s haciendo y qu¨¦ puntuaci¨®n est¨¢s obteniendo. No hay ninguna necesidad de detener el aprendizaje para realizar una prueba. Tambi¨¦n hay que modificar el concepto de ¨¦xito escolar, pasar de la memorizaci¨®n al desarrollo de competencias. Eso es lo que asegurar¨¢ a los estudiantes que encuentren un trabajo en el futuro.
P. ?Podr¨ªa explicar alguna iniciativa ciudadana de ¨¦xito que sirva de ejemplo para las escuelas?
R. El proyecto que ha impulsado la biblioteca p¨²blica de Chicago est¨¢ sirviendo como modelo para algunos institutos. Se retiraron todos los libros de la primera planta y se habilit¨® como un espacio para que los j¨®venes puedan charlar, probar herramientas digitales o investigar sobre diferentes proyectos con mentores. Lo que se busca es un cambio en la actitud de los chicos para que no pregunten a su profesor cu¨¢l es la tarea del d¨ªa, sino que decidan ellos mismos qu¨¦ quieren hacer y qu¨¦ necesitan para desarrollar esa idea. De ese modo aunque no tengan los conocimientos necesarios, se atrever¨¢n a emprender nuevos proyectos y buscar¨¢n la ayuda del profesor para superar las diferentes etapas.
P. Est¨¢ trabajando con ayuntamientos y asociaciones para redise?ar el aprendizaje del siglo XXI. ?C¨®mo est¨¢ funcionando el proyecto LRNG?
R. Estamos ya en 10 ciudades de Estados Unidos y lo que estamos haciendo es crear aplicaciones que permiten a los j¨®venes de entre 15 a?os y 25 conocer diferentes actividades que est¨¢n sucediendo en ese momento en las que pueden participar para descubrir sus pasiones. En colaboraci¨®n con empresas como IBM estamos identificando las habilidades que los j¨®venes necesitan desarrollar para encajar en el mercado laboral y potenci¨¢ndolas en diferentes talleres que se imparten en asociaciones, espacios p¨²blicos o compa?¨ªas. El objetivo es darles la oportunidad de explorar lo que les interesa, porque las vocaciones no son innatas, los j¨®venes tienen que tener tiempo para conectar con su comunidad y ver cosas que les llamen la atenci¨®n, y eso no se contempla en los programas de los colegios. Hay que acabar con la idea de que las escuelas son los ¨²nicos lugares para el aprendizaje. En cualquier rinc¨®n de la ciudad hay conocimiento. ?
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