El desprecio de Trump
El presupuesto republicano vuelve a demostrar lo poco que le importan al presidente sus votantes
Esta ¨²ltima semana nos ha planteado opciones dif¨ªciles a los periodistas que cubrimos la pol¨ªtica nacional. ?Deber¨ªamos centrarnos en la fraudulencia del presupuesto de Trump ¨Cno solo incluye dos billones de d¨®lares en falsos ahorros, sino que los computa dos veces¨C o en su crueldad? ?O deber¨ªamos hablar m¨¢s bien de la evaluaci¨®n por parte de la Oficina Presupuestaria del Congreso del Trumpcare, que ser¨ªa devastador para los estadounidenses m¨¢s viejos, m¨¢s pobres y m¨¢s enfermos?
Sin embargo, hay un tema que unifica todas estas noticias. Y ese tema es el desprecio: el desprecio de Donald Trump hacia los votantes que lo pusieron en el cargo. Recordar¨¢n ustedes el comentario que hizo Trump durante la campa?a de que ¡°Podr¨ªa pararme en medio de la Quinta Avenida, dispararle a alguien, y no perder¨ªa ning¨²n voto¡±. Bien, esto, al menos de momento, no lo ha hecho. Pero s¨ª est¨¢ apostando a que puede incumplir todas las promesas que hizo a los votantes de clase trabajadora que lo encumbraron y aun as¨ª conservar su apoyo. ?Puede ganar esa apuesta?
En lo referente a las matem¨¢ticas del presupuesto falso ¨C?recuerdan sus afirmaciones de que saldar¨ªa la deuda nacional?¨C probablemente lo consiga. No hablamos aqu¨ª de nada sutil; hablamos de un presupuesto que promete ¡°abolir el impuesto a la muerte (de sucesiones)¡±, y despu¨¦s, en su optimista previsi¨®n, computa 330.000 millones de d¨®lares en ingresos por el impuesto de sucesiones. Pero ni siquiera yo espero ver que un fraude como este tenga mucha tracci¨®n pol¨ªtica.
La mayor inc¨®gnita es si alguien que se present¨® con un programa populista, que prometi¨® no recortar la Seguridad Social ni la atenci¨®n sanitaria para personas sin recursos (Medicaid), que les asegur¨® a los votantes que todos dispondr¨ªan de seguro sanitario, puede mantener el respaldo de la clase trabajadora y al mismo tiempo aplicar un programa tan antipopulista que deja sin respiraci¨®n.
Para concretar, hablemos de Virginia Occidental, en la que Trump gan¨® por m¨¢s de 40 puntos porcentuales, solo superado por Wyoming. ?Qu¨¦ pensaban los virginianos que estaban votando?
Al fin y al cabo, son residentes de un estado pobre inmensamente beneficiado por los programas federales: el 29% de la poblaci¨®n est¨¢ cubierta por el Medicaid, y casi el 19% recibe cupones para la compra de alimentos. La ampliaci¨®n del Medicaid con la ley sanitaria de Obama es la principal raz¨®n por la que el porcentaje de virginianos sin seguro de salud se ha reducido a la mitad desde 2013.
Aparte de eso, m¨¢s del 4% de la poblaci¨®n, el porcentaje m¨¢s alto del pa¨ªs, recibe pensiones de discapacidad de la Seguridad Social, en parte como legado de unas condiciones de trabajo insalubres, y en parte porque una fracci¨®n elevada de la poblaci¨®n est¨¢ compuesta por personas que sufren enfermedades cr¨®nicas, como diabetes, de las que, en opini¨®n de Mick Mulvaney, director de presupuesto de Trump, no deber¨ªamos ocuparnos porque ellas tienen la culpa por comer mal.
Y que quede claro, hablamos de personas blancas: con un 93% de blancos, Virginia Occidental es uno de los estados del pa¨ªs con menos minor¨ªas e inmigrantes. ?A qu¨¦ cre¨ªan que votaban los habitantes de este estado? En parte, presumiblemente, apoyaron a Trump porque les prometi¨® ¨Cfalsamente, por supuesto¨C que pod¨ªa devolverles los bien remunerados empleos de anta?o en la miner¨ªa del carb¨®n.
Pero tambi¨¦n creyeron que era un tipo distinto de republicano. A lo mejor le quitaba las prestaciones p¨²blicas a esa gente, pero proteger¨ªa los programas de los que dependen los votantes blancos de clase trabajadora, tanto de Virginia Occidental como de otras partes. Lo que han recibido a cambio es el mayor de los golpes bajos.
El proyecto sanitario de Trump, nos dice la oficina presupuestaria, har¨ªa que 23 millones de personas perdiesen el seguro sanitario, en gran medida por recortes en el Medicaid (recordemos que este programa beneficia a casi un tercio de los virginianos occidentales). Supondr¨ªa tambi¨¦n una fuerte subida de primas ¨Chablamos de aumentos del orden del 800%¨C para los estadounidenses de m¨¢s edad, cuyas rentas son bajas, pero no lo suficiente como para tener derecho al Medicaid. Eso describe a muchos de los votantes de Trump. Y a eso tenemos que a?adirle el presupuesto de Trump, que propone otros recortes dr¨¢sticos en Medicaid, y fuertes recortes en los cupones de alimentos y en las pensiones de discapacidad.
?Qu¨¦ le ocurrir¨ªa a Virginia Occidental si todas estas pol¨ªticas de Trump entrasen en vigor? B¨¢sicamente, ser¨ªa apocal¨ªptico. Cientos de miles de personas perder¨ªan el seguro de salud; las deudas m¨¦dicas y las enfermedades no tratadas se disparar¨ªan; y habr¨ªa una explosi¨®n de pobreza extrema, incluida mucha hambre pura y dura.
Ah, y no se trata solo de prestaciones cruciales, se trata tambi¨¦n de empleos. El carb¨®n no va a volver; en los tiempos que corren, la mayor fuente de empleo en Virginia Occidental es la atenci¨®n sanitaria y la asistencia social. ?Cu¨¢ntos de estos empleos sobrevivir¨ªan a un recorte salvaje del Medicaid y de las prestaciones por discapacidad?
Eso s¨ª, para ser justos, el presupuesto de Trump proteger¨ªa a los virginianos occidentales de los estragos del impuesto de sucesiones, que afecta cada a?o a 20 ¡ªs¨ª, 20¡ª?residentes del estado.
De modo que muchos de los que han votado a Donald Trump han sido v¨ªctimas del fraude ¨¦pico de un hombre que ha organizado su vida en torno a los fraudes. En el caso de los virginianos occidentales, este fraude podr¨ªa acabar pr¨¢cticamente destruyendo su estado.
?Se dar¨¢n cuenta alguna vez y lo admitir¨¢n? M¨¢s importante, ?estar¨¢n dispuestos a castigarlo de la ¨²nica manera que pueden, es decir, votando a los dem¨®cratas?
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa.
? The New York Times Company, 2017.
Traducci¨®n de News Clips.
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