Los alojamientos irregulares turban la paz del turismo rural
El sector refuerza sus n¨²meros tras la crisis, pero empieza a advertir cierta saturaci¨®n en enclaves muy concretos
Una de las salidas al bullicio de la ciudad es escaparse al campo. El turismo rural es una alternativa econ¨®mica y relajante al masificado turismo urbano. El sector se encuentra en plena recuperaci¨®n tras los a?os dif¨ªciles de la crisis, con aumentos del n¨²mero de viajeros y de la tasa de ocupaci¨®n. Con este repunte, empiezan a asomar fen¨®menos antes desconocidos, como la masiva afluencia de viajeros a algunos destinos o la competencia de particulares que ofrecen alojamientos en plataformas online.
Espa?a bate r¨¦cords de viajeros extranjeros, 75 millones en 2016, y el turismo rural, que se nutre b¨¢sicamente del producto nacional (82%) tambi¨¦n sac¨® tajada de ese boom. Seg¨²n los datos del INE, de los 3,6 millones de personas que en 2016 se alojaron en alg¨²n establecimiento rural (un 10% m¨¢s que en 2015), 658.000 eran extranjeros (un 19% m¨¢s). El turista rural medio gasta 33 euros por d¨ªa en alojamiento, seg¨²n un estudio de Toprural, portal especializado propiedad de la multinacional de alquileres vacacionales HomeAway.
¡°De momento, el turismo rural celebra el auge del turismo, a¨²n estamos lejos de la sensaci¨®n de que se nos va de las manos¡±, afirma Ana Alonso, directora de comunicaci¨®n de EscapadaRural.com, uno de los portales l¨ªderes del ramo, que ha organizado esta semana el cuarto Congreso Europeo del Turismo Rural (Coetur). No obstante, Alonso, como Enric L¨®pez, director del Master Direcci¨®n de Empresas Tur¨ªsticas del CETT, de la Universidad de Barcelona y co-responsable del Observatorio del Turismo Rural, s¨ª admite que algunos puntos, sobre todo en determinadas fechas, pueden estar cerca del l¨ªmite, lo cual puede crear ¡°incomodidad¡±. Joseba Cort¨¢zar, de Toprural, opina que ¡°la masificaci¨®n no es un problema acuciante del turismo rural¡±, salvo ¡°en destinos muy contados¡±.
Elena Rico, propietaria de dos casas rurales en Cudillero (Asturias), y Gustavo Nash, que gestiona 22 alojamientos en la Sierra Norte de Madrid, tambi¨¦n coinciden en calificar el fen¨®meno de ¡°puntual¡±. No obstante, admiten ¡°preocupaci¨®n¡±, sobre todo por algunos enclaves naturales protegidos. Como ejemplo, el a?o pasado, la Comunidad de Madrid prohibi¨® el ba?o y limit¨® el acceso de coches a La Pedriza, ante el deterioro del enclave, con el consiguiente enfado de los comerciantes de la zona. En este sentido, Nash pide distinguir entre los turistas, ¡°que se alojan y consumen¡±, y los visitantes, ¡°que solo vienen a pasar el d¨ªa, traen su comida y lo ¨²nico que dejan son los cubos de basura llenos¡±. ¡°As¨ª, el destino se muere¡±, lamenta.
Una de las salidas que se apuntan para evitar esta masificaci¨®n puntual es la desestacionalizaci¨®n. Para extender el turismo rural m¨¢s all¨¢ de los fines de semana, puentes o periodos vacacionales, Cort¨¢zar apuesta por la internacionalizaci¨®n. ¡°Espa?a es un destino tur¨ªstico l¨ªder, pero no hemos conseguido que los extranjeros la vean como destino rural¡±, afirma. Desde Turespa?a, el organismo que promociona internacionalmente el destino Espa?a, Rafael Chamorro defiende que el a?o pasado se pusieron en marcha ¡°casi 700 acciones de promoci¨®n del turismo rural¡±, desde presencia en ferias, viajes de periodistas o campa?as online y en redes sociales.
Enric L¨®pez apunta tambi¨¦n a la especializaci¨®n, con ofertas tem¨¢ticas enfocadas a colectivos determinados, como los mayores, o incluso a empresas, para que se hagan congresos en entornos rurales. ¡°Hay m¨¢s nichos adem¨¢s del habitual de familias y parejas¡±, dice. Nash apunta tambi¨¦n a los mayores y sugiere promociones de lunes a jueves. La idea choca con la realidad de un sector que apenas var¨ªa sus precios m¨¢s all¨¢ de diferenciar los de las temporadas alta de las bajas. Seg¨²n el Observatorio de EscapadaRural, solo un 13,3% de los empresarios tiene una pol¨ªtica de precios variables en funci¨®n de la ocupaci¨®n, algo que se antoja l¨®gico teniendo en cuenta que un 53,3% de ellos dedica menos de tres horas diarias al negocio.
Competencia desleal
Durante el Congreso Coetur se abord¨® la emergencia, tambi¨¦n en el turismo rural, del fen¨®meno de los alojamientos tur¨ªsticos de particulares en plataformas como Airbnb. Para Cort¨¢zar, de Toprural, lo considera un fen¨®meno eminentemente urbano, pero la preocupaci¨®n qued¨® patente en la mesa Ilegalidad, alegalidad y econom¨ªa colaborativa de Coetur. ¡°El sector est¨¢ de u?as con este tema¡±, asegura Ana Alonso, ¡°muchos empresarios los ven como competencia desleal¡±. ¡°Son m¨¢s baratos porque no ofrecen nada. A veces, hay clientes que me preguntan si mis casas tienen s¨¢banas o toallas porque otros no las incluyen¡±, se queja Nash.
En general, los consultados para este reportaje asumen que esta realidad est¨¢ ah¨ª para quedarse, y miran a la administraci¨®n en busca de normas para todos, licencias, inspecciones y sanciones, para competir en pie de igualdad. Y luego, que el cliente decida con qu¨¦ se queda, conf¨ªan en una depuraci¨®n natural. ¡°Ojal¨¢ no existiesen, pero existen y van a seguir existiendo¡±, admite Elena Rico, que se anuncia en Airbnb. ¡°Habr¨¢ clientes que se decanten por el precio, pero otros buscan otra cosa¡±, conf¨ªa. Como Rico, Nash pide control, ¡°certificados, registros o lo que sea. As¨ª, los ilegales tendr¨¢n que asumir gastos, tendr¨¢n que subir los precios y se dar¨¢n cuenta por qu¨¦ nosotros somos m¨¢s caros¡±. En el blog de sus casas, Nash anima a actuar contra los ¡°alojamientos ilegales¡±.
Alonso afirma que la pol¨ªtica de EscapadaRural es no admitir ning¨²n alojamiento que no cuente con una licencia de actividad tur¨ªstica y pide a la administraci¨®n que regule ¡°porque el cliente puede quedar en una situaci¨®n de desamparo¡±. En todo caso, llama tambi¨¦n a los propietarios: ¡°Hay que competir con eso. Si tu ¨²nica palanca para competir es el precio, vamos mal. Hay que encontrar otras formas de atraer al cliente, de poner en valor tu propuesta para que el cliente no solo decida por el precio¡±.
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