?Qu¨¦ busca Microsoft en las ¡®startups¡¯ latinas?
El argentino Mariano Amartino lidera la divisi¨®n que apuesta por nuevas ideas y negocios en la regi¨®n
Mariano Amartino (Buenos Aires, 1971) quiere hacer nuevos amigos. No es que le falten. Su cuenta de Twitter, donde supera los 26.000 seguidores, es una de las pioneras en el mundo hispano, pero s¨ª quiere que se le perciba a ¨¦l y su empresa, Microsoft, de manera diferente en Am¨¦rica Latina. Amartino lidera desde hace unos meses la divisi¨®n del gigante tecnol¨®gico dedicada a la captaci¨®n de nuevas ideas y talentos en la regi¨®n. ¡°Queremos que [las startups] nos vean no solo como un socio tecnol¨®gico, sino tambi¨¦n estrat¨¦gico, porque estamos en cada pa¨ªs y cada mercado, y entendemos sus diferencias¡±.
Amartino, que estudi¨® Ciencia Pol¨ªtica, sabe lo que es trabajar en una startup, pues pas¨® por Livra. Su blog, uberbin, es una de las referencias tecnol¨®gicas en espa?ol. En abril fich¨® por Microsoft, despu¨¦s de ser director de Wayra, la red de incubadoras de Telef¨®nica, desde 2013.
Cada vez se habla m¨¢s, desde diferentes sectores, de un despertar de las startups (empresas de reciente creaci¨®n, con base tecnol¨®gica, y r¨¢pido crecimiento) en la regi¨®n. Amartino corrobora esta impresi¨®n: ¡°Hay varios pa¨ªses con un cierto ecosistema, pero tenemos que formar uno m¨¢s grande y conectado. El caso de Brasil es uno de los m¨¢s grandes del mundo. Vemos tambi¨¦n movimiento en Medell¨ªn y Bogot¨¢. Toda Am¨¦rica Latina es una oportunidad gigantesca, pero tambi¨¦n un desaf¨ªo gigantesco¡±. En su pa¨ªs de origen, Argentina, reconoce un gran esfuerzo para atraer inversi¨®n: ¡°Hay creatividad y talento, pero cada pa¨ªs tiene una legislaci¨®n diferente. Cada ecosistema tiene que aprender a manejarse con ello. Sobre todo, hay que pensar en crecer¡±.
Como ejemplo de ¨¦xito con un fuerte componente social pone a Ezequiel Escobar, un joven de Jujuy, que ha creado uSound, una aplicaci¨®n para personas con dificultades de audici¨®n, como era el caso de un compa?ero de clase. Su invento permite usar el m¨®vil como una ayuda, adaptando y modulando el sonido. No suple al profesional, pero s¨ª es mucho m¨¢s asequible que la compra de un aud¨ªfono de alta gama.
El despliegue para conectar ciudades, habitantes y empresas est¨¢ siendo brutal. Esto genera una gran oportunidad para hacer negocios. Cada vez el coste es menor¡±
Am¨¦rica Latina lle?¨® con retraso, o en muchos casos no lleg¨®, a la revoluci¨®n de la fibra ¨®ptica. En cambio, ha abrazado el m¨®vil con una tasa de adopci¨®n solo comparable a la de Asia. ¡°El despliegue para conectar ciudades, habitantes y empresas est¨¢ siendo brutal. Esto genera una gran oportunidad para hacer negocios. Cada vez el coste es menor¡±, destaca.
Todas estas intenciones se materializan en un plan: ¡°Vamos en varios planos. Primero, con los estudiantes a los que se les da acceso a fondos, infraestructura, espacio en la nube e inteligencia artificial para su startup. Tambi¨¦n con Imagine Cup, una competici¨®n con j¨®venes de todo el mundo que compiten con un MVP (producto m¨ªnimo viable, como se llama en el argot a un prototipo funcional de su futuro producto). Despu¨¦s, con espacios para trabajar, como ImagineLabs en Brasil, o los BizSpark (su programa que incluye acceso a la nube y software para crecer m¨¢s r¨¢pido). Ofrecemos las mismas herramientas que tienen en Silicon Valley o Israel. Vamos a involucrarnos de verdad¡±, afirma el directivo.
Amartino busca innovaci¨®n, ideas, pero tambi¨¦n perfiles especiales que quieran emular a los que ya consiguieron hacer empresas de cientos de millones de d¨®lares, cuando no miles. ¡°Necesitamos ¨¦xitos para que otros quieran sumarse. Queremos hacer los pr¨®ximos Romero Rodr¨ªguez, Marcos Galper¨ªn, Mart¨ªn Varsavsky, Wences...¡±, relata en una retah¨ªla de nombres propios.
Para Amartino el ¨¦xito ser¨ªa que estas herramientas tuvieran impacto real, a gran escala. ¡°Nos gustar¨ªa que se viera a Microsoft como el socio que te ayuda a desarrollar tu potencial. El mejor premio ser¨¢ ver c¨®mo crean soluciones para el d¨ªa a d¨ªa. Hay mucho por hacer¡±, reconoce.
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