Las tabaqueras globales vuelven a ver EE UU como una oportunidad
El beneficio combinado de las compa?¨ªas americanas mejor¨® cerca de un 80% en la ¨²ltima d¨¦cada
Estados Unidos fue considerado durante d¨¦cadas como un mercado t¨®xico para las grandes tabaqueras globales. La avalancha de demandas contra estas compa?¨ªas, las campa?as contra el tabaquismo y la presi¨®n de los reguladores provoc¨® una desbandada, mientras la propia industria empezaba a temer por su propio futuro. Ahora, sin embargo, vuelve a ser uno de los mercados con m¨¢s atractivo del mundo.
Las personas adictas al tabaco caen de forma sostenida desde hace dos d¨¦cadas en EE UU. Son actualmente 36,5 millones de fumadores, equivalente al 15% de la poblaci¨®n frente al 23% en 2001. Los cigarrillos vendidos cayeron un 37%. Pero el gasto en d¨®lares en tabaco es mayor que en cerveza o en refrescos. Y la percepci¨®n en la industria es que pueden seguir generando un buen volumen de ingresos.
El alza en el coste de las cajetillas se explica en buena medida por los impuestos que se aplican en California, Pensilvania y Nueva York, que acaban de anunciar propuestas para aumentar en la presi¨®n fiscal en un nuevo intento para reducir el consumo. Las tabaqueras, sin embargo, aprovechan para cobrar un poco m¨¢s y elevar as¨ª el margen de beneficio, que creci¨® m¨¢s de un 75% en diez a?os.
Los resultados trimestrales del conglomerado Altria, la due?a de Marlboro, reflejan la capacidad que tienen las tabaqueras para generar beneficios pese a los continuos obst¨¢culos que tiene por delante. La venta de cigarrillos cay¨® un 3% en volumen sin embargo consigui¨® que los ingresos de productos a base de tabaco siguieran creciendo y que mejorara el beneficio operativo en un 8%.
El tabaco es, de hecho, uno de los negocios m¨¢s rentables, con m¨¢rgenes que doblan la media del resto de corporaciones. El beneficio combinado de las tabaqueras americanas ascendi¨® as¨ª a 18.400 millones de d¨®lares. Son unos niveles de rentabilidad similares a los que se ve¨ªan en los a?os 1960 y 1970, antes de que empezaran a tomar cuerpo las campa?as que da?aron la imagen de la industria.
Carrera hacia la consolidaci¨®n
La clave de este incremento del beneficio est¨¢ precisamente en el precio de una cajetilla de tabaco, que en EE UU rondaba los 6,24 d¨®lares al final del a?o pasado, frente a 3,37 d¨®lares en 2001. Algo m¨¢s de un 40% del coste del producto se destinada a impuestos y un 20% es ganancia operativa para la compa?¨ªa. El margen es mucho m¨¢s estrecho en pa¨ªses como Reino Unido, donde el 82% va a impuestos.
Esto permiti¨® a las tabaqueras elevar los ingresos un 32% en EE UU, hasta los 93.400 millones en 2016. La consolidaci¨®n permite a la vez reducir costes operativos. Hace dos d¨¦cadas el negocio se lo repart¨ªan siete grandes compa?¨ªas. Ahora es cosa del conglomerado Altria, que vende los cigarrillos Marlboro, y Reynolds American, due?a de Camel y Newport. Imperial Tobacco, de Winston, va a rebufo.
Las barreras reguladoras adoptadas en 2009 permitieron en paralelo que los actuales actores reforzaran su posici¨®n, al dificultar la entrada en el negocio de nuevos jugadores. Y para preservar el volumen de ingresos, las tabaqueras destinan parte del beneficio a desarrollar nuevos productos alternativos, como el cigarrillo electr¨®nico. Tambi¨¦n se fijan en la mariguana, esperando que se despenalizase su consumo.
Es precisamente ese margen de beneficio y los nuevos productos lo que genera el inter¨¦s por volver a EE UU. As¨ª se entiende la oferta que al final de a?o pasado hizo British American Tobacco por el control de su socia Reynolds American, que a su vez cerr¨® un a?o antes la compra de Lorillard Tobacco. Altria tambi¨¦n contempla en paralelo la opci¨®n de volver a juntarse con su empresa hermana Philip Morris International.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.