At¨²n de lata con pasaporte para arrinconar la pesca ilegal

¡°Yo desde hace unos a?os, lo primero que hago al llegar a un restaurante es preguntar de d¨®nde viene el pescado que sirven. No quiero ser c¨®mplice de la pesca ilegal consumiendo sus frutos¡±, repite estos d¨ªas el fiyiano Peter Thomson, presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la Conferencia de los Oc¨¦anos de Nueva York. Incluso, asegura el diplom¨¢tico, ha dejado de comer at¨²n en lata. La intenci¨®n es loable pero, por ahora, tanto Thomson como el chef al que pregunte encuentran muchos problemas para conocer los antecedentes del pescado.

Si todo sale bien ¡ªy es mucho esperar¡ª en 2020 ser¨¢ posible, tecnolog¨ªa mediante, escanear un c¨®digo en la lata para conocer el mar de procedencia del at¨²n, el buque que lo pesc¨® y c¨®mo. A eso dicen aspirar al menos los importantes pescadores, conserveros y distribuidores ¡ªcon gran presencia espa?ola¡ª que han firmado una declaraci¨®n impulsada por el Foro Econ¨®mico Mundial y la FAO (agencia de la ONU para la alimentaci¨®n) que se ha presentado en Nueva York. Pero por ahora, es eso: una declaraci¨®n de buena voluntad.

Mientras tanto, las garant¨ªas sobre la calidad y procedencia de los t¨²nidos vienen de los sellos y certificados. Y Opagac, la agrupaci¨®n espa?ola de productores de at¨²n que re¨²ne a 47 barcos congeladores, ha aprovechado la reuni¨®n de pa¨ªses y expertos en la sede neoyorquina de Naciones Unidas para presentar el certificado Aenor At¨²n de Pesca Responsable al que someter¨¢n a toda su flota. "Se trata de poner en valor y mostrar los principios de sostenibilidad con los que ya estamos cumpliendo", explica Julio Mor¨®n, director gerente de Opagac, asociaci¨®n que suma en torno al 6% de las capturas mundiales de t¨²nidos. Los est¨¢ndares han sido presentados a la Conferencia por la delegaci¨®n espa?ola como un modelo a seguir y aplicar por otros pa¨ªses.

El secretario general de Pesca, Alberto L¨®pez Asenjo, ha destacado la fortaleza de los sistemas espa?oles de monitoreo y control, en su opini¨®n "vitales" para mantener los recursos marinos, luchar contra la pesca ilegal y asegurar un empleo decente a los trabajadores del sector. Para cumplir con la norma, los atuneros tendr¨¢n que asegurar cinco condiciones: su sometimiento a los controles de las autoridades (licencias, diarios de pesca, controles por sat¨¦lite...), la seguridad en la navegaci¨®n (seg¨²n los est¨¢ndares de la organizaci¨®n mar¨ªtima internacional, IMO), las condiciones sanitarias del producto, el menor impacto posible en el ecosistema (lo que es auditado por observadores independientes) y las condiciones laborales de los trabajadores.

En este ¨²ltimo punto, se obliga a adoptar el Convenio 188 de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, sobre los trabajadores de la pesca, una norma internacional en vigor pero con poca fuerza pues solo ha sido ratificada por 10 pa¨ªses, entre los que no est¨¢ Espa?a. La inspectora del sindicato mar¨ªtimo internacional ITF, Luz Baz, espera que m¨¢s Estados se sumen al convenio pero admite que v¨ªas como estas certificaciones pueden combatir lo que considera competencia desleal. "No es justo que los armadores que respetan las normas de sostenibilidad y de protecci¨®n social compitan con otros que no lo hacen", opina Baz.

Porque, mientras no haya regulaciones obligatorias sobre condiciones laborales, sostenibilidad u otros, respetarlas es algo voluntario para las empresas. As¨ª que la ¨²ltima palabra, coinciden Mor¨®n y Baz, la tienen los consumidores. Son ellos quienes deciden si siguen el ejemplo de Peter Thomson ¡ªque agradeci¨® este mi¨¦rcoles los esfuerzos de Espa?a contra la pesca ilegal y los abusos de derechos humanos en el sector¡ª y se preocupan por c¨®mo se ha obtenido el at¨²n, o no.