Boeing trata de humanizar el vuelo
El consejero delegado de la compa?¨ªa explica las innovaciones que aplica la cabina para hacer el viaje m¨¢s confortable
Volar en avi¨®n tuvo su momento dorado para el pasajero. Eso fue hace cuatro d¨¦cadas. Las fotos que mostraba Boeing del ic¨®nico 747 a clientes como Pan Am, TWA, Continental, Iberia, JAL o SAS revelaban espacios amplios y asientos enormes. En aquella ¨¦poca los aviones de largo recorrido no contaban con maleteros en las filas centrales y los que estaban sobre las ventanas eran m¨¢s peque?os.
La industria se ha transformado de una manera irreversible desde los tiempos en los que volar era una ocasi¨®n especial y los pasajeros sub¨ªan a los p¨¢jaros de acero con ropa formal. Ese atractivo por viajar en avi¨®n es ahora un recuerdo rom¨¢ntico al alcance de los que pagan los billetes m¨¢s caros en clase preferente. El avi¨®n pas¨® as¨ª de ser el medio de transporte preferido de las ¨¦lites a un negocio de masas.
Dennis Muilenburg, consejero delegado de Boeing, admite que no se trata solo de ensamblar el avi¨®n m¨¢s grande, sino de "dise?arlos pensando en ofrecer la mejor experiencia posible". El usuario espera que el avi¨®n sea seguro, se?ala, y "quiere hacer el viaje con comodidad". Para ello, explica, est¨¢n invirtiendo en innovaciones para mejorar el sentido de espacio f¨ªsico dentro de las limitaciones del avi¨®n.
"Dise?amos el interior para que el viaje sea lo m¨¢s placentero posible. Las ventanas m¨¢s amplias son una parte importante, tambi¨¦n la reducci¨®n del ruido y regulaci¨®n de la humedad", explica. La inversi¨®n en el fuselaje de materiales compuestos, a?ade, permite "que los aviones sean m¨¢s ligeros y eficientes". Pero la configuraci¨®n de la cabina es una decisi¨®n de las aerol¨ªneas. "Nosotros les asistimos", precisa.
El ejecutivo de la compa?¨ªa aeroespacial cuenta en una conversaci¨®n telef¨®nica en v¨ªspera de la feria aeron¨¢utica de Par¨ªs que viaj¨® hace cinco meses en clase econ¨®mica en un vuelo comercial. El avi¨®n era un 787 Dreamliner. Es el m¨¢s moderno de la compa?¨ªa y el primero en incorporar la nueva filosof¨ªa de interior que est¨¢ aplicando tambi¨¦n al 737 MAX y a la ¨²ltima generaci¨®n del 747, el 747-8.
El dise?o del interior es un arte y una ciencia. El criterio clave en la configuraci¨®n de la cabina es la reducci¨®n del peso, para que el avi¨®n sea eficiente. Cualquier innovaci¨®n debe ganarse su espacio, porque ahorra carga o porque justifica una fuente adicional de ingresos para las aerol¨ªneas. Cada nuevo elemento, adem¨¢s, debe cumplir un proceso de certificaci¨®n y evitar costes operativos adicionales.
Los ingenieros son, por tanto, los que tienen la ¨²ltima palabra cuando se trata de que estos gigantes echen a volar con el mayor n¨²mero posible de pasajeros. Muilenburg explica que hay que tener en cuenta, adem¨¢s, todas las cuestiones reglamentarias en materia de seguridad, como los tiempos que establecen las agencias para que el avi¨®n sea evacuado en pocos segundos en caso de una emergencia en tierra.
El reciente esc¨¢ndalo de United puso de manifiesto los horrores de volar. Las aerol¨ªneas han ido a?adiendo m¨¢s asientos en sus aviones a expensas del espacio para las piernas. Se dieron cuenta de que pueden segregar a los pasajeros m¨¢s concienciados con el precio del billete de los que est¨¢n dispuestos a pagar un poco m¨¢s para evitar los calambres. Las quejas no paran de crecer.
El descontento acaba de forzar a American Airlines a reconsiderar la configuraci¨®n de las butacas en el nuevo B737 MAX. Hace un mes indic¨® que iba a rebajar la distancia entre a los asientos de 31 a 29 pulgadas en tres filas. Ahora decide dejarlo en 30 pulgadas (76,2 cent¨ªmetros) para toda la clase econ¨®mica. Insiste en que los nuevos asientos lo permiten porque son m¨¢s ligeros y c¨®modos que en viejas generaciones.
Boeing comparte que las aerol¨ªneas deben cuidar a sus clientes. El dise?o de la cabina debe ser neutro, como un lienzo blanco, para que cada compa?¨ªa pueda encajar su imagen de marca. Eso explica que la experiencia de volar sea completamente diferente entre compa?¨ªas que en un mismo mercado operan exactamente el mismo modelo de avi¨®n, incluso utilizando la misma configuraci¨®n de asientos.
Los estudios realizados por Boeing muestran que no hay un solo elemento que decide el nivel de satisfacci¨®n del pasajero. Junto al dise?o de la cabina y los servicios, la luz tiene un cometido esencial al compensar la predisposici¨®n psicol¨®gica negativa del pasajero y reduce la sensaci¨®n de multitud. La compa?¨ªa est¨¢ en proceso de patentar un sistema proyecta im¨¢genes en movimiento en el techo.
El tama?o del equipaje
El otro gran reto est¨¢ en el maletero. Hace cuatro d¨¦cadas casi no se usaban. El pasajero facturaba el equipaje y se olvidaba hasta llegar a destino. Ahora las aerol¨ªneas incentivan que se embarquen los bultos. ?La soluci¨®n pasa entonces por cambiar la manera en la que el pasajero afronta el viaje en avi¨®n? Muilenburg evita ir tan lejos: "no nos corresponde decir lo que deben hacer".
El equilibrio entre lo que espera el pasajero y lo que est¨¢ dispuesto a pagar es, por tanto, complejo. El ejecutivo de Boeing insiste en que lo que busca es facilitar la mayor flexibilidad posible a las aerol¨ªneas al decidir lo que es mejor para sus negocios. "Buscamos siempre la manera de aportar el mayor valor posible a nuestros clientes", reitera. "El dise?o del interior es un componente competitivo importante".
La sostenibilidad se est¨¢ convirtiendo, en paralelo, en un elemento clave para los fabricantes y ser¨¢ en el futuro un factor al fijar el precio del billete. Boeing est¨¢ invirtiendo en tecnolog¨ªas como la propulsi¨®n h¨ªbrida, que desarrolla Zunum Aero. Cree que empezar¨¢ a madurar antes en los peque?os aviones. Su adopci¨®n a escala para los vuelos comerciales lo ve a¨²n lejos, "quiz¨¢s en un par de d¨¦cadas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.