En Alemania la electricidad tambi¨¦n se puede compartir
La econom¨ªa colaborativa llega a las renovables. Miles de familias alemanas producen energ¨ªa y la comparten a trav¨¦s de un sistema digitalizado
Un programa de la televisi¨®n llam¨® la atenci¨®n de Karsten Kaddat, un joven electricista del norte de Alemania el a?o pasado. Explicaba que cualquiera pod¨ªa conseguir energ¨ªa verde gratis para consumir en su casa. Intrigado Kaddat corri¨® a Google y acab¨® sum¨¢ndose a la comunidad en la que miles de alemanes comparten la energ¨ªa que producen en sus casas con paneles solares. Cuando a uno se le acaba la electricidad que ha almacenado en sus bater¨ªas, tira de la bolsa com¨²n donde el resto cede la que le sobra. Desde enero de este a?o, la factura de la electricidad de la familia Kaddat ascienda a cero euros. ¡°Cuando les cuento a mis compa?eros de trabajo que no pagamos nada por la electricidad, se quedan con la boca abierta¡±, se r¨ªe Kaddat caf¨¦ en mano, en el porche de su chalet, cerca de la frontera con Polonia.
La comunidad energ¨¦tica de Kaddat es la prueba de que la econom¨ªa colaborativa ha alcanzado a la electricidad, pero tambi¨¦n de que la digitalizaci¨®n y la descentralizaci¨®n de la energ¨ªa son fen¨®menos imparables, al menos en Alemania. Convertir a los consumidores en productores y proveedores de energ¨ªa y conectarlos para que compartan la energ¨ªa es algo as¨ª como el uber del sector el¨¦ctrico, piensan en Sonnen, la empresa que ha dado a luz el invento que empieza a replicarse en pa¨ªses como Australia e Italia.
¡°Estamos en plena revoluci¨®n. En este pa¨ªs tenemos m¨¢s de un mill¨®n y medio de productores privados de energ¨ªa solar. No dejan de aparecer iniciativas de energ¨ªa ciudadana, mientras las plataformas digitales para intercambiar kilowatios abren posibilidades impensables hasta hace muy poco¡±, explica Jens Weinmann especialista en el sector energ¨¦tico de la escuela de negocios ESMT de Berl¨ªn y autor de La revoluci¨®n descentralizada de la Energ¨ªa. Weinmann habla de c¨®mo cada vez m¨¢s alemanes se sienten orgullosos de producir su propia electricidad y de c¨®mo proliferan las cooperativas energ¨¦ticas.
Cerca de 6.000 personas repartidas por toda Alemania forman parte de la comunidad a la que pertenece Kaddat y que les permite disfrutar de electricidad gratis todo el a?o. Antes, eso s¨ª, antes deben hacer una inversi¨®n inicial -3.600 euros por bater¨ªa adem¨¢s de los paneles. A cambio, Kaddat por ejemplo se ahorra unos 1.500 euros al a?o en la factura de la luz. El joven electricista saca el m¨®vil y abre una aplicaci¨®n desde la que controla el consumo de su casa. All¨ª puede ver cu¨¢nto chupa de sus paneles y cu¨¢nto de la comunidad, cu¨¢nto est¨¢ gastando y cu¨¢les son las previsiones del tiempo en los pr¨®ximos siete d¨ªas, y por lo tanto cu¨¢nto va a producir. ?l tiene el control sobre lo que produce y lo que consume.
Sonnen es una joven empresa alemana l¨ªder mundial en bater¨ªas capaces de almacenar energ¨ªa renovable. Empezaron fabric¨¢ndolas en 2010, cinco a?os antes de que Tesla presentara la suya. Eran unos trastos enormes, que siete a?os m¨¢s tarde son unas cajitas blancas de dise?o, poco m¨¢s grandes que un ordenador de mesa. Desde el primer momento, las bater¨ªas se conectaron a Internet, lo que a la empresa le permiti¨® tener informaci¨®n de los h¨¢bitos de consumo de los clientes en tiempo real. As¨ª se dieron cuenta que de forma individual no, pero que agregadas, las familias produc¨ªan m¨¢s de lo que consum¨ªan. En 2015, empezaron a conectar a unos hogares con otros para que pudieran compartir su energ¨ªa. El a?o pasado decidieron dar un paso m¨¢s. Comprendieron que gracias al almacenamiento de energ¨ªa ten¨ªan capacidad de contribuir a estabilizar la red de las grandes compa?¨ªas, que a cambio les pagan por su servicio. Esos ingresos les permiten ofrecer la tarifa plana de cero euros.
Transformaci¨®n digital
¡°Estamos asistiendo a la transformaci¨®n digital de la energ¨ªa¡±, defiende Christoph Ostermann, CEO de Sonnen en el cuartel general corporativo, situado en Wildpoldsried, un peque?o pueblo b¨¢varo. Su empresa crece a un ritmo vertiginoso. Empezaron en un garaje con cinco personas hace siete a?os y hoy son 330 trabajadores repartidos por el mundo. Ahora tienen 50 nuevos puestos por cubrir solo en Alemania. Inversores de medio mundo se han fijado en ellos. General Electric les ayuda ahora a penetrar el mercado estadounidense. ¡°Las renovables se han vuelto competitivas y ya son imparables¡±, piensa Ostermann. Prueba de su creciente competitividad es que las grandes el¨¦ctricas alemanas E.ON y RWE han abierto l¨ªneas de producci¨®n limpia, diferenciadas de las tradicionales o sucias.
Seg¨²n los c¨¢lculos que maneja Sonnen, las renovables solo pueden crecer en Alemania, un pa¨ªs al que le queda un buen trecho para cumplir con el compromiso de cambio clim¨¢tico de Par¨ªs y al que el Gobierno ha embarcado en una transformaci¨®n energ¨¦tica que pasa por el cierre de las nucleares y el avance de la producci¨®n limpia -60% en 2050. Eso implica para empezar una mayor volatilidad en la red y por lo tanto m¨¢s oportunidades para estabilizadores como Sonnen. Pero adem¨¢s, en 2020 se acabar¨¢ en Alemania el precio fijo que por ley se ofrece a los productores verdes que venden sus kilowatios a la red. Entonces ser¨¢ cuando mucha gente, piensan en Sonnen, comparar¨¢ bater¨ªas para poder acumular la energ¨ªa que les sobre.
Mientras, en la sala de producci¨®n de Sonnen en Wildpoldsried los operarios engarzan cables en las bater¨ªas de litio. Trabajan frente a un ventanal desde el que se divisan prados b¨¢varos de un verde luminoso. Hoy hace un d¨ªa espectacular; el sol pega fuerte y los marcadores digitales muestran un pico de producci¨®n que ser¨¢ convenientemente almacenado en las cajitas blancas desperdigadas ya por medio planeta.
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