M¨¦xico: desigualdad y pol¨ªtica fiscal
El esquema tributario y de gasto tiende a perpetuar la desigualdad original que produce el mercado
M¨¦xico se caracteriza por tener una enorme desigualdad en el ingreso. Por solo citar un dato, baste se?alar que el 10% de la poblaci¨®n mexicana con mayores ingresos obtiene el 50% del ingreso nacional. Por otro lado, M¨¦xico tiene, junto con Chile, los ¨ªndices de desigualdad m¨¢s grandes dentro de los pa¨ªses de la OCDE. De acuerdo a cifras de este organismo, el coeficiente de Gini de M¨¦xico, por ejemplo, es de 0.46, mientras que el de Espa?a es de 0.34 y el de pa¨ªses como Noruega o Dinamarca es de 0.25.
Sin embargo, si hay algo que sobresale de M¨¦xico y de otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina no es tanto la enorme desigualdad de ingresos que genera el mercado, sino la muy notable incapacidad de la pol¨ªtica fiscal, tanto por el lado del ingreso como por el lado del gasto, para revertir esta situaci¨®n. Mientras que en muchos pa¨ªses europeos la pol¨ªtica fiscal es capaz de reducir el coeficiente de Gini en diez puntos porcentuales o m¨¢s, en M¨¦xico y en otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina el efecto de la intervenci¨®n del Estado por la v¨ªa de impuestos y transferencias es pr¨¢cticamente nulo. Esta situaci¨®n revela que una parte muy importante del problema de la desigualdad en Am¨¦rica Latina reside no tanto en la generaci¨®n intr¨ªnseca de desigualdad, como en el dise?o institucional que impide su reducci¨®n mediante la intervenci¨®n de la pol¨ªtica fiscal.
Este aspecto crucial de la pol¨ªtica fiscal tiene, en el caso de M¨¦xico, tres componentes fundamentales:
1) Una estructura tributaria que tiende a darle mucho peso a la recaudaci¨®n indirecta, es decir, por la v¨ªa del consumo, en vez de hacerlo a trav¨¦s del ingreso como ocurre en la mayor parte de los pa¨ªses de la OCDE. Es bien sabido que los impuestos al consumo son problem¨¢ticos debido a que las familias relativamente pobres tienden a gastar un porcentaje m¨¢s alto de su ingreso que las relativamente ricos. Por lo tanto, en una econom¨ªa tan desigual como la mexicana, y a pesar de las exenciones en algunos productos, esto implica que las familias pobres pueden terminar pagando en forma de impuestos un porcentaje m¨¢s alto de sus ingresos que las familias ricas, lo cual puede incluso aumentar la desigualdad original.
2) Una estructura tributaria que tiende a gravar muy poco a la riqueza o, m¨¢s generalmente, a los ingresos por capital. En M¨¦xico, por ejemplo, hasta hace muy poco no hab¨ªa impuestos a las ganancias de capital en el mercado accionario (y lo que existe hoy en d¨ªa est¨¢ muy mal dise?ado), no existen impuestos a las herencias de ning¨²n tipo, en varios estados no hay un impuesto a la propiedad de autom¨®viles (Tenencia) y, finalmente, la recolecci¨®n de impuestos a la propiedad de vivienda (impuesto predial) es muy ineficiente (con excepci¨®n de la Ciudad de M¨¦xico y de algunos sitios tur¨ªsticos). Todo esto implica que las principales fuentes de ingreso de las personas m¨¢s ricas tienen un trato privilegiado, por lo que los impuestos por ingresos laborales suelen ser mucho m¨¢s altos que por ingresos de capital, lo que alimenta la desigualdad en vez de combatirla.
3) Por el lado del gasto, tenemos adem¨¢s una estructura de gasto p¨²blico muy ineficiente y muy poco redistributiva. Esto se debe a que, si bien existen algunos programas sociales bien focalizados y que tienden a beneficiar a la poblaci¨®n de menores recursos, tambi¨¦n es cierto que existen una enorme cantidad de programas sociales y productivos que no est¨¢n dirigidos a estos segmentos de la poblaci¨®n. A esto contribuye, por supuesto, la ausencia de programas de seguridad social universal, que tienden a ser bastante redistributivos.
En conjunto, estos tres elementos explican porque la desigualdad en M¨¦xico no logra ser abatida por la pol¨ªtica fiscal, ya que ¨¦sta es muy ben¨¦vola con las personas de mayores ingresos y con sus fuentes de ingresos m¨¢s importantes. Todo esto configura un esquema tributario y de gasto que tienden a perpetuar la desigualdad original que produce el mercado. En ese sentido, en la medida en la que persista dicho esquema tributario y de gasto, M¨¦xico dif¨ªcilmente podr¨¢ avanzar en el combate a la desigualdad.
Gerardo Esquivel es economista del Colegio de M¨¦xico
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