La vida de 100.000 doradas, en vilo por la crisis de una piscifactor¨ªa gaditana

¡°Estas doradas est¨¢n en manos de Dios¡±. Carlos Peci tira de la providencia ante lo que est¨¢ a punto de pasarle a los m¨¢s de 100.000 peces de la piscifactor¨ªa para la que trabajaba en las salinas de La Leocadia, en San Fernando (C¨¢diz). Aunque pueda parecer que solo la mano divina puede salvarlos de una previsible muerte, lo cierto es que es una cuesti¨®n m¨¢s mundana (y pecuniaria) la que amenaza con acabar en un desastre medioambiental. Los ¡°constantes impagos¡± de los due?os de las instalaciones, que sufren empleados y extrabajadores como Peci, han llevado a otro da?o colateral: los peces que cultivaban en las instalaciones ya no tienen pienso ni ox¨ªgeno para sobrevivir mucho m¨¢s tiempo.

No es la primera vez que a la empresa que gestiona esta piscifactor¨ªa, Cultivos Marinos Integrales, le acechan los problemas econ¨®micos. Las instalaciones abrieron en 2009 gracias a cuatro millones de euros de inversores rusos y a una subvenci¨®n p¨²blica de otros 1,6 millones. Todo parec¨ªa ir viento en popa para sus 11 trabajadores, hasta que, en 2013, quebr¨® la empresa por primera vez. Un segundo socio inversor pag¨® los 800.000 euros del concurso de acreedores y recuper¨® la actividad en diciembre de ese mismo a?o.

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Su idea era producir hasta 200 toneladas de doradas, pero los problemas no tardaron en volver. ¡°El cultivo no hab¨ªa llegado ni a la mitad (necesita unos 16 meses de crecimiento) cuando ya demostr¨® que le faltaba dinero¡±, explica Peci, anterior jefe de planta de la empresa. Poco a poco, el inversor comenz¨® a acumular deudas con trabajadores y proveedores. En enero de 2016, cortaron la luz de las instalaciones. Para octubre de ese a?o, ya solo quedaban cinco trabajadores en activo, el resto hab¨ªan sido despedidos.

¡°Pese a eso, decidimos dejar de cobrar nuestras n¨®minas para comprar pienso y que no le faltara comida a los peces. A su vez, vend¨ªamos nosotros, por nuestra cuenta, parte del pescado para ir tirando¡±, relata el extrabajador. Pero la situaci¨®n ha seguido empeorando. Sin luz, ya no pueden inyectar ox¨ªgeno a las piscinas. El pienso escasea (los administradores solo hacen env¨ªos puntuales y escasos) y los peces mueren cada vez m¨¢s r¨¢pido. Los que quedan vivos, devoran a sus compa?eros de balsa. De octubre de 2016 a marzo de este a?o ¡°han muerto unos 40.000 peces¡±, calcula Peci.

El Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) ha acudido a las instalaciones hasta en dos ocasiones para denunciar las malas condiciones en la que est¨¢n los animales, la ¨²ltima el mi¨¦rcoles de la semana pasada, cuando perecieron unos 2.000 peces. Paralelamente, la justicia va dando la raz¨®n a los empleados. Este mismo mes, el Juzgado de lo Social N¨²mero 2 ha fallado a favor de Peci: extingue su contrato con la empresa y decreta que le debe 24.700 euros por 10 meses de impagos.

Sin embargo, el ya extrabajador se niega a abandonar las instalaciones. Sabe que son su seguro de cobrar lo adeudado. Acude diariamente a vigilar y abrir las compuertas con las mareas para que se renueve el agua. Pese a eso, hace unos d¨ªas, unos v¨¢ndalos robaron doradas, cables y arrojaron un coche a una balsa. En medio de esta cr¨ªtica situaci¨®n, desde la Delegaci¨®n Provincial de la Consejer¨ªa de Agricultura reconocen ¡°el problema ambiental¡±. Explican que ya dieron un aviso a los due?os en el mes de marzo y estos mostraron voluntad de resolver el problema.

Este medio ha intentado, sin ¨¦xito, ponerse en contacto con el representante de los due?os, interlocutor habitual de Peci. Este martes est¨¢ previsto que inspectores de la Junta regresen a la piscifactor¨ªa, pero desde la Administraci¨®n avisan de que la soluci¨®n ¡°no es sencilla¡±. No pueden alimentar a los peces porque es una propiedad privada. Tampoco soltarlos porque podr¨ªan generar un problema ambiental, ya que se desconoce si est¨¢n enfermas. Lo m¨¢ximo previsible es que retiren a la empresa la autorizaci¨®n de cultivo.

A Peci le saben a poco estos anuncios. Justo en estos d¨ªas de altas temperaturas, el final de las doradas est¨¢ cerca. Hasta el pr¨®ximo lunes, el coeficiente de mareas ser¨¢ tan bajo que el agua dif¨ªcilmente se podr¨¢ regenerar y sabe lo que pasar¨¢: ¡°O entra viento que oxigene el agua o la situaci¨®n va a ser cr¨ªtica¡±.