Prueba piloto para la renta universal

Las rentas de inserci¨®n, m¨ªnimas, complementarias, o para quienes carecen de ingresos, son ¨²tiles. Salvan a muchos, si no de la cuneta social, al menos del abismo. M¨¢s aun en un pa¨ªs sometido, tras la Gran Recesi¨®n, al tri¨¢ngulo desempleo masivo-amplio precariado-pobreza intensiva.

Pero esos alivios se otorgan con car¨¢cter espec¨ªfico (no a todos, sino a un colectivo concreto) y en general condicionados a requisitos (demostrar b¨²squeda de empleo, situaci¨®n familiar grave...), por lo que suelen ser dif¨ªciles de gestionar, susceptibles de arbitrismo y a veces incapaces de beneficiar a todo el colectivo pretendido. Y as¨ª, a veces surgen l¨ªos jur¨ªdico/administrativos como ahora con el Plan Prepara, los 400-450 euros para desempleados que agotaron el seguro de paro.

Por todo ello, reconsideremos las ventajas (y desventajas) de la Renta B¨¢sica Universal (RBU), que se otorgar¨ªa a todos por un igual, sin requisitos espec¨ªficos. A cualquiera educado en la cultura industrial (esfuerzo, trabajo, productividad¡­), respetuoso con las leyes econ¨®micas elementales (a todo gasto, un ingreso; el salario es el precio del trabajo¡­) y pol¨ªticas (prometer lo imposible es irresponsable) le costar¨¢ lo indecible. Pero es innegable que la RBU exhibir¨ªa ventajas: es sencilla, al sustituir a los dem¨¢s subsidios sociales; y por universal, impide el nepotismo y la corrupci¨®n.

Adem¨¢s, ya ha saltado de sus ap¨®stoles sociales a la literatura institucional. La OCDE acaba de recomendar que se experimente (Basic income as a policy option, marzo 2017) y la Brookings la encuentra ¨²til para dar ¡°seguridad contra las crisis econ¨®micas¡± (Can a universal basic income meet univeral basic needs?, 12 de junio).

El gran problema de la RBU es su alto coste. La OCDE lo estima entre un 2% y un 10,2% del PIB. En Espa?a, sus pioneros proponen financiarla con un IRPF a tipo ¨²nico del 49% pero incorporando las rentas del capital a la base general (La Renta b¨¢sica incondicional y c¨®mo se puede financiar, Ravent¨®s, Arcarons, Torrens, Ctxt, 28/11/2016).

Aumento de la presi¨®n fiscal

Pero el BBVA Research subraya que aumentar¨ªa la presi¨®n fiscal en un mastod¨®ntico 17,4% del PIB (Rafael Dom¨¦nech, Algunas reflexiones sobre la RBU, abril 2017). Para salir de dudas, ?algo impide emprender aqu¨ª una experiencia piloto, como las actuales de Finlandia, Oakland (California), Utrecht (Holanda) u Ontario (Canad¨¢)?

Algunas de las ensayadas en otros lugares matizan el temor a que la RBU desincentive la b¨²squeda de empleo o perjudique la productividad, el otro gran obst¨¢culo. La Mincome experimentada en Delphin (Canad¨¢) de 1974 a 1979 dio resultados bastante equilibrados (Basic Income, tonic catalyser, Ulrich Schachtneider, Social Europe, 2/5/2017).

Ahora, sus defensores (Citizen's income schemes, an addendum to Euromod WP EM5/16, ISER, Malcolm Torry) no postulan generalizarla, sino verificarla, comprobarla en el laboratorio de un sector social, de una ciudad, mediante proyectos piloto.

Parece sensato. Y desde luego ese m¨¦todo de experimentaci¨®n deber¨ªa aplicarse a todas las nuevas ¡ªo renovadas¡ª, rentas complementarias. Porque ninguna acaba de demostrar tampoco que sea incontestable, inmejorable o carente de contraindicaciones.