El efecto Vanguard
La segunda firma m¨¢s importante del mundo en gesti¨®n de activos, con 4,4 billones de d¨®lares, no cotiza y tiene su sede en un suburbio de Filadelfia
La oficina de Tim Buckley no est¨¢ en Wall Street o en la City de Londres. Es lo que podr¨ªa esperarse del ejecutivo que protege el dinero de millones de familias que sue?an con poder pagar las matr¨ªculas universitarias de sus hijos o que debe garantizar la tranquilidad financiera de los jubilados que le conf¨ªan la gesti¨®n de sus planes de pensi¨®n. El cuartel general de la compa?¨ªa que va a dirigir est¨¢ situado en Valley Forge, en los suburbios al norte de Filadelfia.
Vanguard Group, la firma de la que acaba de ser nombrado consejero delegado, es la segunda m¨¢s importante del mundo despu¨¦s de BlackRock en el negocio de la gesti¨®n de activos, con 4,4 billones de d¨®lares en inversiones. William McNabb, que seguir¨¢ de presidente cuando se produzca el relevo el 1 de enero, se concentrar¨¢ durante los pr¨®ximos a?os en la expansi¨®n internacional del grupo.
La firma financiera, que empez¨® a operar en 1975, experiment¨® un crecimiento excepcional durante la pasada d¨¦cada. Antes de estallar la crisis los activos que gestionaba no llegaban al bill¨®n de d¨®lares. "Estamos solo empezando", asegura Buckley, "podemos hacer mucho m¨¢s". Y lo est¨¢ consiguiendo de manera org¨¢nica, sin realizar adquisiciones o campa?as publicitarias ni ofrecer productos extra?os.
McNabb fue capaz de captar 1.000 millones diarios en nuevos activos mientras que la mayor¨ªa de grandes firmas que gestionan fondos de inversi¨®n perdieron clientes. Buckley rebaja, sin embargo, las expectativas. "Nos hemos beneficiado de un largo periodo de retornos positivos desde la crisis financiera", admite, "ahora tenemos que estar listos para navegar aguas m¨¢s dif¨ªciles".
Vanguard es el mayor gestor de fondos mutuos. La manera con la que durante los ¨²ltimos cinco a?os atrajo capital eclips¨® por completo a rivales tradicionales como Fidelity Investments o T. Roew Price, m¨¢s conocidos por la gesti¨®n activa. Solo el pasado ejercicio logr¨® captar 315.000 millones de sus clientes, un incremento del 23% frente a 2015. BlackRock capt¨® 202.000 millones, un 11% m¨¢s.
20 millones de fieles
La firma financiera gestiona en la actualidad 369 fondos de inversi¨®n y cuenta con m¨¢s de 20 millones de clientes. McNabb, que ejercer¨¢ en su nueva etapa de embajador de la firma, expandi¨® durante su mandato el negocio de asesoramiento y el de fondos cotizados (ETF) hasta convertirlo en el gran tit¨¢n de la industria. Se calcula que controla la mitad del mercado de fondos mutuos y ETF.
El dominio de BlackRock y de Vanguard en el mercado de los ETF ¡ªcaptaron el 60% de nuevas inversiones a escala global¡ª es tal que est¨¢n machacando a los peque?os competidores con menos recursos para replicar sus t¨¢cticas. La escala, por tanto, les ofrece una ventaja mayor. Es justo lo contrario de lo que sucede en el negocio de los fondos mutuos gestionados de manera activa, donde el tama?o es un enemigo. Pero no todo es positivo. Una correcci¨®n en los mercados y el retorno de la volatilidad, sin embargo, podr¨ªa restar atractivo a la gesti¨®n de inversi¨®n pasiva. Aproximadamente una tercera parte de los activos de Vanguard Group se gestionan de manera activa. Es un espacio muy competitivo. Pero el coste para el inversor corriente sigue siendo muy alto y suele comerse el beneficio que al final se lleva el cliente.
El pobre rendimiento de los gestores activos de fondos est¨¢ provocando, de hecho, que los clientes graviten hacia productos de inversi¨®n pasiva m¨¢s baratos. La firma del Pensilvania es conocida as¨ª por presionar a rivales como Charles Schwab o State Street para que rebajen las comisiones, hasta el punto de haber desencadenado una guerra de precios para poder ganar mercado. Buckley insiste en que la clave est¨¢ en la diversificaci¨®n y la disciplina, porque el mercado es imposible de predecir y en ning¨²n lugar est¨¢ escrito que entrar en un periodo de volatilidad vaya a beneficiar a los gestores activos de fondos mutuos. La estructura de propiedad de Vanguard, que no cotiza, hace que sus operaciones sean m¨¢s opacas que las de rivales y eso le permite ofrecer productos m¨¢s baratos.
Varguard dice que se gana la confianza de los inversores uno a uno en un mercado despiadado. Esa falta de sentimiento es lo que hace imposible predecir sus movimientos, especialmente a corto plazo. Nadie se atrevi¨® a proclamar, por eso, el momento en el que iba a tocar fondo tras el derrumbe de Lehman Brothers. Como tampoco nadie se anticip¨® a lo r¨¢pido que se recuper¨®.
Burkley, de 48 a?os, ser¨¢ el cuarto consejero delegado de Vanguard. Dedic¨® sus 26 a?os de carrera a la firma y los ¨²ltimos 16 estuvo en su equipo directivo. Tambi¨¦n tuvo la oportunidad de trabajar para Jack Brennan, el anterior consejero delegado de la firma, y el fundador John Bogle, con el que empez¨® como asistente. El ejecutivo estuvo al frente del departamento de Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y fue director de Inversiones.
Warren Buffett, el inversor m¨¢s admirado en la historia reciente de Wall Street, hac¨ªa una menci¨®n expresa a la contribuci¨®n de Vanguard Group al mundo de la inversi¨®n. "Si alguna vez se dedicara una estatua en honor de la persona que hizo m¨¢s por los inversores, la elecci¨®n deber¨ªa ser la de John Bogle", admit¨ªa el or¨¢culo de Omaha la carta que cada a?o dirige a los accionistas de Berkshire Hathaway.
Se refer¨ªa, en concreto, a su persistencia para conseguir que los peque?os ahorradores invirtieran su dinero en fondos indizados de bajo coste. En la industria, recuerda, "se mofaron de ¨¦l". Ahora es una especie de h¨¦roe. Buffett, de hecho, viene aconsejando hacerlo cuando se le pregunta sobre invertir en este tipo de instrumentos h¨ªbridos que compran participaciones en una cesta de valores cotizados.
Inteligencia artificial
La integraci¨®n de las innovaciones en la gesti¨®n de datos tiene ahora el potencial de mejorar de una manera dr¨¢stica las decisiones de inversi¨®n que hacen estas firmas. Los avances en inteligencia artificial, a su vez, permiten reducir costes en las comisiones que se cobran a los clientes. Por eso en el mundo de las finanzas se considera que Burkley, curtido en tecnolog¨ªa, tiene una combinaci¨®n de cualidades ¨²nica.
La tecnolog¨ªa, por tanto, puede aliviar esa complejidad y las interferencias que se comen el retorno de los inversores. Y los consumidores, de hecho, esperan que el mundo de las finanzas siga el ritmo de transformaci¨®n que imponen empresas como Amazon, Apple o Google. Vanguard ya cuenta desde hace dos a?os con un servicio de asesoramiento personal h¨ªbrido que gestiona 80.000 millones.
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