¡°La acuicultura tiene que ser m¨¢s ecol¨®gica¡±
Es el hombre fuerte de la pesca de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO). Manuel Barange (Barcelona, 1961) lleva d¨¦cadas auscultando el mar. En los ¨²ltimos a?os ha dise?ado herramientas que miden el impacto del cambio clim¨¢tico. Es el agrimensor del desastre. ¡°El 31,5% de las poblaciones de peces que aprovechamos comercialmente est¨¢n sobreexplotadas¡±, advierte. ¡°Y el ritmo de la sobrepesca ha crecido. Tenemos un problema. Pero su explicaci¨®n no resulta tan f¨¢cil como algunos quisieran¡±. Habr¨¢, entonces, que preguntar.
Pregunta.?Vamos hacia un mundo superpoblado y m¨¢s hambriento. ?Es posible detener la sobrepesca?
Respuesta.?El crecimiento de la sobreexplotaci¨®n se puede parar, tal y como hemos hecho en Europa y Am¨¦rica del Norte. Adem¨¢s, el resto de poblaciones que soportan este problema (exceptuando el Mediterr¨¢neo, que est¨¢ sujeto a grandes handicaps no solo biol¨®gicos, sino sociales y pol¨ªticos) han mejorado durante la ¨²ltima d¨¦cada. En 2011, por primera vez, m¨¢s de la mitad estaba explotada sosteniblemente y el porcentaje ha crecido desde ese a?o. La dificultad es que los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo no mantienen la misma pauta de mejora. Eso se debe a la pesca ilegal, a la falta de capacidad para controlar la actividad pesquera y a la carencia de deseo pol¨ªtico de cambiar una situaci¨®n que se les escapa de las manos.
P.?En este paisaje abisal, ?cu¨¢l es el sentido de la acuicultura? ?Es una soluci¨®n o un problema?
R.?Mi visi¨®n no es tan oscura. El mundo tiene problemas muy serios, y la pesca es uno de ellos. Mi trabajo es hacer posible la esperanza en lugar de confirmar la desesperaci¨®n. La acuicultura ha sido el sistema de producci¨®n alimentaria que ha crecido m¨¢s r¨¢pido en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas. Este crecimiento ha descubierto preocupaciones que ya vimos en la ganader¨ªa: abuso de medicamentos, infecciones, problemas de alimento para los animales. La acuicultura tiene que continuar creciendo, pero con modelos ecol¨®gicamente m¨¢s aceptables. Soy un gran defensor de ella. Sin embargo, queda trabajo por hacer para transformarla en una industria que reconozca y enfrente las consecuencias de su propio ¨¦xito.
P.?Las Naciones Unidas advierten de que la pesca mundial est¨¢ llegando a su l¨ªmite de sostenibilidad. ?Est¨¢ en riesgo la seguridad alimentaria?
R.?La FAO asegura que en 2050 necesitaremos un 50% m¨¢s de alimentos. Es una cifra enorme. Sin embargo, actualmente nuestra producci¨®n supera en un 60% a la de los a?os sesenta. El problema no es tanto el volumen, sino repetir esos ritmos de crecimiento. No tenemos la posibilidad de multiplicar las zonas de cultivo arable ni las capturas marinas. El incremento tiene que llegar, por ejemplo, de reducir p¨¦rdidas y desperdicios y aumentar la productividad de los sistemas alimentarios en pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. Estos cambios incluyen una modificaci¨®n importante en la dieta: la moda de comer prote¨ªna animal en cada desayuno, comida y cena resulta insostenible.
P.??Cumple Espa?a con las reglas internacionales?
R.?Est¨¢ muy integrada en perfeccionar las medidas contra las capturas ilegales y en el trabajo de la FAO para mejorar el estado de la pesca y los pescadores. Pero tambi¨¦n es verdad que hist¨®ricamente Espa?a era uno de los pa¨ªses que ten¨ªa una de las mayores flotas operando en muchos territorios, y su reputaci¨®n no estaba entre las mejores. Hoy veo un deseo pol¨ªtico de desempe?ar un papel serio reconociendo la labor tan importante que la pesca juega en el planeta y admitiendo a la vez los l¨ªmites ecol¨®gicos. Aunque el deseo pol¨ªtico debe trasladarse a todos los ¨¢mbitos de implementaci¨®n y control.
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