Los peligros de encasillarse en el trabajo

El p¨²blico estaba tan acostumbrado a verle hacer de lig¨®n, rubio y cachas en comedias rom¨¢nticas de medio pelo, que muchos no le reconocieron cuando, a los 45 a?os, se meti¨® en la piel del personaje que acabar¨ªa d¨¢ndole su primer Oscar. Para interpretar a Ron Woodroof, el electricista enfermo de sida que protagoniza Dallas Buyers Club, Matthew McConaughey tuvo que perder 21 kilos, a raz¨®n de tres por semana, y renunciar a su caracter¨ªstico bronceado. Aunque la verdadera transformaci¨®n del actor tejano en esta pel¨ªcula no fue la de su aspecto f¨ªsico, sino la de sacudirse de encima el sambenito de gal¨¢n de comedia amable que le hab¨ªa acompa?ado durante buena parte de su carrera. Demostr¨® que pod¨ªa dar la talla tambi¨¦n en papeles dram¨¢ticos.

Como McConaughey, muchos profesionales de toda ¨ªndole sienten en alg¨²n momento de su carrera que se han quedado encasillados, enganchados en un registro en el que han demostrado solvencia en el pasado. Y sienten la tentaci¨®n de salir de ah¨ª. ¡°Las personas nos aburrimos si hacemos siempre lo mismo durante mucho tiempo. Sentimos la necesidad de ampliar el espectro de actuaci¨®n, de salirnos del territorio¡±, explica Fernando Botella, presidente de Think&Action. Padecen lo que el especialista en marca personal Andr¨¦s P¨¦rez Ortega denomina ¡°s¨ªndrome del renacentista¡±. Porque, dice este experto, ¡°todos somos un poco poli¨¦dricos, nos gustan muchas cosas y nos da pena tener que descartar algunas de ellas para centrarnos s¨®lo en una¡±.

¡®Algo¡¯ concreto

Y sin embargo, elegir un ¨¢rea de especializaci¨®n puede ser la mejor estrategia para abrirse un hueco en el mercado laboral. ¡°Hoy d¨ªa las puertas est¨¢n abiertas para aquellos que saben mucho de algo concreto, siempre que ese ¡®algo¡¯ aporte valor a?adido a los objetivos de negocio¡±, sostiene Susana Rosell¨®, directora corporativa de Selecci¨®n y Captaci¨®n de Talento de Montaner&Asociados. Un an¨¢lisis con el que coincide Carlos Recarte, socio director de Recarte & Fontenla: ¡°Los perfiles tienden m¨¢s hacia la especializaci¨®n y la cualificaci¨®n. Si somos los mejores en nuestro oficio, siempre tendremos trabajo. Incluso si somos unos especialistas mediocres, nos puede ir razonablemente bien si existe una gran demanda de nuestros servicios¡±.

?Qu¨¦ si las etiquetas cierran puertas? ¡°?Claro!¡±, concede Botella. ¡°Pero tambi¨¦n abren otras. Porque suponen una ventaja competitiva que, adem¨¢s, es sostenible en el tiempo. A un escritor que lleve toda la vida escribiendo biograf¨ªas nunca le encargar¨¢n una novela rom¨¢ntica por mucho que a ¨¦l le apetezca. Pero el d¨ªa que alguien necesite una biograf¨ªa, hay muchas posibilidades de que se acuerden de ¨¦l¡±, argumenta.

Quedar encasillado puede ser un problema cuando el grado de especializaci¨®n es tan alto que se convierte en irrelevante porque no genera apenas demanda. ¡°Durante la crisis m¨¢s de un ingeniero de caminos intent¨® cambiar de sector sin ¨¦xito. Ten¨ªan experiencia en infraestructuras, manejando presupuestos elevados, dirigiendo equipos multidisciplinares en entornos internacionales¡­. Pero los clientes les demandaban, adem¨¢s, experiencia especifica en el sector¡±, recuerda Carlos Recarte.

Muchas etiquetas se forjan durante los primeros a?os de carrera. ¡°Pasar demasiado tiempo en el mismo puesto, empresa o sector en la etapa inicial nos puede pasar factura porque despu¨¦s ser¨¢ m¨¢s complicado hacer virar al barco¡±, advierte Recarte. O no¡­ Porque lo que para unos es un callej¨®n sin salida, para otros puede significar un pasaporte a una larga y fruct¨ªfera carrera. En palabras de Susana Rosell¨®: ¡°En el caso de las ingenier¨ªas de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n es bueno especializarse pronto con una base muy t¨¦cnica para m¨¢s adelante ir desarrollando otras competencias adicionales. Para un reci¨¦n licenciado en ingenier¨ªa industrial o marketing, en cambio, la recomendaci¨®n ser¨ªa que en sus primeros a?os laborales tocara un poco todos los palos y adquiriera cierta experiencia global¡±.

Andr¨¦s P¨¦rez Ortega piensa que es conveniente especializarse cuando el profesional todav¨ªa no es muy conocido. ¡°Pero a medida que alcanzas cierto prestigio puedes tocar otros campos porque ya has generado suficiente confianza y cr¨¦dito profesional para poder permit¨ªrtelo¡±. Adem¨¢s, contin¨²a, elegir un ¨¢rea de especializaci¨®n no es firmar un pacto con el diablo. ¡°Los profesionales evolucionamos y podemos cambiar de sector o materia. T¨² tienes una serie de cualidades que pueden aplicarse a diferentes campos. Lo importante es que haya un elemento com¨²n que d¨¦ coherencia al proceso¡±.

?C¨®mo quitarse de encima esas etiquetas? P¨¦rez Ortega recomienda mantener un perfil bajo durante un tiempo mientras se construye la nueva orientaci¨®n con comunicaciones paulatinas. ¡°As¨ª se va creando una cierta expectaci¨®n¡±. Rosell¨®, por su parte, anima a llamar la atenci¨®n de jefes y clientes sobre habilidades que han podido permanecer ocultas bajo una especialidad. ¡°Por ejemplo, ense?ando un proyecto que hayas desarrollado de principio a fin en ese campo e incluyendo sus resultados¡±.

Fernando Botella sugiere un camino alternativo para alcanzarla la ansiada diversidad sin tener que renunciar a la especializaci¨®n. ¡°Hacer las mismas cosas pero de un modo diferente, incorporar nuevos elementos al d¨ªa a d¨ªa. Apostar por la formaci¨®n continua para seguir creciendo y combatir, as¨ª, la obsolescencia. Porque el especialista que no est¨¢ actualizado, deja r¨¢pidamente de serlo¡±.