Balance econ¨®mico del a?o
La econom¨ªa supera las expectativas, pero se enfrenta a la par¨¢lisis de las reformas
La actividad y el empleo acaban el a?o con una pujanza sorprendente, que apenas se resiente de la situaci¨®n en Catalu?a. Algunas de las previsiones m¨¢s alarmistas realizadas tras el 1-O se han desmentido, por ahora.
Los ¨ªndices de actividad (PMI) para octubre y noviembre, buenos predictores del crecimiento, se orientan al alza. La construcci¨®n es el sector m¨¢s din¨¢mico, tanto en nuevas viviendas como en rehabilitaci¨®n. El n¨²mero de afiliados en la construcci¨®n se incrementa a tasas anuales de cerca del 6%. La industria tambi¨¦n se est¨¢ acelerando y genera empleo a tasas elevadas en tiempos de robotizaci¨®n, despu¨¦s del bache experimentado durante el tercer trimestre.
Sin duda, el tir¨®n de la econom¨ªa europea explica estos resultados. Francia, Italia y Portugal, han dado la sorpresa, mientras que Europa del norte se mantiene en forma. Los exportadores espa?oles han aprovechado este contexto favorable. Otra explicaci¨®n es la inversi¨®n, que ha tardado en reaccionar a un entorno de tipos de inter¨¦s casi nulos y de beneficios empresariales elevados. Las compras de material y bienes de equipo se han disparado. La inversi¨®n residencial, por su parte, est¨¢ creciendo a un ritmo que recuerdan a la ¨¦poca pre-crisis.
Tan solo el consumo da se?ales de debilitamiento, como lo demuestra la ca¨ªda de las ventas minoristas y del ¨ªndice de confianza de los consumidores, as¨ª como la ralentizaci¨®n registrada en octubre en el comercio de detalle. Habr¨¢ que ver si la campa?a navide?a anima a los consumidores, o si por el contrario el estancamiento de los salarios y la baja tasa de ahorro hacen mella en el gasto.
En cuanto a Catalu?a, las tensiones se han reflejado en las decisiones de consumo y en el turismo, lo que ha frenado el crecimiento y la creaci¨®n de empleo. Sin embargo, por ahora, el impacto en la inversi¨®n y en las exportaciones ha sido escaso. Adem¨¢s, algunos de los impactos adversos son reversibles. De normalizarse la situaci¨®n, se puede anticipar una vuelta progresiva del consumidor a las tiendas y un retorno de los turistas.
El balance es pues globalmente positivo en materia de crecimiento y creaci¨®n de empleo. Sin embargo, pese a un contexto tan propicio a la reducci¨®n de los desequilibrios, apenas se ha avanzado en uno de los m¨¢s preocupantes, la deuda p¨²blica. El d¨¦ficit se ha reducido, sin incidir en el endeudamiento. En el tercer trimestre, los pasivos de las administraciones p¨²blicas se situaron en el 98,7% del PIB, un solo punto menos que hace un a?o y uno de los niveles m¨¢s elevados de Europa. Tres a?os consecutivos de crecimiento intenso con bajos tipos de inter¨¦s, probablemente irrepetibles en un futuro pr¨®ximo, no han servido m¨¢s que para detener la escalada de la deuda. Cabe preguntarse qu¨¦ pasar¨¢ cuando la econom¨ªa crezca a un ritmo m¨¢s moderado y el BCE se muestre menos benevolente en sus compras de deuda.
La situaci¨®n es problem¨¢tica para el sistema de pensiones, en d¨¦ficit cr¨®nico. Gracias a las nuevas afiliaciones, las cotizaciones sociales se incrementan a buen ritmo pero sin llegar a cubrir los gastos en prestaciones. Este desfase se ha ido tapando con el fondo de reserva, donde se hab¨ªan acumulado los excedentes del sistema en los a?os de bonanza. Pero al ritmo actual, el fondo se vaciar¨¢ en dos meses. Adem¨¢s, el d¨¦ficit obliga a revalorizar las pensiones un 0,25% por a?o, menos que la inflaci¨®n, provocando una p¨¦rdida de poder adquisitivo entre los pensionistas.
Tampoco se ha aprovechado la recuperaci¨®n para avanzar en cuestiones vitales para el futuro del pa¨ªs, como la educaci¨®n, la calidad del empleo, o la innovaci¨®n tecnol¨®gica y empresarial. Estas reformas impulsar¨ªan un crecimiento sostenido e inclusivo, algo que facilitar¨ªa la reducci¨®n de los desequilibrios presupuestarios.
Las perspectivas son pues positivas para el nuevo a?o, pero para sostenerlas hace falta un nuevo impulso reformista.
Raymond Torres es director de Coyuntura de Funcas. En Twitter, @RaymondTorres_
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