?Qu¨¦ pas¨® la noche en la que muri¨® el Popular?
El banco pas¨® de pedir un rescate a estar liquidado en menos de 12 horas. La entidad comunic¨® a Interior que pod¨ªa necesitar ayuda si cerraba las oficinas
Han pasado casi seis meses de la resoluci¨®n y venta del Banco Popular al Santander a cambio de un euro y tras poner el valor de sus acciones y la mayor parte de los bonos a cero. Cada d¨ªa que pasa surgen m¨¢s inc¨®gnitas sobre una operaci¨®n que se cerr¨® en apenas 12 horas: entre las seis de la tarde del martes 6 de junio (cuando el consejo de administraci¨®n del Popular dijo al BCE que no podr¨ªa abrir las oficinas al d¨ªa siguiente porque se hab¨ªa quedado sin dinero) y las seis de la madrugada del 7, cuando el Santander cerr¨® la adquisici¨®n.
El Popular estren¨® el Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n (MUR), el incompleto e imperfecto sistema europeo de liquidaci¨®n de bancos. Ante esta situaci¨®n, si no se hubiera vendido el Popular al Santander (con la bonificaci¨®n de quedarse 2.000 millones de los recursos propios del Popular, una vez puestas las acciones y una parte de los bonos a valor cero), el sistema financiero espa?ol hubiera colapsado en una tormenta perfecta del estilo de Bankia. La incapacidad de las autoridades para mantener el Popular abierto ni un d¨ªa m¨¢s les dej¨® en manos del Santander, presidido por Ana Bot¨ªn, el ¨²nico banco que se mantuvo en la subasta.
Este grave nivel de improvisaci¨®n en la resoluci¨®n de un banco de 140.000 millones de activos, imposible de solucionar mediante un concurso de acreedores, ha alimentado las m¨¢s diversas teor¨ªas. ¡°?Se puede jugar el futuro del sistema financiero en una madrugada si no es porque se ten¨ªa una soluci¨®n acordada de antemano que beneficiaba al Santander?¡±, pregunt¨® Pedro Saura, portavoz del PSOE, el 20 de diciembre en el Congreso a Jaime Ponce, presidente del FROB. Una cuesti¨®n parecida plante¨® Idoia Sagastizabal, del PNV, as¨ª como Francisco De la Torre, de Ciudadanos, que pidi¨® conocer la informaci¨®n que ten¨ªa el Santander aquella noche sobre su rival en la subasta, el BBVA. Alberto Montero, de Unidos Podemos, reclam¨® las actas del FROB y una pormenorizada descripci¨®n de lo que se hizo en aquella famosa noche. Por parte de Ponce solo hubo negativas y respuestas gen¨¦ricas, lo mismo que hizo Elke K?nig, presidenta de Junta ?nica de Resoluci¨®n (JUR), tambi¨¦n en el Congreso y antes cuestiones parecidas, lo que le vali¨® una reprimenda sin precedentes.
Econom¨ªa no mand¨® auxilio
Veinte d¨ªas antes del fat¨ªdico 6 de junio, el Popular pidi¨® ayuda al Ministerio de Econom¨ªa, que les inform¨® de que el Tesoro no avalar¨ªa su deuda a largo plazo, algo que s¨ª hizo un mes despu¨¦s el Gobierno italiano con sus bancos venecianos. El organismo que dirige Guindos no se involucr¨® y dej¨® al Popular a su suerte. Este aval, usado por todos en la crisis financiera de 2010, hubiera ayudado al Popular a ganar tiempo mientras cerraba la ampliaci¨®n de capital, prevista para el 12 de junio, con el apoyo del Deutsche Bank y de Barclays. Pero muri¨® cinco d¨ªas antes de llegar a la meta.
Varios diputados cuestionan la versi¨®n oficial ante la gran improvisaci¨®n de las autoridades europeas que dej¨® al Santander como ¨²nico comprador
Poco despu¨¦s de este fiasco, el 31 de mayo, K?nig provoc¨® una nueva crisis en el banco, cuando trascendi¨® en los medios que analizaba la situaci¨®n del Popular para socorrerle. El banco perdi¨® 5.000 millones en dep¨®sitos en dos d¨ªas, muchos de ellos de empresas p¨²blicas. El 1 de junio, ante la gravedad de la situaci¨®n, el Popular activ¨® la petici¨®n de liquidez de emergencia (ELA) al Banco de Espa?a: reclam¨® 9.000 millones avalados con sus activos. El supervisor le entreg¨® con rapidez 3.400 millones (que se gastaron el 5 y 6), y el s¨¢bado 3 de junio le comunic¨® que no le dar¨ªa m¨¢s porque ya estaba bajo el control de las autoridades europeas, seg¨²n fuentes del anterior consejo.
Ese s¨¢bado se convoc¨® a los cinco bancos que hab¨ªan estudiado la compra del Popular en el proceso privado que realiz¨® la propia entidad en mayo; despu¨¦s, el BCE elimin¨® a tres (CaixaBank, Sabadell y Bankia) y solo quedaron dos: el BBVA y el Santander. Les requirieron una oferta para el s¨¢bado 10 de junio. Pero el banco cay¨® antes.
12 horas de infarto
En la tarde del 6 de junio, el consejo del Popular pidi¨® su rescate. Una vez que entr¨® en proceso de resoluci¨®n, el banco solicit¨® liquidez al MUR para abrir las oficinas al d¨ªa siguiente y disponer de un tiempo precioso para vender ordenadamente el banco a un precio razonable, no de derribo, como luego ocurri¨®. Los responsables europeos reconocieron esa noche que no ten¨ªan liquidez o que no la iban a utilizar. Incluso algunos dirigentes europeos parecieron sorprendidos ante la sequ¨ªa del Popular, pese a que la entidad llevaba un a?o de crisis e informaba al BCE dos veces diarias.
Al mismo tiempo, ese martes 6 de junio, el BCE pidi¨® de urgencia ofertas al Santander y BBVA por el Popular. Seg¨²n fuentes conocedoras de la operaci¨®n, el BCE celebr¨® la conferencia con diferentes autoridades antes de las 00 horas del mi¨¦rcoles. Decidi¨® que el Popular deb¨ªa ser ¡°resuelto¡± y pas¨® a manos de la JUR, que realiz¨® sus comunicaciones internas sobre la una de la madrugada.
El BBVA se retir¨® de la puja antes de medianoche de aquel d¨ªa: era demasiado precipitado, dijo, y necesitaba garant¨ªas que la UE no le concedi¨®. El Santander se qued¨® solo.
Se produjo la m¨¢xima tensi¨®n porque hab¨ªa un ¨²ltimo escollo: Santander deb¨ªa obtener el permiso especial de la FED estadounidense para comprar la filial del Popular en Florida ya que el Santander ten¨ªa prohibido adquirir bancos en EE UU, tras suspender los test de estr¨¦s. En la madrugada lleg¨® el permiso. Y se cerr¨® la compra. Pero se abri¨® la pol¨¦mica, acrecentada porque Europa se niega a entregar el informe en el que se apoy¨® para hacer la venta. ¡°Es una operaci¨®n opaca¡±, resumi¨® el veterano experto Arist¨®bulo de Juan en el Congreso.
El Ministerio de Interior fue avisado ante un posible cierre de oficinas
En noche del 6 al 7 de junio pasado, mientras las autoridades europeas debat¨ªan con nervios y tensi¨®n c¨®mo se deshac¨ªan del Popular sin poner liquidez y sin crear una nueva crisis financiera, la c¨²pula del banco preparaba el concurso de acreedores para cumplir la ley. En Espa?a el sistema de suspensi¨®n de pagos para los bancos no es operativo. El Banco Madrid, con 6.000 millones de activos, lleva dos a?os y medio sin resolver su liquidaci¨®n. El Popular, con 140.000 millones, era una bomba.
Entre los tr¨¢mites que preparaban para el concurso, una de las medidas fue comunicar al Ministerio de Interior que las 1.739 oficinas pod¨ªan no abrirse el 7 de junio, con la posibilidad de provocar des¨®rdenes p¨²blicos. Enviaron las localizaciones de las sucursales para que lo supiera la Polic¨ªa. Adem¨¢s, el Popular prepar¨® el bloqueo de su p¨¢gina web y de sus 2.335 cajeros para impedir que nadie retirara efectivo. ¡°Era un imposible, intentar organizar el caos¡±, apunta un exdirectivo con resignaci¨®n.
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