Lencer¨ªa espa?ola para cada tipo de mujer

Tras varios a?os dedicada al mundo del derecho en Ur¨ªa Men¨¦ndez y algunos otros m¨¢s tratando temas sobre propiedad intelectual, Mar¨ªa Albiol decidi¨® plantarse y dedicar su vida a otro proyecto. ¡°Siempre hab¨ªa tenido el gusanillo de montar una empresa y desde que era adolescente tuve problemas para encontrar ropa interior a mi medida. Una cosa me llev¨® a la otra y vi que hab¨ªa un hueco en el mercado que no estaba cubierto. Crear una empresa de lencer¨ªa a medida fue su apuesta. No sab¨ªa nada del mundo de la moda, ni en general ni en particular, ni tampoco c¨®mo empezar, as¨ª que pens¨¦, Mar¨ªa no vas a dar el ¡°pelotazo¡±, pero s¨ª hay muchas cosas que puedes cambiar y mejorar¡±, explica.

La historia comenz¨® hace tres a?os y con 100.000 euros de inversi¨®n inicial, que proven¨ªan de sus ahorros y de su personal ronda de financiaci¨®n de friends and family (amigos y familia), como le gusta llamarla, ¡°porque nunca hemos recibido ni un euro de ninguna instituci¨®n¡±, apunta. A golpe de tel¨¦fono empez¨® a investigar sobre talleres de confecci¨®n, dise?adores, tejidos¡­ ¡°vi que no iba por buen camino. No pod¨ªa hacerlo desde la distancia. As¨ª que cog¨ª un mapa y me lanc¨¦ a la carretera¡±. El primer a?o hizo miles de kil¨®metros desde Galicia a Catalu?a, pasando por Madrid, visitando talleres, contactando con dise?adores. ¡°El boca a boca funcionaba, pero fue una dura tarea. Muchos talleres estaban cerrados, las costureras se hab¨ªan reconvertido en otras profesiones y yo era muy principiante. Muchos me ofrec¨ªan sus servicios, pero resultaban un fiasco. Hab¨ªa problemas en los patrones, en la confecci¨®n, en el dise?o, porque en Espa?a estas tres fases est¨¢n separadas y, seg¨²n mi criterio, deben estar unidas y avanzar a la par. Tras prueba y error, ahora he aprendido y ya s¨¦ reconocer la calidad frente a la cantidad¡±.

Y es que la industria de la lencer¨ªa espa?ola cay¨® en picado en 2009 con la crisis econ¨®mica general y cuando los productores asi¨¢ticos empezaron a inundar de prendas los mercados europeos a unos precios sin competencia. Ante esta situaci¨®n, las grandes marcas espa?olas vieron la oportunidad de reducir sus costes y se marcharon a China o India a montar sus talleres, mientras que los pa¨ªses l¨ªderes en lencer¨ªa como Francia o Italia los tra¨ªan o manten¨ªan en Espa?a. ¡°Y es que las costureras de lencer¨ªa espa?olas son operarias s¨²perespecializadas, pero con poco reconocimiento aqu¨ª. Muchas (la mayor¨ªa son mujeres) se quedaban sin trabajo o ve¨ªan como sus talleres se reconvert¨ªan en f¨¢bricas de prendas de ba?o; un sector que m¨¢s o menos se ha mantenido en estos a?os¡±, explica Albiol.

Y esto fue lo que le ocurri¨® a ella. En Valencia encontr¨® un taller que tiempo atr¨¢s se hab¨ªa especializado en prendas de ba?o y que ahora ha recuperado la lencer¨ªa. ¡°Un sitio que me da calidad, donde puedo hablar de t¨² a t¨² y aportar mis ideas. Por supuesto, no trabaja solo para m¨ª, no tengo tanto volumen. Yo me surto adem¨¢s de otros seis o siete peque?os talleres repartidos por toda la geograf¨ªa¡±.

Primera colecci¨®n

En diciembre de 2015 lanz¨® su primera colecci¨®n online con el nombre de Le Bratelier. ¡°Tambi¨¦n fue largo el camino hasta encontrar un nombre que convenciera. Al final nos pareci¨® que la combinaci¨®n de bra (sujetador en ingl¨¦s) y atelier (taller en franc¨¦s), quedaba perfecto¡±. En los primeros meses las ventas eran irregulares, no m¨¢s de 20 piezas. ¡°Hay que tener en cuenta que no solo lanz¨¢bamos la web, tambi¨¦n una marca. Ahora hemos superado esa cifra con creces y contabilizamos una media de 100 al mes. Incluso hemos recibido alg¨²n pedido de otros pa¨ªses de Europa, pese a que toda nuestra comunicaci¨®n est¨¢ solo en espa?ol¡±.

En el sector de la lencer¨ªa los precios abarcan una inmensa gama de posibilidades, pero es muy f¨¢cil encontrar modelos low cost en cualquier establecimiento. ¡°Abrirse paso en este mundo era dif¨ªcil y m¨¢s desde una plataforma online; un sector todav¨ªa en desarrollo, ya que todav¨ªa mucha gente no se plantea la compra por Internet. Ve demasiados riesgos y se siente m¨¢s c¨®moda en el canal tradicional. As¨ª que en este contexto, asum¨ªamos que era dif¨ªcil vender lencer¨ªa online, por las razones anteriores y porque no puedes prob¨¢rtela.

Pero la apuesta de Albiol fue acabar con los modelos estandarizados que ofrecen las multinacionales; de hecho en sus colecciones no hay modelos de todas las tallas, porque no todas las mujeres son iguales, ni a todas nos sienta todo igual. ¡°Esta es nuestra diferencia, la flexibilidad. Tambi¨¦n damos un asesoramiento a trav¨¦s de la web, mediante correo electr¨®nico, por tel¨¦fono o en el blog, donde intercambiamos experiencias y opiniones. Tambi¨¦n tengo mis carencias. Yo no puedo sacar dos colecciones al a?o como las grandes firmas, pero s¨ª modelos en ¨¦pocas como en Navidad, San Valent¨ªn¡­ que adem¨¢s me sirven para aprender, ver qu¨¦ funciona y qu¨¦ no, y equilibrar el gasto¡±.

Y aunque la web empezaba a rodar, Mar¨ªa Albiolo siempre tuvo en la recamara la idea de abrir una tienda f¨ªsica. En septiembre de 2017 se materializ¨® esta apuesta, inaugurando un establecimiento en el madrile?o barrio de Chueca. Desde entonces en Le Bratelier ya son tres empleados que no solo atienden, tambi¨¦n asesoran o dan clases de costura. ¡°La apertura ha supuesto la reinversi¨®n de beneficios. Aunque podemos hablar de una facturaci¨®n en ¡°verde¡±, pero muy corta que no supera los 50.000 euros en este a?o, nuestras previsiones apuntan un crecimiento entre el 60% y el 70% en 2018¡±.

Entre sus proyectos est¨¢ lanzar una l¨ªnea de ropa interior masculina, lencer¨ªa adaptada a mujeres mastectomizadas, consolidar sus talleres de costura y seguir con la l¨ªnea de ba?o. Tambi¨¦n fomentar colaboraciones con artistas o escritores, para crear cat¨¢logos diferentes, como el ¨²ltimo en el que la escritora Espido Freire puso letra en forma de microrrelato a cada prenda.