Una industria en permanente redise?o
Las ventas ¡®online¡¯ o las tiendas - espacios de ocio son algunas de las tendencias comerciales en auge
Pese a que Espa?a ha sido uno de los pa¨ªses con m¨¢s operaciones de entrada del capital riesgo en la moda, el fen¨®meno es mundial y est¨¢ al rojo vivo. En Italia, otro pa¨ªs asolado por la tendencia, muchas de sus principales marcas, desde Roberto Cavali hasta Versace, Valentino o Moncler, han pasado recientemente a manos de fondos. La tendencia es tan fuerte que el a?o pasado hubo, seg¨²n la consultora Deloitte, 69 grandes operaciones de este tipo en el sector mundial de la moda, una cifra muy superior a las 33 registradas el a?o anterior. Una explosi¨®n sin precedentes: las compras de hoteles subieron apenas de 51 a 53 y las de cosm¨¦tica de 19 a 22.
Las razones del inter¨¦s son variadas. La primera, que el sector sigue creciendo a cifras de dos d¨ªgitos. Y esto seguir¨¢ as¨ª, seg¨²n los analistas, en los pr¨®ximos a?os. Deloitte prev¨¦ un incremento anual del 5% al 10% hasta 2020. Aun cuando las grandes cotizadas del sector est¨¢n fuera de foco para los fondos, esta percepci¨®n de auge ha inflado los valores de estas compa?¨ªas. Desde 2016, el valor burs¨¢til de LVMH ha crecido un 75,7%; el de Gap un 90,6%; el de Adidas un 108% y el de Michael Kors un 66%, por poner unos cuantos ejemplos. Lo que se explica debido a que "aun cuando es un negocio complicado y hay de todo. El comercio minorista de moda presenta un alto ratio de rentabilidad", reconoce Jos¨¦ Mar¨ªa Mu?oz, de MCH.
De todos modos es un negocio arriesgado. En parte porque hay ya muchos casos de fracaso en la gesti¨®n del capital riesgo, y sobre todo porque el sector est¨¢ en plena transformaci¨®n, con muchos imponderables a la vista. La moda es, por esencia, vol¨¢til y caprichosa. Y ahora m¨¢s que antes. Los grandes grupos, que abarcan casi toda la panoplia del vestuario, en todas sus formas y estilos, resisten mejor los cambios en el mercado. Las marcas medianas y peque?as, al estar asociadas a un tipo de ropa, p¨²blico y cultura, se ven a veces atenazadas por el cansancio y la migraci¨®n de sus clientes hacia otras marcas. "Con respecto al producto", explica Foncillas, de Black Toro, "la moda evoluciona m¨¢s r¨¢pido que nunca y los segmentos de venta est¨¢n cada vez m¨¢s diferenciados. Acertar en ellos, sin correr excesivos riesgos, no es f¨¢cil".
Tambi¨¦n se habla de agotamiento del actual modelo de distribuci¨®n. No solo por la expansi¨®n de las ventas online, sino porque se est¨¢n buscando nuevas formas de llegar al p¨²blico, nuevos tipos de tiendas. Lo que en el argot de la industria se llama "innovadora experiencia de compra". "Nuevas formas de consumir han llegado para quedarse, lo que acabar¨¢ provocando fuertes consecuencias sobre los modelos tradicionales, que han de ser repensados", apunta Teresa S¨¢daba, directora de ISEM Fashion Business School-Universidad de Navarra.
Nuevas experiencias
Zam¨¢cola lo tiene claro: "Necesitamos una sacudida en la forma de vender y nuevas ideas en experiencia de compra para que la gente vuelva a acudir a las tiendas". Hoy se habla mucho, por ejemplo, del retail entertainment, ya en marcha en muchos centros comerciales de EE UU. Muchas cadenas est¨¢n integrando en sus tiendas cafeter¨ªas, m¨²sica, realidad virtual o experiencias diversas como artesanos y profesionales ense?ando c¨®mo hacen los productos. No tardar¨¢ mucho hasta que se vean en Espa?a.
De hecho, El Paracaidista, en Madrid, se ha embarcado en esta tendencia, calificada a veces de concept store. Esta tienda, de varias plantas, ha sido concebida como algo m¨¢s que un espacio comercial, ya que la faceta de ocio es b¨¢sica. El local tiene un restaurante, un bar de copas, una cocteler¨ªa y una filmoteca donde se pueden ver pel¨ªculas de culto, cl¨¢sicos, estrenos, documentales y videoarte mientras se toma una copa. En El Paracaidista apuestan, adem¨¢s, por los eventos y los happenings.
La industria tambi¨¦n est¨¢ experimentando la conversi¨®n de la tienda convencional en un showroom donde hay pocas muestras de los productos y el cliente tiene que encargar la compra por Internet. Esto le permite a las tiendas ofrecer m¨¢s modelos y, al mismo tiempo, reducir sus inventarios al m¨ªnimo.
Todas estas innovaciones que rebajan los costes y aumentan la afluencia supondr¨¢n m¨¢s ventas y, con una buena gesti¨®n, m¨¢s rentabilidad. Esto es lo que ven los fondos en el sector de la moda.
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